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JOEL
Autor: Joel
Tema: el día grande y terrible de Jehová
Fecha: 835 – 830 a.C. (?)
Propósito
Joel habló y escribió debido a
dos desastres naturales recientes y la inminencia de una invasión militar
extranjera a Judá. Tenía un propósito triple:
[1] reunir al pueblo ante el Señor, en una asamblea
grande y solemne (Joel, 1:14, 2:15-16);
[2] exhortar al pueblo a arrepentirse y regresar con
humildad al Señor Dios con ayuno, lamentación, lagrimas e intercesión por la
misericordia de Dios (Joel, 2:12-17); y
[3] registrar la palabra profética de Dios a su pueblo el día de su sincero arrepentimiento (Joel, 2:18 – 3:21);
Trasfondo
Joel, cuyo nombre significa “Jehová es Dios”, se identifica como “hijo de Petuel” (Joel, 1:1). Sus numerosas referencias, a través del libro, a Sion y al ministerio del templo, indican que fue profeta para Judá y Jerusalén. Su familiaridad con los sacerdotes ha hecho que algunos piensen que era un profeta “sacerdotal” (Jeremías, 28:1, 5), que hablaba la palabra verdadera del Señor.
Puesto que Joel no menciona a ningún rey ni sucesos históricos fechables, el tiempo de su mensaje y ministerio proféticos es incierto. Algunos creen que el ministerio de Joel ocurrió después que los judíos exiliados regresaron a Jerusalén y reconstruyeron el templo (510 – 400 a.C.). En esa época, no había rey en Judá y los líderes espirituales más eminentes eran sacerdotes. Otros, en cambio, creen que el mensaje de Joel ocurrió durante los primeros días del joven rey Joas (835 – 830 a.C.), que ascendió al trono de Judá a la edad de 7 años (2 reyes, 11:21) y permaneció bajo la regencia del sumo sacerdote Joiada mientras era menor de edad. Esta situación explicaría la importancia de los sacerdotes en el libro de Joel y la ausencia de referencias al rey. El tema profético y el estilo literario de Joel se parecen más a los de los profetas del siglo VIII (Amos, Miqueas e Isaías) que a los de los profetas de después del exilio (Hageo, Zacarías y Malaquías).
Estos
y otros hechos favorecen al ambiente del siglo IX para el libro.
La
ocasión inmediata del libro fue una invasión de langostas y una sequía grave,
combinación que devastó al pueblo de Judá en casi todos los niveles de la
sociedad. La capacidad de una gran plaga de langostas para consumir toda la
vegetación sobre muchos kilómetros cuadrados está bien documentada y tal
devastación ha ocurrido en esa parte del mundo en épocas antiguas y modernas.
Autoría
No hay razones para pensar que Joel no sea al autor del libro del AT que lleva su nombre.
Estructura
El
contenido del libro se divide en tres secciones:
[1] Joel, 1:2-20 describe la
devastación de Judá cuando una invasión grande de langostas consumió el follaje
de viñas, árboles y campos (Joel, 1:7, 10), sometiendo así al pueblo a gran
adversidad; en medio de ese desastre, el profeta Joel llamo a los líderes
espirituales de Judá para que guiaran al pueblo en el arrepentimiento nacional
(Joel, 1:13-14);
[2] Joel, 2:1-17 registra la
inminencia de un juicio de Dios aun mayor desde el norte (Joel, 1:1-11), en la
forma de:
[a] otra plaga de langostas
descripta de manera metafórica como un ejército destructor; o
[b] una verdadera
invasión militar extranjera;
Otra vez el profeta hacía sonar
una alarma espiritual en Sion (Joel, 2:1, 15), llamando a una gran asamblea
solemne en la cual los sacerdotes y todo el pueblo buscarían fervorosamente la
misericordia de Dios en arrepentimiento, ayuno, intercesión y quebranto
verdadero delante de Él (Joel, 2:12-17);
[3] Joel, 2:18 – 3:21 comienza con la declaración de que Dios se apiadó de su pueblo cuando vio su arrepentimiento sincero (los verbos hebreos en Joel, 2:18-19 indican acción completa y se deben traducir en el pretérito); el humilde arrepentimiento de Judá y la gran misericordia de Dios fueron la ocasión para las profecías de Joel acerca del futuro, que comprenden promesas de restauración (Joel, 2:19-27), el derramamiento del Espíritu Santo sobre toda la humanidad (Joel, 2:28-31) y los juicios y la salvación de Dios en el tiempo del fin (Joel, 3:1-21);
Características especiales
Cinco aspectos o énfasis principales caracterizan el libro de Joel:
[1] es una de las obras maestras más pulidas de la literatura del AT;
[2] contiene la profecía más
profunda del AT acerca del derramamiento pentecostal del Espíritu Santo sobre
toda la humanidad (Joel, 2:28-29);
[3] registra numerosos desastres
nacionales – plagas de langostas, sequias, hambres, fuegos sin control,
invasiones militares extranjeras y calamidades celestiales – como el juicio de
Dios por la desintegración espiritual y moral;
[4] pone énfasis en que Dios a
veces obra de modo soberano en la historia por medio de tales desastres
naturales e invasiones militares para producir el arrepentimiento, el
avivamiento y la redención; y
[5] presenta el modelo de un predicador profético que, debido a su comunión íntima con Dios y su estatura espiritual, puede llamar al pueblo de Dios con determinación a que se arrepienta como nación en una hora critica de su historia y a lograr resultados positivos por medio de tal arrepentimiento;
Cumplimiento en el NT
Versículos
de Joel contribuyeron poderosamente al mensaje del NT:
[1] la profecía acerca de la
venida del Espíritu Santo (Joel, 2:28-32) la cita Pedro de manera específica en
su mensaje de Pentecostés (Hechos, 2:16-21), después que el Espíritu Santo hubo
descendido del cielo con poder sobre 120 miembros fundadores de la iglesia
primitiva, con las manifestaciones espirituales de hablar en lenguas,
profetizar y alabar a Dios (Hechos, 2:4, 6-8, 11, 17-18);
[2] además, la invitación de
Pedro a las multitudes en esa fiesta judía con respecto a su necesidad de
invocar el nombre del Señor para ser salvos, estaba inspirada (en parte) por lo
que había dicho Joel (Joel, 2:32, 3:14, Hechos, 2:21, 37-41); Pablo también
cita Joel, 2:32 (en Romanos, 10:13);
[3] las señales apocalípticas en
los cielos que Joel profetizo que ocurrirían
en el tiempo del fin (Joel, 2:30-31), no solamente las cita Pedro
(Hechos, 2:19-20), sino que también Jesús (Mateo, 24:29) y Juan en Patmos
(Apocalipsis, 6:12-14) se refieren a ellas;
[4] por último, la profecía de Joel acerca del juicio de Dios a las naciones en el valle de Josafat (Joel, 3:2, 12-14), se desarrolla más en el último libro de la Biblia (Apocalipsis, 14:18-20, 16:12-16, 19:19-21, 20:7-9);
Hay dimensiones presentes y futuras de todas esas aplicaciones de Joel en el NT. Los dones del Espíritu que comenzaron a fluir por medio del pueblo de Dios en Pentecostés todavía están a disposición de los creyentes hoy día (1 Corintios, 12:1 – 14:40). Los versículos que preceden inmediatamente a la profecía de Joel acerca del Espíritu Santo (la analogía de la cosecha y la lluvia temprana y la tardía, Joel, 2:23-27) y los versículos que siguen inmediatamente (las señales celestiales de los postreros días, Joel, 2:30-32), también indican que la profecía acerca del derramamiento del Espíritu Santo (Joel, 2:28-29), no solo incluye la lluvia inicial del Espíritu Santo en Pentecostés sino, también, un último derramamiento culminante del Espíritu sobre toda la humanidad al fin de esta era.
Cristo en Joel
Cristo es “el que bautiza con Espíritu Santo”:
Joel, 2:28 Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. 2:29 Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.
Mateo, 3:11 Yo a la verdad os bautizo en agua para
arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de
llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
DIOS TE BENDIGA!
Marcelo D. D’Amico
Maestro de la Palabra – Ministerio REY DE GLORIA