martes, 2 de marzo de 2021

SERIE BOSQUEJOS DE LOS LIBROS DE LA BIBLIA: # 41 - MARCOS

 


Puedes bajar este post como archivo de Word pinchando Aqui

MARCOS 

Autor: Marcos 

Tema: Jesús, Hijo y Siervo de Dios 

Fecha: 55 – 65 d.C. 

Propósito 

En la década del 60 d.C. el pueblo trataba con crueldad a los creyentes de Roma y muchos fueron torturados y asesinados por orden del emperador romano Nerón. Según la tradición, entre los creyentes en Cristo martirizados en Roma durante esa década, figuran los apóstoles Pedro y Pablo. Como era uno de los dirigentes de la iglesia de Roma, a Juan Marcos lo impulsó el Espíritu Santo a que escribiera este Evangelio, como una anticipación profética o una respuesta pastoral a ese tiempo de persecución. Se proponía fortalecer los fundamentos de la fe de los creyentes romanos y, si fuera necesario, inspirarlos a sufrir fielmente por el Evangelio, poniéndoles por ejemplo la vida, los sufrimientos, la muerte y la resurrección del Señor Jesucristo.

Trasfondo 

De los cuatro Evangelio, el de Marcos contiene el relato más conciso acerca del “principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios” (Marcos, 1:1). Juan Marcos se crio en Jerusalén y formó parte de la primera generación de Creyentes (Hechos, 12:12). Tuvo la gran oportunidad de colaborar en el ministerio de tres apóstoles del NT: Pablo (Hechos, 13:1-13, Colosenses, 4:10, Filemón, 1:24), Bernabé (Hechos, 15:39) y Pedro (1 Pedro, 5:13). Según Papías (130 d.C.) y otros padres de la iglesia del siglo II, Marcos recibió el contenido de su Evangelio del apóstol Pedro, lo escribió en Roma y lo adaptó para los creyentes romanos. Aunque no se ha determinado la fecha en que se escribió el Evangelio de Marcos, la mayoría de los eruditos calculan que fue hacia fines de la década del 50 o 60 d.C.. Pudiera haber sido el primero de los Evangelios en escribirse. 

Autoría 

Aunque no se menciona el autor en el libro (lo mismo ocurre en los otros Evangelios), el testimonio unánime de la iglesia primitiva es que fue escrito por Juan Marcos. 

Estructura 

En una narración que se caracteriza por la rapidez de acción, Marcos presenta a Jesucristo como el Hijo de Dios y el Mesías y siervo sufriente. El momento decisivo del libro es el episodio de Cesárea de Filipo, seguido de la transfiguración (Marcos, 8:27 – 9:10), donde se les revelan a sus doce apóstoles la identidad de Jesús y su misión de sufrimiento. La primera mitad del Evangelio se enfoca principalmente en los grandes milagros de Jesús y en su autoridad sobre las enfermedades y los demonios, como señales de que el reino de Dios se ha acercado. Sin embargo, en Cesárea de Filipo, Jesús les dice a los discípulos que tiene que “padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días” (Marcos, 8:31). Hay numerosas referencias en el Evangelio de Marcos al sufrimiento como precio del discipulado (Marcos, 3:21-22, 30, 8:34-38, 10:30, 33-34, 45, 13:8, 11-13). No obstante, la vindicación de Dios viene después del sufrimiento del justo, como se demuestra en la resurrección de Jesús. 

Características especiales 

Hay cuatro características principales en el Evangelio de Marcos:

 

[1] es un Evangelio de acción que recalca lo que Jesús hizo y no lo que dijo; Marcos contiene dieciocho milagros de Jesús y solo cuatro parábolas (sin incluir las declaraciones parabólicas);


[2] es un Evangelio específicamente escrito para los romanos, que explica las costumbres judías, omite todas las narraciones de genealogías y nacimientos, traduce las palabras arameas y emplea términos latinos;


[3] el Evangelio comienza de modo abrupto y pasa rápidamente de un episodio a otro, con frecuente uso del adverbio griego que se traduce “inmediatamente” (42 veces); y


[4] Marcos describe los acontecimientos de la vida de Jesús con fuerza, con precisión y con la capacidad pintoresca de un artista literario; 

Cristo en Marcos 

Cristo es “el becerro sacrificado”: 

Marcos, 8:31 Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días.  

Estudios relacionados 

La blasfemia contra el Espíritu Santo

Observaciones adicionales 

Apocalipsis, 4:6 Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás. 

El versículo anterior, perteneciente al Libro de Apocalipsis, menciona cuatro “seres vivientes” que rodean el trono de Dios. Estos seres vivientes son ángeles pertenecientes a la categoría de los QUERUBINES. Estos seres celestiales están también mencionados en el libro del profeta Ezequiel (Ezequiel, 1:13-24, 3:12-13, 10:9-14). 

Dos QUERUBINES enfrentados uno con el otro, mirando hacia abajo y con las alas extendidas adornaban la parte superior (llamada “Propiciatorio”) del objeto más sagrado del mundo: el Arca de la Alianza. 

Éxodo, 37:6 Hizo asimismo el propiciatorio de oro puro; su longitud de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio. 37:7 Hizo también los dos querubines de oro, labrados a martillo, en los dos extremos del propiciatorio. 37:8 Un querubín a un extremo, y otro querubín al otro extremo; de una pieza con el propiciatorio hizo los querubines a sus dos extremos. 37:9 Y los querubines extendían sus alas por encima, cubriendo con sus alas el propiciatorio; y sus rostros el uno enfrente del otro miraban hacia el propiciatorio. 

La palabra querubín proviene del hebreo “Kerub”, que significa muy cercano o próximo y se refiere a los ángeles más cercanos a Dios. 

Cuatro ángeles QUERUBINES, entonces, rodean el trono de Dios. Continúa el libro de Apocalipsis describiendo a estos seres: 

Apocalipsis, 4:7 El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando. 4:8 Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.  

¿Quiénes son o que representan estos cuatro seres vivientes?. Representan los cuatro Evangelios del NT: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. 

El PRIMER SER VIVIENTE es un LEON y representa al Evangelio de MATEO. Mateo no fue un Evangelio escrito para los romanos, ni para los griegos o gentiles (los no judíos). Fue escrito para los judíos. Si hay un Evangelio que describe a Jesús como el Mesías judío, la expectativa mesiánica completada y concretada en El, es Mateo. En Mateo se presenta a Jesús como el LEON DE JUDA. El Mesías Rey, el Rey León que conquista Israel y las naciones. Jesús es presentado como el Rey de Reyes, el Rey de Israel. Jesús es Ariel, el León de Dios. 

El SEGUNDO SER VIVIENTE es un BECERRO y representa a MARCOS. El becerro es utilizado por Israel para ofrecer sacrificios a Dios. El tema central del Evangelio de Marcos es demostrar que Jesús es el CORDERO DE DIOS, el becerro que se dio en ofrenda por nuestros pecados. 

El TERCER SER VIVIENTE tenía rostro como de HOMBRE. No “de hombre” sino “como de hombre”, lo cual significa que este ser viviente representa al Mesías en su lado humano. Representa al Evangelio de LUCAS. El tema central del Evangelio de LUCAS es demostrar que Jesús es el HOMBRE PERFECTO. Además del Evangelio que lleva su nombre, LUCAS escribió el Libro de los Hechos de los Apóstoles. 

El CUARTO SER VIVIENTE era semejante a un AGUILA volando. Representa a JUAN, el cuarto Evangelio. El tema central del Evangelio de JUAN no es presentar a Jesús como REY, ni como CORDERO, ni como el HOMBRE PERFECTO, sino como DIOS mismo, como el VERBO DE DIOS. 

Los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, más allá de las particularidades de cada uno, tienen muchos puntos de contacto entre sí. El Evangelio de Juan, en cambio, es un poco diferente de los otros tres. 

 

DIOS TE BENDIGA!

Marcelo D. D’Amico

Maestro de la Palabra – Ministerio REY DE GLORIA