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ISAIAS
Autor: Isaías
Tema: juicio y salvación
Fecha: 700 - 680 a.C.
Propósito
Se nota un propósito triple para la escritura de Isaías:
[1] el profeta, primero confronto a su nación y
otras naciones contemporáneas con la Palabra del Señor, en cuanto a su pecado y
al juicio venidero de Dios;
[2] entonces, por visiones reveladoras y el Espíritu
de la profecía, Isaías profetizo la esperanza a toda la generación futura de judíos
exiliados que, a su tiempo, serian restaurados de la cautividad y a quienes
Dios redimiría como luz a los no judíos; y
[3] por último, Isaías profetizo que Dios iba a
enviar al Mesías davídico, cuya salvación incluiría, al fin, a todas las
naciones de la tierra, dando así esperanza al pueblo de Dios bajo al Antiguo y
Nuevo Pacto;
Trasfondo
El ambiente histórico del ministerio profético de Isaías, hijo de Amoz, fue Jerusalén durante el reinado de cuatro reyes de Judá: Uzias, Jotam, Acaz y Ezequías (Isaías, 1:1). Puesto que el rey Uzias murió en 740 a.C. (Isaías, 6:1) y Ezequías en 687 a.C., el ministerio de Isaías cubrió casi medio siglo de la historia de Judá. Según la tradición hebrea, Isaías fue martirizado al ser aserrado por la mitad, por orden del malvado hijo de Ezequías y sucesor al trono: el rey Manases (680 a.C.). El capítulo 11 del libro de Hebreos, que se refiere a los héroes de la fe, parece aludir al martirio de Isaías:
Hebreos, 11:37 Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados;
Parece que Isaías descendía de una familia influyente de la clase alta de Jerusalén. Era culto, tenía dones de poeta y profeta, estaba familiarizado con la realeza y dio consejo profético a los reyes en cuanto a las relaciones exteriores de Judá. Se le considera usualmente como el más literario e influyente de los profetas escritores. Estaba casado con una profetisa y tenían dos hijos cuyos nombres contenían un mensaje simbólico para la nación.
Isaías fue contemporáneo de Oseas y Miqueas. Profetizo durante la expansión amenazante del imperio asirio, la caída final de Israel (el reino del norte) en 722 a.C. y la decadencia espiritual y moral de Judá (el reino del sur). Isaías advirtió al rey Acaz de Judá que no buscara la ayuda de Asiria contra Israel (el reino del norte) y Siria. Advirtió también al rey Ezequías, después de la caída de Israel (el reino del norte) en 722 a.C., que no hiciera alianzas con las naciones extranjeras contra Asiria. Exhorto a ambos reyes a poner su confianza solo en Jehová como su seguridad (Isaías, 7:3-7, 30:1-17). Isaías disfruto de su mayor influencia durante el reinado de Ezequías.
Autoría
Algunos eruditos ponen en duda que Isaías escribiera todo el libro que lleva su nombre. Esos eruditos solo asignan los capítulos 1 al 39 al Isaías de Jerusalén y típicamente atribuyen los capítulos 40 al 66 a otro autor o autores de más de siglo y medio después de Isaías. No hay datos bíblicos, sin embargo, que requieran que rechacemos la paternidad literaria de Isaías con respecto a la totalidad del libro. Los mensaje proféticos de Isaías, 40 al 66, para los judíos exiliados en Babilonia mucho tiempo después de su muerte, recalcan la capacidad de Dios de revelar sucesos futuros precisos por medio de sus profetas (Isaías, 42:8-9, 44:6-8, 45:1, 47:1-11, 53:1-12). Si aceptamos los fenómenos de las visiones y revelaciones proféticas (Apocalipsis, 1:1, 4:1 – 22:21), entonces se quita el mayor obstáculo para creer que Isaías escribió todo el libro.
Las evidencias positivas de apoyo abundan y caen bajo dos categorías amplias:
[1] la evidencia interna del
propio libro incluye el sobrescrito en Isaías,
1:1 (que vale para todo el libro);
Isaías, 1:1 Visión de Isaías hijo
de Amoz, la cual vio acerca de Judá y Jerusalén en días de Uzías, Jotam, Acaz y
Ezequías, reyes de Judá.
[2] los numerosos e
impresionantes paralelos de expresión y pensamiento entre ambas secciones
principales del libro;
Un ejemplo notable de esto es la expresión
“el Santo de Israel”, que ocurre 12 veces en Isaías, 1 al 39, 14 veces en Isaías,
40 al 66 y solo 6 veces en el resto del AT;
[3] no menos de veinticinco
formas de palabras hebreas aparecen en las dos divisiones principales de Isaías,
pero no aparecen en ninguna otra parte de los libros proféticos del AT;
[4] la evidencia externa incluye
el testimonio del Talmud judío (reflexiones rabínicas sobre el AT hebreo) y el
NT mismo, que atribuye todas las partes del libro al profeta Isaías (Mateo,
12:17-21 con Isaías, 42:1-4; Mateo, 3:3 y Lucas, 3:4 con Isaías, 40:3; Juan,
12:37-41 con Isaías, 6:9-10 y 53:1; Hechos, 8:28-33 con Isaías, 53:7-9;
Romanos, 9:27 y 10:16-21 con Isaías, 10, 53 y 65).
Estructura
La mayoría de los eruditos concuerdan en que los 66 capítulos de Isaías se dividen naturalmente en dos secciones principales: Isaías, 1 al 39 y 40 al 66. En ciertos aspectos, el libro de Isaías es como la Biblia en miniatura: las dos divisiones de Isaías ponen énfasis en los temas generales del juicio y la salvación, que corresponden a los temas generales del AT y del NT y en ambas divisiones de Isaías y la Biblia, el hilo que los vincula es la obra redentora de Cristo.
[1] Isaías, 1 al 39;
Esta primera sección contiene, a
su vez, cuatro grandes secciones de información:
[a] en Isaías, 1 al 12, el
profeta advierte y denuncia a Judá por su idolatría, inmoralidad e injusticia
social durante un tiempo de prosperidad engañosa; entretejidas con el mensaje
del juicio venidero, hay importantes profecías mesiánicas (Isaías, 2:4, 7:14,
9:6-7, 11:1-9) y el testimonio de Isaías de su propia limpieza del pecado y su comisión
divina para el ministerio profético (Isaías, 6);
[b] en Isaías, 13 al 23, Isaías
profetiza a las naciones contemporáneas de Judá acerca de su pecado y del
juicio venidero de Dios;
[c] Isaías, 24 al 35 contienen
una variedad de promesas proféticas de la salvación y juicio futuros; y
[d] Isaías, 36 al 39 registran una historia selectiva de la vida del rey Ezequías, que es paralela a 2 Reyes, 18:13 – 20:21;
[2] Isaías, 40 al 66;
Esta sección contiene unas de las
profecías más profundas de la Biblia acerca de la grandeza de Dios y la
vastedad de su plan redentor. Estos capítulos inspiraron esperanza y consuelo
en el pueblo de Dios durante los años restantes del reinado de Ezequías (Isaías,
35:5) y siglos después.
Están llenos de la revelación profética
de la gloria y el poder de Dios y de sus promesas de restaurar un remanente
justo y fructífero en Israel y entre las naciones, para la plena demostración
de su amor redentor. Estas promesas y su cumplimiento van especialmente
conectadas al tema del sufrimiento y contienen los “cantos del Siervo” escritos
por Isaías (Isaías, 42:1-4, 49:1-6, 50:4-9, 52:13 – 53:12), que señalan más allá
de la experiencia de los judíos exiliados a la futura venida de Jesucristo y su
muerte expiatoria (Isaías, 53). El profeta predice que la venida del Mesías permitirá
que la justicia brille y que la salvación avance a las naciones como una
antorcha ardiente (Isaías, 60 al 66). El condena la ceguera espiritual con
respecto a los caminos de Dios (Isaías, 42:18-25) y alaba la oración
intercesora y el esfuerzo espiritual del pueblo de Dios como requisito
necesario para que se cumplan todas las cosas (Isaías, 56:6-8, 62:1-2, 6-7,
66:7-18).
Características especiales
Ocho aspectos o énfasis principales caracterizan el libro de Isaías:
[1] está escrito principalmente
en la forma poética hebrea y no ha sido superado como gema literaria por la
belleza, el poder y la versatilidad de su poesía; el vocabulario excelente de Isaías
supera a todos los escritores del AT;
2] a Isaías lo llaman “el profeta
evangélico” porque, de todos los libros del AT, sus profecías mesiánicas
contienen la declaración más completa y clara del evangelio de Jesucristo;
[3] su visión de la cruz en Isaías,
53 es la profecía mas específica y detallada de toda la Biblia acerca de la
muerte expiatoria de Jesús;
[4] es el más teológico y extenso
de todos los libros proféticos del AT; retrocede en el tiempo a la creación por
Dios de los cielos, la tierra y la vida humana (Isaías, 42:5) y mira adelante
en el tiempo hacia la consumación de la historia y la creación de los cielos
nuevos y una tierra nueva por Dios (Isaías, 65:17, 66:22);
[5] contiene más revelación acerca
de la naturaleza, la majestad y la santidad de Dios que ningún otro libro profético
del AT; el Dios de Isaías es santo y todopoderoso, el que juzgara el pecado y la injusticia entre los seres
humanos y las naciones; su expresión favorita para Dios es “el Santo de
Israel”;
[6] Isaías, cuyo nombre significa
“Jehová es salvación” o “Jehová salva”, es el profeta de la salvación; usa la
palabra “salvación” casi tres veces más que todos los otros libros proféticos
del AT juntos; Isaías revela que el propósito pleno de la salvación de Dios se
realizara solo por medio del Mesías;
[7] Isaías, con frecuencia, se
refiere a sucesos redentores anteriores de la historia de Israel, por ejemplo,
al Éxodo (Isaías, 4:5-6, 11:15, 31:5, 43:16-17), a la destrucción de Sodoma y
Gomorra (Isaías, 1:9) y a la victoria de Gedeón sobre los madianitas (Isaías,
9:4, 10:26, 28:21); también toma del canto profético de Moisés en Deuteronomio,
32 (Isaías, 1:2, 30:17, 43:11, 13);
[8] Isaías, junto a Deuteronomio
y Salmos, es uno de los libros del AT que más a menudo se cita y al cual se
hace referencia en el NT;
Cumplimiento en el NT
Isaías profetiza acerca de Juan el Bautista como precursor del Mesías (Isaías, 40:3-5, Mateo, 3:1-3). Las siguientes son algunas de las muchas profecías mesiánicas de Isaías y su aplicación en el NT en la vida y ministerio de Jesucristo:
[a] su encarnación y deidad (Isaías,
7:14 con Mateo, 1:22-23 y Lucas 1:34-35; Isaías, 9:6-7 con Lucas, 1:32-33 y
2:11);
[b] su juventud (Isaías, 7:15-16
y 11:1 con Lucas, 3:23, 32 y Hechos, 13:22-23);
[c] su misión (Isaías, 11:2-5, 42:1-4, 60:1-3 y 61:1 con Lucas, 4:17-19,
21);
[d] su obediencia (Isaías, 50:5 con Hebreos, 5:8);
[e] su mensaje y unción por el Espíritu
(Isaías, 11:2, 42:1 y 61:1 con Mateo, 12:15-21);
[f] sus milagros (Isaías, 35:5-6 con Mateo, 11:2-5);
[g] su sufrimiento (Isaías, 50:6
con Mateo, 26:67 y 27:26, 30; Isaías, 53:4-5, 11 con Hechos, 8:28-33);
[h] su rechazo (Isaías, 53:1-3 con Lucas, 23:18, Juan, 1:11 y 7:5);
[i] su vergüenza (Isaías, 52:14 con Filipenses, 2:7-8);
[j] su muerte expiatoria (Isaías, 53:4-12 con Romanos, 5:6);
[k] su ascensión (Isaías, 52:13 con Filipenses, 2:9-11); y
[l] su segunda venida (Isaías,
26:20-21 con Judas, 1:14; Isaías, 61:2-3 con 2 Tesalonicenses, 1:5-12; Isaías,
65:17-25 con 2 Pedro, 3:13);
Cristo es “nuestro Príncipe de Paz”:
Isaías, 9:6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
DIOS TE BENDIGA!
Marcelo D. D’Amico
Maestro de la Palabra – Ministerio REY DE GLORIA