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GÁLATAS
Autor: Pablo
Tema: salvación por gracia mediante la fe
Fecha: 49 d.C.
Propósito
Pablo se enteró que ciertos maestros judíos estaban inquietando a los recién convertidos de Galacia al imponerles la circuncisión y el yugo de la ley mosaica como requisitos necesarios para la salvación e inclusión en la iglesia. Al oír esto, Pablo escribió:
[1] para negar enfáticamente que los requisitos
legales tales como la circuncisión del Antiguo Pacto tuvieran algo que ver con
la operación de la gracia de Dios en Cristo para la salvación en el Nuevo
Pacto; y
[2] para reafirmar con claridad que el creyente recibe al Espíritu Santo y se le imparte vida espiritual mediante la fe en el Señor Jesucristo y no mediante la fidelidad a la ley del AT;
Trasfondo
Pablo escribió esta epístola (Gálatas, 1:1, 5:2, 6:11) “a las iglesias de Galacia” (Gálatas, 1:2). Algunos creen que los gálatas eran los galos del norte de Galacia. Es mucho más probable que Pablo haya escrito esta epístola a las ciudades de la región del sur de la provincia de Galacia (Antioquia de Pisidia, Iconio, Listra, Derbe), donde él y Bernabé evangelizaron y establecieron iglesias durante su primer viaje misionero (Hechos, 13 al 14). La fecha más probable de su redacción es después del retorno de Pablo a la iglesia de Antioquia de Siria y poco antes del Concilio de Jerusalén (Hechos, 15).
El
principal asunto de Gálatas es el mismo que se debatió y resolvió en el
Concilio de Jerusalén (Hechos, 15) celebrado en 49 d.C.. Tal asunto implica dos
preguntas:
[1] ¿es la fe en Jesucristo, como
Señor y Salvador, el único requisito para la salvación?; y
[2] ¿se requiere obedecer ciertas costumbres y leyes judaicas del AT para obtener la salvación en Cristo?;
Al parecer, Pablo escribió Gálatas antes que la controversia sobre la ley se debatiera formalmente en el Concilio de Jerusalén (Hechos, 15) y se decidiera la posición oficial de la iglesia. Si esto es así, significa que Gálatas fue la primera epístola neo testamentaria que escribió Pablo.
Autoría
Pablo
es el autor de esta epístola (Gálatas, 1:1, 5:2, 6:11).
Estructura
Se
deduce, por el contenido de esta epístola, que los adversarios judíos de Pablo
en Galacia lo estaban atacando personalmente para socavar su influencia en las
iglesias. Los adversarios de Pablo lo acusaban de que:
[1] él no era del grupo original
de los apóstoles y, por eso, no tenía autoridad autentica (Gálatas, 1:1, 7, 12,
2:8-9);
[2] su mensaje se alejaba del
Evangelio que se predicaba en Jerusalén (Gálatas, 1:9, 2:2-10); y
[3] su mensaje de la gracia produciría una vida “sin ley” (Gálatas, 5:1, 13, 16, 19-21);
Pablo
respondió directamente a estos tres cargos:
[1] defendió con vigor su
autoridad de apóstol de Jesucristo, que recibiera de Dios y fuera ratificada
por Santiago, Pedro y Juan (Gálatas, 1 al 2);
[2] defendió con pasión el
Evangelio de Salvación por gracia mediante la fe en Cristo (Gálatas, 3 al 4); y
[3] afirmo que el verdadero Evangelio de Cristo incluye la libertad de la esclavitud del legalismo judío, por una parte y, por la otra, la del pecado y las obras de la carne. La verdadera libertad del creyente abarca el vivir por el Espíritu y cumplir la ley de Cristo (Gálatas, 5 al 6);
Gálatas contiene la descripción de los creyentes judíos que se oponían a Pablo en Galacia, Antioquia y Jerusalén (Hechos, 15:1-2, 5) y en la mayoría de los lugares donde ministraba. Pablo los calificaba de perturbadores, tergiversadores (Gálatas, 1:7) y obstaculizadores (Gálatas, 5:7) e individuos que procuraban causar una buena impresión exterior y evitar la persecución por causa de la cruz de Cristo (Gálatas, 6:12).
Indirectamente
Pablo los describió como personas que trataban de agradar a los hombres
(Gálatas, 1:10), falsos hermanos (Gálatas, 2:4), los de la circuncisión
(Gálatas, 2:12) y los manipuladores (Gálatas, 3:1).
Características especiales
Esta
epístola tiene cuatro características peculiares:
[1] es la más vigorosa defensa
del NT de la naturaleza esencial del Evangelio; su tono es agudo, intenso y
urgente, ya que Pablo trata con adversarios que están en error (Gálatas, 1:8-9,
5:12) y reprende a los gálatas por su credulidad (Gálatas, 1:6, 3:1, 4:19-20);
[2] es la segunda epístola,
después de 2 Corintios, en referencias autobiográficas;
[3] es la única epístola en la
que Pablo se dirige explícitamente a una pluralidad de iglesias; y
[4] contiene una lista de los
frutos del Espíritu (Gálatas, 5:22-23) y el más extenso catálogo en el NT de
las obras de la carne (Gálatas, 5:19-21);
Cristo en Gálatas
Cristo es el “El Redentor de la maldición de la ley”.
Gálatas, 3:13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),
Gálatas, 4:4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, 4:5 para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.
Estudios
relacionados
Las siete dispensaciones de Dios - # 6 La gracia
Las tres herejías más peligrosas
El camino de Caín: la senda de una religión sin sangre
Leyes y principios espirituales
Observaciones adicionales
Sin perjuicio de que toda herejía (enseñanza contraria a las Escrituras) es peligrosa, hay tres que merecen un cuidadoso estudio:
[1] el gnosticismo;
[2] el antinomianismo; y
[3] el (falso) evangelio de obras;
La mayoría de las cartas apostólicas (1 Juan, 2 Juan y 3 Juan, 1 Pedro y 2 Pedro, Santiago, Judas, Hebreos y casi todas las Epístolas de Pablo), están escritas para combatir alguna o algunas de estas tres herejías, que no son nuevas sino que, por el contrario, se expandieron junto con el Evangelio Verdadero recibido de Jesucristo por los apóstoles (incluido Pablo, claro).
La carta apostólica por excelencia que combate herejía del apartado [3] (el falso evangelio de obras), es Gálatas, escrita por el apóstol Pablo.
El Evangelio que Pablo predicó no lo aprendió de ningún hombre sino que le fue revelado por Jesucristo (Gálatas, 1:11-12). Y lo que Pablo predico es que la salvación es por gracia, por medio de la fe en el Evangelio (1 Corintios, 15:3-4) y no por obras (Efesios, 2:8-9, Tito, 3:5).
La gracia puede ser definida como el favor inmerecido de Dios por medio del cual los hombres pueden ser salvos, vivir en santidad y obedecer sus mandamientos. La gracia es la actividad unilateral de Dios por medio de la cual Él está continuamente atrayendo las almas hacia sí mismo.
Siendo la gracia la causa de la salvación, el modo de acceder a ella es por medio de la fe (Romanos, 5:2) en el Evangelio (1 Corintios, 15:1-4). Nada más, según Pablo, se requiere para ser salvo. Este Evangelio predicado por Pablo claramente es un Evangelio de “gracia + fe”.
Desde ya este evangelio predicado por Pablo tuvo sus enemigos, no tanto en griegos y romanos sino, más bien, en los falsos maestros judaizantes, a los cuales podemos ver en acción en el Libro de los Hechos, escrito por Lucas como complemento de su Evangelio:
Hechos, 15:5 Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés.
Estos judíos, si bien había tenido fe (“habían creído” dice el pasaje), rápidamente añadieron obras: circuncidarse y guardar la ley de Moisés. Es decir, si bien reconocían la fe como elemento necesario para alcanzar la salvación, estos falsos maestros desecharon la gracia predicada por Pablo, añadiendo obras a la fe necesaria para la salvación.
Estos (falsos) maestros
judaizantes, decían a los nuevos convertidos al cristianismo:
[a] si eran judíos, que no debían abandonar el
judaísmo, es decir, que debían seguir guardando la ley de Moisés; y
[b] si eran gentiles (no judíos), que, antes de convertirse al cristianismo, primero tenían que convertirse al judaísmo y circuncidarse;
Este falso evangelio puede ser llamado de “fe + obras”.
Algunos de estos falsos maestros ya se habían infiltrado en la iglesia de Galacia. Por esto Pablo escribe la carta a los Gálatas, para combatir este problema.
Aunque toda la epístola es importante, no debiéramos dejar de leer y profundizar los siguientes pasajes:
[+] maldición con la que Pablo blindó (protegió) su
Evangelio (Gálatas, 1:8-9);
[+] Pablo recibió su Evangelio por revelación de
Jesucristo (Gálatas, 1:11-12);
[+] la predestinación individual de Pablo (Gálatas,
1:15-17);
[+] el Espíritu Santo y la salvación se reciben por oír
el evangelio con fe (Gálatas, 3:2);
[+] la ley solo fue un tutor o guía para conducirnos a
la fe en Jesucristo (Gálatas, 3:24-26);
[+] exhortación a permanecer firme en la libertad de
la gracia y no caer nuevamente en yugo de esclavitud de la ley (Gálatas, 5:1);
[+] el caer de la gracia (Gálatas, 5:4);
[+] las obras de la carne (Gálatas, 5:17-21);
[+] el fruto del Espíritu (Gálatas, 5:22-23);
[+] la ley de la siembra y de la cosecha (Gálatas, 6:7);
DIOS TE BENDIGA!
Marcelo D. D’Amico
Maestro de la Palabra – Ministerio REY DE GLORIA
