lunes, 1 de marzo de 2021

SERIE BOSQUEJOS DE LOS LIBROS DE LA BIBLIA: # 29 - JOEL

 


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JOEL 

Autor: Joel 

Tema: el día grande y terrible de Jehová 

Fecha: 835 – 830 a.C. (?) 

Propósito 

Joel habló y escribió debido a dos desastres naturales recientes y la inminencia de una invasión militar extranjera a Judá. Tenía un propósito triple:

 

[1] reunir al pueblo ante el Señor, en una asamblea grande y solemne (Joel, 1:14, 2:15-16);


[2] exhortar al pueblo a arrepentirse y regresar con humildad al Señor Dios con ayuno, lamentación, lagrimas e intercesión por la misericordia de Dios (Joel, 2:12-17); y


[3] registrar la palabra profética de Dios a su pueblo el día de su sincero arrepentimiento (Joel, 2:18 – 3:21); 

Trasfondo 

Joel, cuyo nombre significa “Jehová es Dios”, se identifica como “hijo de Petuel” (Joel, 1:1). Sus numerosas referencias, a través del libro, a Sion y al ministerio del templo, indican que fue profeta para Judá y Jerusalén. Su familiaridad con los sacerdotes ha hecho que algunos piensen que era un profeta “sacerdotal” (Jeremías, 28:1, 5), que hablaba la palabra verdadera del Señor. 

Puesto que Joel no menciona a ningún rey ni sucesos históricos fechables, el tiempo de su mensaje y ministerio proféticos es incierto. Algunos creen que el ministerio de Joel ocurrió después que los judíos exiliados regresaron a Jerusalén y reconstruyeron el templo (510 – 400 a.C.). En esa época, no había rey en Judá y los líderes espirituales más eminentes eran sacerdotes. Otros, en cambio, creen que el mensaje de Joel ocurrió durante los primeros días del joven rey Joas (835 – 830 a.C.), que ascendió al trono de Judá a la edad de 7 años (2 reyes, 11:21) y permaneció bajo la regencia del sumo sacerdote Joiada mientras era menor de edad. Esta situación explicaría la importancia de los sacerdotes en el libro de Joel y la ausencia de referencias al rey. El tema profético y el estilo literario de Joel se parecen más a los de los profetas del siglo VIII (Amos, Miqueas e Isaías) que a los de los profetas de después del exilio (Hageo, Zacarías y Malaquías). 

Estos y otros hechos favorecen al ambiente del siglo IX para el libro.

La ocasión inmediata del libro fue una invasión de langostas y una sequía grave, combinación que devastó al pueblo de Judá en casi todos los niveles de la sociedad. La capacidad de una gran plaga de langostas para consumir toda la vegetación sobre muchos kilómetros cuadrados está bien documentada y tal devastación ha ocurrido en esa parte del mundo en épocas antiguas y modernas. 

Autoría 

No hay razones para pensar que Joel no sea al autor del libro del AT que lleva su nombre. 

Estructura 

El contenido del libro se divide en tres secciones:

 

[1] Joel, 1:2-20 describe la devastación de Judá cuando una invasión grande de langostas consumió el follaje de viñas, árboles y campos (Joel, 1:7, 10), sometiendo así al pueblo a gran adversidad; en medio de ese desastre, el profeta Joel llamo a los líderes espirituales de Judá para que guiaran al pueblo en el arrepentimiento nacional (Joel, 1:13-14);

 

[2] Joel, 2:1-17 registra la inminencia de un juicio de Dios aun mayor desde el norte (Joel, 1:1-11), en la forma de:

 

[a] otra plaga de langostas descripta de manera metafórica como un ejército destructor; o


[b] una verdadera invasión militar extranjera;

 

Otra vez el profeta hacía sonar una alarma espiritual en Sion (Joel, 2:1, 15), llamando a una gran asamblea solemne en la cual los sacerdotes y todo el pueblo buscarían fervorosamente la misericordia de Dios en arrepentimiento, ayuno, intercesión y quebranto verdadero delante de Él (Joel, 2:12-17);

 

[3] Joel, 2:18 – 3:21 comienza con la declaración de que Dios se apiadó  de su pueblo cuando vio su arrepentimiento sincero (los verbos hebreos en Joel, 2:18-19 indican acción completa y se deben traducir en el pretérito); el humilde arrepentimiento de Judá y la gran misericordia de Dios fueron la ocasión para las profecías de Joel  acerca del futuro, que comprenden promesas de restauración (Joel, 2:19-27), el derramamiento del Espíritu Santo sobre toda la humanidad (Joel, 2:28-31) y los juicios y la salvación de Dios en el tiempo del fin (Joel, 3:1-21); 

Características especiales 

Cinco aspectos o énfasis principales caracterizan el libro de Joel: 

[1] es una de las obras maestras más pulidas de la literatura del AT;

[2] contiene la profecía más profunda del AT acerca del derramamiento pentecostal del Espíritu Santo sobre toda la humanidad (Joel, 2:28-29);

[3] registra numerosos desastres nacionales – plagas de langostas, sequias, hambres, fuegos sin control, invasiones militares extranjeras y calamidades celestiales – como el juicio de Dios por la desintegración espiritual y moral;

[4] pone énfasis en que Dios a veces obra de modo soberano en la historia por medio de tales desastres naturales e invasiones militares para producir el arrepentimiento, el avivamiento y la redención; y

[5] presenta el modelo de un predicador profético que, debido a su comunión íntima con Dios y su estatura espiritual, puede llamar al pueblo de Dios con determinación a que se arrepienta como nación en una hora critica de su historia y a lograr resultados positivos por medio de tal arrepentimiento; 

Cumplimiento en el NT 

Versículos de Joel contribuyeron poderosamente al mensaje del NT:

 

[1] la profecía acerca de la venida del Espíritu Santo (Joel, 2:28-32) la cita Pedro de manera específica en su mensaje de Pentecostés (Hechos, 2:16-21), después que el Espíritu Santo hubo descendido del cielo con poder sobre 120 miembros fundadores de la iglesia primitiva, con las manifestaciones espirituales de hablar en lenguas, profetizar y alabar a Dios (Hechos, 2:4, 6-8, 11, 17-18);

[2] además, la invitación de Pedro a las multitudes en esa fiesta judía con respecto a su necesidad de invocar el nombre del Señor para ser salvos, estaba inspirada (en parte) por lo que había dicho Joel (Joel, 2:32, 3:14, Hechos, 2:21, 37-41); Pablo también cita Joel, 2:32 (en Romanos, 10:13);

[3] las señales apocalípticas en los cielos que Joel profetizo que ocurrirían  en el tiempo del fin (Joel, 2:30-31), no solamente las cita Pedro (Hechos, 2:19-20), sino que también Jesús (Mateo, 24:29) y Juan en Patmos (Apocalipsis, 6:12-14) se refieren a ellas;

[4] por último, la profecía de Joel acerca del juicio de Dios a las naciones en el valle de Josafat (Joel, 3:2, 12-14), se desarrolla más en el último libro de la Biblia (Apocalipsis, 14:18-20, 16:12-16, 19:19-21, 20:7-9); 

Hay dimensiones presentes y futuras de todas esas aplicaciones de Joel en el NT. Los dones del Espíritu que comenzaron a fluir por medio del pueblo de Dios en Pentecostés todavía están a disposición de los creyentes hoy día (1 Corintios, 12:1 – 14:40). Los versículos que preceden inmediatamente a la profecía de Joel acerca del Espíritu Santo (la analogía de la cosecha y la lluvia temprana y la tardía, Joel, 2:23-27) y los versículos que siguen inmediatamente (las señales celestiales de los postreros días, Joel, 2:30-32), también indican que la profecía acerca del derramamiento del Espíritu Santo (Joel, 2:28-29), no solo incluye la lluvia inicial del Espíritu Santo en Pentecostés sino, también, un último derramamiento culminante del Espíritu sobre toda la humanidad al fin de esta era. 

Cristo en Joel 

Cristo es “el que bautiza con Espíritu Santo”: 

Joel, 2:28 Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. 2:29 Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. 

Mateo, 3:11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.

  

DIOS TE BENDIGA!

Marcelo D. D’Amico

Maestro de la Palabra – Ministerio REY DE GLORIA