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Todo el problema comienza con la
naturaleza de Dios. Dios es justo. Dios es santo. Dios no puede violar sus
atributos. El no puede hacer algo que contradiga Su naturaleza. El es un Dios
recto. Ahora bien, esto es algo bueno. Sería terrible pensar que este universo
fue creado por un dios malvado, por un dios omnipotente que fuera malvado.
Sería absolutamente aterrador. De modo que, en principio, es algo bueno que
Dios sea Justo, Santo y Recto. Pero entonces, esto presenta un problema. Si
Dios es justo… ¿qué es lo que hace con nosotros?. Vamos a ilustrar este
problema. Hace unos años (comenta Paula Washer) estuve en Europa e iba a dar un
discurso en una universidad y sabia que la multitud se iba a poner en mi contra
y todos tenían la idea que este “dinosaurio social” iba a venir con algún
mensaje puritano y a decirles a todos que eran unos pecadores. Así que, cuando
subí a la plataforma, realmente ore: “Señor, por favor, ayúdame”. Y sentí que
El me dio sabiduría. Mire a la multitud de estudiantes universitarios y les
dije: “voy a compartir con ustedes la verdad mas aterradora de las Escrituras”.
Y continué diciéndoles y advirtiéndoles: “estoy a punto de compartir con
ustedes la verdad mas aterradora que puedan saber de Dios”. Así que, cuando
ellos ya estaban atentos desde sus asientos, los mire y les dije: “aquí esta:
la verdad mas aterradora de las Escrituras es que Dios…. es bueno”. En ese
momento, todos comenzaron a reírse y a preguntarse “¿cuál es el problema?”.
Algunos de ellos, incluso, preguntaron: “¿cuál es el problema con que Dios sea
bueno?”, “¿por qué eso es una mala noticia?”, “¿por qué es aterrador que Dios
sea bueno?”. Y mi respuesta fue esta: “es aterrador saber que Dios es bueno,
porque nosotros no lo somos”.
Entonces ¿qué hace un Dios bueno con nosotros?. Pecamos contra Dios, pecamos
unos contra otros, pecamos contra la naturaleza, pecamos contra todo. Toda la
creación clama por nuestra condenación. Si Dios es verdaderamente Justo,
entonces ¿qué hace con nosotros?. Si Dios, simplemente, pasa por alto la
maldad, deja de ser Justo. Si un Dios Santo llama a los malvados hacia El para
compartir con ellos, entonces no es un Dios Santo. De modo que la gran pregunta
de toda la Biblia es esta: ¿Cómo puede un Dios Justo perdonar malvados y seguir
siendo Justo?. ¿Cómo un Dios Santo llama a los malvados a tener comunión con
El, siendo un Dios Santo?. Y la repuesta se encuentra en la cruz de Jesucristo.
En la cruz de Jesucristo vemos esta tremenda y única revelación de la amplitud
de los atributos de Dios. Dios es Justo. El debe condenar nuestro pecado. Dios
es amor y por eso se convierte en hombre por medio de Su Hijo. Vive una vida
perfecta como hombre y luego va hacia esa cruz y en esa cruz los pecados de su
pueblo son echados sobre El. Y toda la justicia de Dios, toda la ira de Dios
que merecíamos nosotros es arrojada sobre la cabeza de Cristo. La cantidad
exacta que era requerida para satisfacer la justicia de Dios. Después de
sufrir, Cristo dijo “CONSUMADO ES”. Esto significa que hizo lo que era requerido
para satisfacer la justicia de Dios contra su pueblo. El pago el precio en su
totalidad.
Es muy importante entender esto. Que
no fue simplemente que nuestros pecados fueron perdonados porque los romanos
golpearon a Jesús y lo clavaron en una cruz. Nuestros pecados fueron pagados
porque en esa cruz El cargo con nuestros pecados. Y le plació a Dios, el Señor,
quebrantar a Su propio Hijo. La ira de Dios, que debió haber caído sobre mí y
sobre ti, cayo, en cambio, sobre su Unigénito Hijo. Y lo sufrió completamente,
pago el precio, murió, porque la paga del pecado es muerte y en el tercer día
resucito de entre los muertos. Y ahora está sentado a la diestra de Dios y no
hay otro nombre, ningún otro nombre, en cualquier otro mundo, no hay ningún
otro nombre dado a los hombres en el que podamos ser salvos, excepto por el
nombre de Jesucristo. El es el camino, la verdad y la vida. Y nadie puede
llegar al Padre, excepto por medio de Jesucristo. Hay un solo Dios y un solo
mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo hombre. Y para que podamos ser
salvos, la Biblia llama a todos los hombres a arrepentirse de sus pecados y a
creer en el Evangelio.
Ahora bien ¿qué significa
arrepentirse?. Muchos han definido el término “arrepentimiento” como “cambiar
la mente”. Este es el significado de la palabra en griego y es verdad. Pero
significa mucho más de lo que tú y yo podemos entender en nuestra cultura de
hoy. Alguien podría decir que “cambiar la mente” no es tan difícil. Sin
embargo, no es tan sencillo si comprendemos el verdadero significado de
“mente”. La mente, en la Biblia, hace referencia a nuestros pensamientos, al
corazón, es el centro de control del ser humano, es el centro de control de
nuestra voluntad, de nuestras emociones, de nuestro intelecto, de nuestro proceso
de toma de decisiones. Esto significa que si tú verdaderamente has cambiado tu
mente, todo lo demás cambiara junto con ella. Permítanme dar una perfecta
descripción de “arrepentimiento”. El apóstol Pablo tuvo un cambio de mente.
Cuando partió camino a Damasco, partió con órdenes de capturar cristianos. ¿Por
qué?. Porque Pablo pensaba que Jesús era el más grande blasfemador que camino
en la tierra. Esto era lo que él pensaba. También pensaba que los cristianos
eran una secta terrible que tenía que ser destruida. Así que luego, en su
camino a Damasco, tuvo un encuentro con el Cristo resucitado. ¿Y qué sucedió?.
Su manera de pensar cambio. Quedo demostrado que toda su realidad era errada.
Todo lo que él pensó acerca de la realidad (en especial en relación a Dios) era
errado. Reconoció que estaba equivocado y comenzó a pensar de una manera
completamente diferente. ¿Y ahora que pensaba?. Que Jesús era el Hijo de Dios y
el tan esperado Mesías. El ahora pensaba que los cristianos eran el verdadero
pueblo de Dios, el verdadero Israel de Dios. Y debido a que sus pensamientos
cambiaron, todo lo demás cambio. Después de haber sido bautizado, comenzó a
ministrar, a predicar el Evangelio y a ser perseguido por tener el, ahora, la
misma fe que alguna vez persiguió. Arrepentirte, es darte cuenta que toda tu
manera de pensar y tu manera de ver la realidad es errada. Y luego ver y
someterte a la verdad de Dios, acerca de quién es El y de quien eres tú y
acerca de quién es Jesús y de lo que ha hecho por ti. Ahora la pregunta es: ¿te
has arrepentido?. ¿Ha cambiado tu mente y con ella todo lo demás?. Ese cambio
de mente ¿ha cambiado tu intelecto, tu voluntad, tus emociones?. Los pecados
que antes cometías y amabas ¿ahora los aborreces?. La santidad que antes
ignorabas ¿ahora la anhelas?. El Cristo que no formaba parte de tu vida y del
cual viviste lejos ¿ahora lo estimas?. ¿Consideras el Reino de los Cielos como
una perla de gran precio?. Estas son ciertas evidencias de que una obra de
arrepentimiento ha sido hecha en tu corazón.
No solo debemos arrepentirnos sino,
también, creer en Jesucristo. Reconocer que no hay absolutamente nada en
nosotros que nos pueda salvar. Se trata de reconocer que solo tienes una
esperanza. Y el 100% de esa esperanza está fundada en la persona y obra de
Jesucristo. Es saber que no te puedes salvar a ti mismo, hasta el punto de que
si alguien te sugiere que podrías entrar en el Reino de los Cielos por hacer
obras de bien te causaría nauseas y dirías “eso es una blasfemia”. Soy salvo
por una sola razón: poco mas de 2000 años atrás, el Hijo de Dios sangro y murió
por mí. Así que la salvación viene a nosotros a través del arrepentimiento y la
fe en Jesucristo. Ahora, si realmente crees en Cristo, tienes la vida eterna.
Pero ¿Cómo sabes que has creído verdaderamente?. Incluso si has tenido cierta
experiencia de conversión o experimentado algún tipo de paz de parte de Dios y
muchas otras emociones ¿cómo sabes que fue verdadero?. Una de las maneras de
saberlo es que continuara. No necesariamente continuaran las emociones. Lo que
continuara es tu crecimiento en la gracia de Dios. Continuaras profundizando en
tu arrepentimiento, continuaras profundizando tu fe. Poco a poco serás
transformado más y más a la imagen de Jesucristo. Pero tú te preguntaras “un
cristiano ¿peca?”. Si, tristemente, si. ¿Puede un creyente verdadero caer en
pecado?. Si. Pero aquí está la diferencia. Un creyente verdadero no puede vivir
en continuo estado de carnalidad, en un continuo estado de inmadurez. Porque la
Biblia dice: “… el que comenzó en nosotros la buena obra la perfeccionara”. La
Biblia habla de esto en Hebreos, 12. Una de las más grandes evidencias de la
verdadera conversión es que Dios te cuidara con amor paternal e incluso te
disciplinara cuando te apartes del camino. No porque Su actitud hacia ti haya
cambiado, sino porque te ama y desea tu santidad. Cuando te conviertes en
cristiano, te conviertes en una parte de la providencia de Dios y el que
comenzó la buena obra sin dudas la finalizara. El Evangelio de Jesucristo es
que Dios es Justo. El hombre esta radicalmente depravado y es merecedor de toda
condenación. Y para que pudiera ser perdonado la justicia de Dios tenía que ser
antes satisfecha. Y eso sucedió en la cruz, donde Cristo ocupo el lugar de Su
pueblo, cargo con sus pecados y fue aplastado bajo el peso completo de la ira
de Dios que nosotros merecíamos. Al morir, pago el precio del pecado, resucito
de entre los muertos y ahora toda persona, de cualquier lugar, puede ser salva
a través de la fe, el arrepentimiento, la fe en Jesucristo. Y la evidencia de
ese arrepentimiento para salvación y esa fe para salvación será el trabajo
continuo de Dios llevándote hacia la santidad.
Lo anterior es una desgrabación del
siguiente video:
QUE DIOS LOS BENDIGA A TODOS!!!