sábado, 31 de marzo de 2012

LA VERDAD NOS HARA LIBRES



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Juan, 8:32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

¿Qué quiso decir nuestro Señor Jesucristo con esto?.

En primer lugar, debemos establecer que entendemos por “verdad”. Cuál es esa “verdad” a la que se refirió el Señor:

Juan, 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Jesucristo dijo que la verdad era El.

Juan, 1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 1:2 Este era en el principio con Dios. 1:3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.

En los versículos anteriores, Juan nos dice, ademas, que Jesucristo es el Verbo, es decir, la Palabra de Dios y que también es Dios.

Dios Padre creo a través de la Palabra: júntese el agua en un solo lugar y descúbrase lo seco, crezca la hierba verde, sean las aves y las bestias, etc. Si el Padre creo a través de la Palabra y la Palabra es su Hijo (el Verbo), entonces Jesucristo es co-creador junto con el Padre (“sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”).

Hebreos confirma que el universo fue constituido (creado) por la Palabra de Dios (o sea por Jesucristo):

Hebreos, 11:3 Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios.

La “verdad”, entonces, es la palabra de Dios, la cual se halla contenida en la Biblia (tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento). Ahora bien ¿qué es lo que no hace libres?. ¿Solamente la verdad (la palabra de Dios, la Biblia)?.

No, lo que nos hace verdaderamente libres es el conocimiento de la verdad, el conocimiento  de la palabra de Dios.

Para poner un ejemplo sencillo. ¿En cuántas casas debe haber una Biblia?. En muchas, seguramente. ¿Podemos decir, por esto, que los que habitan en esa casa son salvos porque ahí hay una Biblia?. No, porque lo que hace libres a esas personas es el conocimiento de la Biblia. Si esa Biblia, en esa casa, jamás es abierta ni leída, no hay libertad posible.

¿De qué nos hace libres el conocimiento de la Biblia (la verdad, la palabra de Dios)?. De los lazos y de las trampas de Satanás. Nos libera de la condenación, en suma. ¿Por qué?. Por esto que dice Pablo:

Romanos, 10:17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

La FE es por el oír (conocer) la palabra de Dios, dice Pablo. Y la FE nos salva.

¿Qué es la FE?.

La misma Biblia lo explica:

Hebreos, 11:1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

¿FE en que o en quien?.

Romanos, 10:9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 10:10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.

Pero Pablo va más allá y nos explica cómo opera verdaderamente la FE:

Efesios, 2:8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 2:9 no por obras, para que nadie se gloríe.

Pablo dice: “por gracia sois salvos, por medio de la fe”. Esto significa que la FE es un medio para salvarnos, pero no nos salvamos por la FE sino por la gracia.

¿Y qué es la gracia?.

Ezequiel, 33:11 Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?.

Dios no desea que perezca el alma de ningún hombre, sino que todos procedamos al arrepentimiento verdadero. La gracia, pues, es esa voluntad permanente de Dios de reconciliarse con el hombre. Que algo sea por gracia significa, ademas, que es totalmente inmerecido (no hemos hecho nada para merecerlo).

Romanos, 5:2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.

Solo aprovecharemos esta GRACIA de Dios, por la FE. Somos salvos por GRACIA y la FE es el boleto de entrada a esta GRACIA.

Pero esta gracia no será ilimitada. En algún momento finalizara y los que hayan rechazado la gracia divina sufrirán la ira de Dios.

Isaías, 26:21 Porque he aquí que Jehová sale de su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad contra él; y la tierra descubrirá la sangre derramada sobre ella, y no encubrirá ya más a sus muertos.

Efesios, 2:9 no por obras, para que nadie se gloríe.
Pablo dice que “por gracia sois salvos, por medio de la fe”. Acto seguido, dice: no seréis salvos por obras, “para que nadie se gloríe”.

¿Por qué nadie será salvo solo por obras?.

Porque no hay bueno ni aun uno:

Mateo, 19:16 Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? 19:17 El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Más si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.

Salmos, 14:2 Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido, Que buscara a Dios. 14:3 Todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.

Las mejores obras de los mejores hombres son, para Dios, nada más que trapos sucios: Isaías, 64:6 Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia

No somos salvos por nuestra obras, ademas:

a)    Para que nadie diga “me salve porque soy bueno” (para que nadie se gloríe);
b)  Porque 1º Corintios, 1:21 “agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación”; Dios, en su soberanía, decidió que el hombre seria salvo a través de la predicación del Evangelio y la práctica de la fe; después de todo Jesucristo, habiendo muerto por nosotros en la cruz, tiene todo el derecho del mundo de elegir la forma en que el hombre sea salvo;
c)  Para que nadie pueda “comprar” su salvación; la gente de dinero, al tener más recursos, puede hacer más “obras” (de caridad) que los pobres; si este fuera el parámetro para salvarse, los ricos tendrían más chances que los pobres;

Recapitulemos:

1)    Por gracia de Dios somos salvos (Ezequiel, 33:11);
2)  Por medio de la FE en nuestro Señor Jesucristo (Hebreos, 11:1-3, Efesios, 2:8 y Romanos, 10:9);
3)   La FE, a su vez, es por el oír (conocer) la palabra de Dios, la cual nos hará libres (Romanos, 10:17 y Juan, 8:32);

De esta manera somos salvos. Ahora bien: ¿cuál creen ustedes que será la estrategia de Satanás para impedir nuestra salvación y seamos condenados juntamente con él?.

Porque Satanás ya ha sido juzgado y su juicio es inapelable:

Juan, 16:11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo [Satanás] ha sido ya juzgado.

¿Cuál será, entonces, la estrategia de Satanás para que perdamos nuestra salvación y seamos condenados juntamente con él?.

Atacar el punto 3) mencionado anteriormente: prostituir el mensaje de nuestro  Señor Jesucristo,  pervertir la palabra de Dios, con doctrinas engañosas. La FE es por el oír la palabra de Dios. Si esa palabra es pervertida y tergiversada, la FE que construyamos no será sobre la base de la verdad sino sobre la base de la mentira:

Juan, 8:44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.

2 Corintios, 11:13 Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. 11:14 Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.

Si el conocimiento de la verdad nos hará libres, el conocimiento de la mentira, en contrapartida, nos hará esclavos, esclavos del pecado y de Satanás. La FE que salva, es la que se construye por oír la palabra de Dios (la verdad). La FE construida por oír la mentira es una FE que no salva sino que condena (que es lo que busca el enemigo).

Primero Satanás buscara que seas incrédulo (inconverso, ateo). Si no puede lograr esto, buscara que te de lo mismo que exista un Dios o no. Luego buscara que, aun creyendo que existe un Dios, seas un mundano y pecador (un cristiano tibio). Si hasta acá no ha podido lograr nada de ti, entonces buscara pervertir la Palabra de Dios que te llegue. Convengamos en que, hasta acá, siempre gana Satanás. Y aquí depende del conocimiento que tengas de la Palabra de Dios.

Convengamos que lo falso no es, en esencia, lo “opuesto a la verdad”. Para que lo entiendas voy a ponerte el siguiente ejemplo. Supongamos que tú quieres falsificar dinero. Si tú haces una copia burda de los billetes no podrás hacerlos “circular”, porque todo el mundo se dará cuenta del engaño. Pero si tu, de alguna manera, consigues el papel original, las tintas y los moldes originales, entonces, la falsedad solo podrá ser detectada por la ausencia de las marcas especiales (solo visibles a tras luz) hechas por la “Casa de la Moneda” del país donde circule el billete. La diferencia, aquí, entre lo verdadero y lo falso se vuelve, entonces, más que sutil. El conocimiento profundo de la Biblia, se vuelve, entonces, medular.

Por supuesto que si tú buscas verdaderamente a Dios de todo corazón y comienzas a leer-estudiar la Biblia, el Espíritu Santo no permitirá que caigas en las garras del diablo.

Juan, 16:13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad;

El Espíritu Santo te dará el conocimiento y el entendimiento suficiente como para darte cuenta de las mentiras construidas por Satanás.

1º Timoteo, 4:1 Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios

Pablo dice que los demonios crean doctrinas. Satanás es el padre de todas las filosofías, de todas las religiones falsas y de todas las ideologías por las cuales los hombres se han matado unos a otros.

¿Quiénes son los que van a caer en las garras del diablo por aceptar un mensaje pervertido?. Los inconversos seguro que no, porque ellos no leen la Biblia. Van a caer, aquí, aquellos cristianos que quieran ajustar la Palabra de Dios a sus vidas y no sus vidas a la Palabra de Dios.

Apocalipsis, 3:15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! 3:16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.

¿A quién le está hablando Jesucristo en el versículo anterior?. ¿A los inconversos?. No. Les está hablando a los cristianos “moderados”. Ojala fueses frio (ateo) o caliente (lleno del Espíritu Santo), dice el Señor. Pero, por cuanto eres tibio, serás vomitado (rechazado).

¿Porque muchos creen en la doctrina de demonios de la “reencarnación”, cuando la palabra de Dios dice?:

Hebreos, 9:27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,

¿Por qué muchos llaman al Papa Santo Padre, cuando la palabra de Dios dice?:

Mateo, 23:9 Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. 23:10 Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo.

La palabra “Papa” deriva de la palabra hebrea “Abba”, que significa “Padre” y solo está reservada a Dios. De aquí que él Para de Roma, al hacerse llamar “padre”, este pretendiendo usurpar el titulo de Dios Padre.

Pero también el Papa de Roma intenta usurpar el lugar del hijo al hacerse llamar “Sumo Pontífice”. Pero la Biblia dice que el Sumo Sacerdote (Pontífice) no es el Papa:

Hebreos, 4:14 Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios.

Pero esto no es todo. El Papa también se hace llamar “Vicarius Figli Dei” (representante del Hijo de Dios). Pero la Biblia nos dice que ese lugar está reservado al Espíritu Santo

Juan, 14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. 

Jesucristo estaba diciendo que el Espíritu sería enviado “en su nombre” (como su representante) por el Padre.

Como podemos ver, el Papa de Roma nos está queriendo decir que él es Dios en la Tierra (una blasfemia total). Si los católicos conocieran la esencia del Evangelio de Hebreos debieran darse cuenta de estas cosas.

¿Por qué muchos se inclinan ante estatuas y muñecos (que ni siquiera pueden quitarse ellos mismos el polvo que les cae del techo), cuando la palabra de Dios dice?:

Éxodo, 20:4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 20:5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen;

¿Por qué muchos llaman ‘santo’ a lo que santifica el hombre, cuando la palabra de Dios dice?:

Lucas, 16:15 Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.

¿Por qué muchos rinden culto a la Virgen María y a tantos otros, cuando la palabra de Dios dice?:

Juan, 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Juan, 14:13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

¿Por qué muchos confían en el sistema, en el mundo y en el hombre, cuando la palabra de Dios dice?:

Santiago, 4:4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.

Jeremías, 17:5 Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.

¿Por qué muchos de nosotros somos incapaces de indicar a otros lo que está mal (con paciencia y amor), por temor a no agradar al mundo, cuando la palabra de Dios dice?:

Efesios, 5:11 Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; 5:12 porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto.

Romanos, 14:13 Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano.

Romanos, 14:15 Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió.

¿Por qué muchos predican un evangelio de prosperidad y bienaventuranza económica ‘si usted acepta a Cristo’, cuando la palabra de Dios, claramente, dice?:

1 Pedro, 4:12 Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, 4:13 sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. 4:14 Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. 4:15 Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; 4:16 pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello. 4:17 Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? 4:18 Y: Si el justo con dificultad se salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador? 4:19 De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien.

En muchos lugares, en cambio, lo que se predica es un evangelio de éxito y prosperidad, un evangelio “diluido y aguachento”, un evangelio de resurrección sin calvario, de promesas sin demandas.

¿Qué opinara Dios de las riquezas?:

1 Timoteo, 6:10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

Mateo, 6:24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

Santiago, 5:1 ¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán. 5:2 Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla. 5:3 Vuestro oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros. 5:5 Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza.

Empecemos ahora mismo a construir una vida que nos acerque verdaderamente a nuestro Dios, y no a la inversa (construir un Dios que se acerque a nuestro estilo de vida).


QUE DIOS LOS BENDIGA A TODOS!!!!


viernes, 30 de marzo de 2012

DESOBEDIENCIA A LA PALABRA DE DIOS

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Fuente:



“Algunos moraban en tinieblas y en sombra de muerte, aprisionados en aflicción y en hierros, por cuanto fueron rebeldes a las palabras de Jehová...Por eso con el trabajo quebrantó sus corazones; cayeron, y no hubo quien los ayudara (Salmo 107:10-12)”.

Ellos estaban atados a la aflicción porque se rebelaron en contra de Dios y rehusaron su consejo (ver versículo 11). Amado, ¿puede este ser usted?. Usted se ha sentado bajo predicación santa y el Espíritu Santo le ha dado convicción pero usted todavía se siente miserable y continúa en pecado.

Cuando una persona voluntariamente desobedece la Palabra de Dios, su tendencia es ocultarse y encogerse de miedo. Él puede sentir que todo se ha acabado y piensa, “Dios no me puede usar.” Cuando usted se encuentra en esa condición, el diablo le suspirará, “No hay liberación para ti. Tú eres una de esas personas que nunca cambia. Dios ya tuvo suficiente contigo - tu pecado a causado que Él oculte su rostro”.

Satanás lo bombardeará con Escrituras, malinterpretándolas todas. Cuando usted se siente en la iglesia, escuchará solamente juicio, no la misericordia de Dios, porque usted está bajo mucha culpa, condenación y temor.

Yo no me estoy refiriendo a gente que se oculta de Dios porque ama su pecado. Por el contrario, yo estoy hablando acerca de los cristianos que han caído pero aún tienen arrepentimiento y odian su pecado. Algo dentro de ellos clama, “Yo he lastimado a Dios.”

A este cristiano, la Palabra de Dios promete: “Luego que clamaron a Jehová en su angustia, los libró de sus aflicciones; los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte, y rompió sus prisiones. ¡Alaben la misericordia de Jehová y sus maravillas... porque quebrantó las puertas de bronce y desmenuzó los cerrojos de hierro (Salmo 107:13-16)”.

Dios nunca ha ocultado ni ocultará su rostro de uno de sus hijos en llanto. No importa cuán lejos usted haya caído o cuantas promesas usted le haya hecho a Dios y las haya roto, Él siempre escuchará su clamor por ayuda y lo traerá a una relación cercana con Él.


QUE DIOS LOS BENDIGA A TODOS!!!

lunes, 26 de marzo de 2012

LA CONDICION NECESARIA Y LA CONDICION SUFICIENTE

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Efesios, 2:8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 2:9 no por obras, para que nadie se gloríe.


En el anterior pasaje bíblico, Pablo habla de dos cuestiones de suma importancia en relación a nuestra salvación: la gracia y la fe. Dice Pablo: “por gracia somos salvos (la condición necesaria), por medio de la fe (la condición suficiente).

Antes que nada, vamos a definir conceptos:

¿Qué es la gracia?.

La gracia nace de Dios y puede ser definida como la “voluntad o intención de Dios” de que no perezca el alma de ningún hombre. Que algo sea por “gracia”, por otra parte, significa que es totalmente inmerecido. Dios, entonces, está dispuesto a reconciliarse con el hombre, con el fin de que no perezca el alma de ninguno.

¿Qué es la fe?.

Como no podía ser de otra manera, la propia Biblia nos lo dice:

Hebreos, 11:1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

La fe, entonces, es la convicción de lo que no podemos ver, ya sea porque aquello en lo que tenemos fe ocurre en un plano dimensional al cual no tenemos acceso (el plano espiritual) o porque ocurrió en un momento histórico en el cual nosotros no existíamos (la crucifixión de Cristo).

Recordemos:

Efesios, 2:8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 2:9 no por obras, para que nadie se gloríe.

Nótese que la causa de la salvación es la gracia y el medio es la fe. No somos salvos por fe, sino por gracia. La fe es un medio, el boleto de entrada a la gracia para la salvación, pero no es la causa por la cual somos salvos.

Sin la voluntad conciliadora de Dios (la gracia), no habría salvación posible. Por eso decimos que la gracia es la condición necesaria. Los abogados dirían que la gracia es la condición “sine qua non”, es decir, condición “sin la cual” no habría directamente salvación. Por qué decimos que la gracia es condición necesaria pero no suficiente?. Porque la gracia es la parte que le toca a Dios. Pero hay una parte que nos toca a nosotros y esa parte es la práctica de la fe.

Condición necesaria = La GRACIA de Dios
Condición suficiente = Nuestra FE.
Evento esperado = SALVACION.

La condición necesaria es aquella que si no se cumple, el evento esperado es de ocurrencia imposible (sin la gracia – voluntad conciliadora – de Dios, la salvación sería imposible). La condición suficiente es aquella que si se cumple, habiéndose cumplido la condición necesaria, el evento esperado ocurrirá sin dudas. Es decir, visto y considerando que Dios si quiere reconciliarse con el hombre, si tenemos fe, seremos salvos, pero si no tenemos fe no seremos salvos, por más que Dios quiera que nos salvemos (que, de hecho, lo quiere).

Por eso la Biblia dice claramente:

Hebreos, 11:6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay.

¿Cómo operan, entonces, la gracia (la voluntad conciliadora de Dios) y la fe (nuestra parte)?

Que la fe es el “boleto de entrada” a la gracia lo dice la propia Biblia:

Romanos, 5:1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 5:2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. 
Esto significa que, para poder ser merecedores de esta gracia (la causa de la salvación), debemos tener fe (tenemos entrada por la fe a esta gracia). Somos hechos participes de esta gracia si y solo si tenemos fe. ¿En que o en quien?.

Romanos, 10:9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 10:10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.

La fe en nuestro Señor Jesucristo es la que nos justifica delante de Dios. Cuando aceptamos a Jesucristo como nuestro Salvador, su Padre no ve a través de Él. Jamás seremos justificados por las obras (las mejores obras de los mejores hombres son, delante de Dios, trapos sucios, barro, nada).

Isaías, 64:6 Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia;

¿Por qué la salvación es por gracia, por medio de la fe y no por obras?.

Efesios, 2:8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 2:9 no por obras, para que nadie se gloríe.

Pablo no da las claves:


1)    1º Corintios, 1:21 Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación; Dios, ejerciendo su soberanía, decidió que el hombre fuera salvo por medio de la predicación y la fe; después de todo fue Jesucristo el que murió en la cruz y tienen todo el derecho del mundo de elegir el modo en que se salven los hombres;

2)    Efesios, 2:9 no por obras, para que nadie se gloríe; es decir, para que nadie pueda decir “me salve porque soy bueno”; por otra parte, si la salvación fuera por obras (como creen los católicos) la gente de dinero podría “comprar” su salvación (tendría más posibilidades de ser salvo que un pobre);

Pero la gracia de Dios no será eterna: en algún momento se acabara.

Esto sucederá con el rapto o arrebatamiento de la iglesia (te sugiero que leas, en este mismo blog, el siguiente post: http://escudriniandolabiblia.blogspot.com.ar/2012/02/el-rapto-o-arrebatamiento-de-la-iglesia.html) y el comienzo de la Gran Tribulación (te sugiero que leas, en este mismo blog, el siguiente post: http://escudriniandolabiblia.blogspot.com.ar/2012/05/el-proposito-de-la-gran-tribulacion.html) a que hace referencia el Libro de Apocalipsis.

Reflexión final:

Cualquiera de nosotros puede abandonar este mundo, en cualquier momento. A partir de entonces, la Fe se tornara impracticable (lo único que salva, la condición suficiente), porque entonces, al trascender de plano, veremos lo que antes no podíamos ver. Y ahí la FE no será contada, porque será por poder ver (Hebreos, 11:1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve).

Lucas, 11:29 Y apiñándose las multitudes, comenzó a decir: Esta generación es mala; demanda señal, pero señal no le será dada, sino la señal de Jonás. 11:30 Porque así como Jonás fue señal a los ninivitas, también lo será el Hijo del Hombre a esta generación.

La generación perversa demanda señal, pero señal no le será dada. Interesante ¿verdad?. Los que demandaron ver para creer, fueron endurecidos y, finalmente, condenados.

Dios exige, primeramente, un acto de FE y luego (les puedo asegurar, por experiencias personales que algún día compartiré con ustedes en este blog) dará señales por doquier.

La Fe, entonces, es un privilegio del mundo de los vivos. Busquemos a Dios mientras pueda ser hallado.



QUE DIOS LES BENDIGA A TODOS!!!

LA SALVACION ES PARA TODOS



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Mateo, 20:1 Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña. 20:2 Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. 20:3 Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio a otros que estaban en la plaza desocupados; 20:4 y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo. Y ellos fueron. 20:5 Salió otra vez cerca de las horas sexta y novena, e hizo lo mismo. 20:6 Y saliendo cerca de la hora undécima, halló a otros que estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados? 20:7 Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado. El les dijo: Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo. 20:8 Cuando llegó la noche, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros. 20:9 Y al venir los que habían ido cerca de la hora undécima, recibieron cada uno un denario. 20:10 Al venir también los primeros, pensaron que habían de recibir más; pero también ellos recibieron cada uno un denario. 20:11 Y al recibirlo, murmuraban contra el padre de familia, 20:12 diciendo: Estos postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del día. 20:13 El, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario? 20:14 Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti. 20:15 ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno? 20:16 Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.

El padre de familia (dueño de una viña), al amanecer salió a contratar trabajadores para su viña, jornaleros libres que por un jornal fijo y por un tiempo determinado prestaban trabajo igualmente determinado.

A las nueve, a las doce, a las quince y hasta las diecisiete horas, sigue el dueño saliendo a buscar jornaleros a la calle.

El dueño cumple lo que ordena el Antiguo Testamento:

Deuteronomio, 24:14 No oprimirás al jornalero pobre y menesteroso, ya sea de tus hermanos o de los extranjeros que habitan en tu tierra dentro de tus ciudades. 24:15 En su día le darás su jornal, y no se pondrá el sol sin dárselo; pues es pobre, y con él sustenta su vida; para que no clame contra ti a Jehová, y sea en ti pecado.

El mayordomo ha de empezar a pagar por los postreros (los últimos contratados), a fin de que los primeros sean testigos de la bondad del señor, pero murmuran: "Estos postreros han hecho obra de una hora y los has equiparado con nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el calor”. Pero el dueño contestó a uno de ellos: Amigo no te agravio. ¿No conviniste conmigo en un denario?. Pues toma lo que es tuyo y vete, pues yo quiero dar a este lo mismo que a ti. ¿O es que no puedo hacer de lo mío lo que quiera?, ¿tengo que pedirte a ti permiso?. ¿O es tu ojo malo porque yo soy bueno?".

El mismo denario que recibieron todos puede equipararse a la SALVACION.

La salvación es la misma para todos. Sin perjuicio de que nuestro Señor Jesucristo otorgue galardones a cada uno conforme sus obras, en materia de SALVACION, El no hará distinciones entre los hombres, siempre y cuando todos procedamos al arrepentimiento y confesemos sinceramente que El es nuestro Salvador. La SALVACION es tanto para aquel que trabajo en la obra del Señor desde el alba (desde una temprana edad) como para aquel que, en su lecho de muerte, antes de morir se arrepiente y acepta a Cristo como su Señor y Salvador.


QUE DIOS LOS BENDIGA A TODOS!!!


domingo, 18 de marzo de 2012

LA RAIZ DE TODOS LOS MALES



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Timoteo, 6:10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

Pablo reconoce que el “amor al dinero” (no el dinero en sí mismo), es la raíz de todos los males. La Biblia, en general, es clara respecto de lo que Dios opina acerca del amor al dinero y a las riquezas, así como también las consecuencias que esto acarrea.

Colosenses, 3:5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;

Pablo reconoce que la avaricia (el amor obsesivo por el dinero), es una forma de idolatría. Y los avaros no heredaran el reino de Dios (Efesios, 5:5).

Dios y el mundo (las riquezas forman parte del mundo): dos extremos incompatibles:

Mateo, 6:24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

1 Juan, 2:15 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 2:16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 2:17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

1 Juan, 5:19 Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.

Santiago, 4:4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.

¿La Biblia explicando cómo se expande el capital?:

Santiago, 5:1 ¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán. 5:2 Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla. 5:3 Vuestro oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros.

“Vuestro oro y plata están enmohecidos”, dice Santiago. Se está refiriendo, claramente a la acumulación por la acumulación (todo lo que se acumula, se enmohece). Y la acumulación de riquezas, testificará (dará testimonio) contra los ricos.


Santiago, 5:4 He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.

Aquí Santiago, claramente hace referencia a un “valor adicional” contenido en la cosecha, que “por engaño” los ricos (los dueños de las tierras) no han pagado a los obreros.

El agua, la harina y la levadura, son tres elementos o ingredientes, distintos uno del otro. Pero cuando se los combina entre sí (por el trabajo del hombre), surge el pan, que es un producto distinto a aquellos tres elementos o ingredientes independientes. Surge una “mercancía”, con un valor distinto (y superior) a la suma del valor de aquellos tres ingredientes. Se ha agregado valor, por la mano de obra incorporada.

El valor agregado de la mercancía, por el trabajo de los obreros, siendo apropiado por los dueños de los medios de producción. ¿Les suena esto?. Si: la plusvalía o plus valor, a través del cual se expande el capital. ¿Quién dijo esto?. ¿Carlos Marx?. Sí, pero primero lo dijo la Biblia (la palabra de Dios).

Santiago, 5:5 Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza. 5:6 Habéis condenado y dado muerte al justo, y él no os hace resistencia.

Los últimos dos versículos, hablan de lo que suelen hacer los ricos, con las riquezas que acumulan.

El joven rico:

Mateo, 19:16 Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? 19:17 El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Más si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. 19:18 Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. 19:19 Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 19:20 El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? 19:21 Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. 19:22 Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. 19:23 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. 19:24 Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.

El mensaje es tan claro que no se necesita ninguna explicación.

Marcos, 6:7 Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos. 6:8 Y les mandó que no llevasen nada para el camino, sino solamente bordón; ni alforja, ni pan, ni dinero en el cinto,

La gracia de Dios no puede comprarse con dinero:

Hechos, 8:9 Pero había un hombre llamado Simón, que antes ejercía la magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria, haciéndose pasar por algún grande. 8:10 A éste oían atentamente todos, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: Este es el gran poder de Dios. 8:11 Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas les había engañado mucho tiempo.

Hechos, 8:18 Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, 8:19 diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo. 8:20 Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. 8:21 No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios. 8:22 Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón; 8:23 porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás. 8:24 Respondiendo entonces Simón, dijo: Rogad vosotros por mí al Señor, para que nada de esto que habéis dicho venga sobre mí.

Salomón y las riquezas:

Eclesiastés, 5:10 El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad. 5:11 Cuando aumentan los bienes, también aumentan los que los consumen. ¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino verlos con sus ojos? 5:12 Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho, coma poco; pero al rico no le deja dormir la abundancia. 5:13 Hay un mal doloroso que he visto debajo del sol: las riquezas guardadas por sus dueños para su mal; 5:14 las cuales se pierden en malas ocupaciones, y a los hijos que engendraron, nada les queda en la mano.

Eclesiastés, 7:12 Porque escudo es la ciencia, y escudo es el dinero; mas la sabiduría excede, en que da vida a sus poseedores.

Proverbios, 16:16 Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado; Y adquirir inteligencia vale más que la plata.

De nada servirán las riquezas en el tiempo de angustia:

Apocalipsis, 18:16 y diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, de púrpura y de escarlata, y estaba adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas! 18:17 Porque en una hora han sido consumidas tantas riquezas. Y todo piloto, y todos los que viajan en naves, y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se pararon lejos;

Ezequiel, 7:19 Arrojarán su plata en las calles, y su oro será desechado; ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día del furor de Jehová; no saciarán su alma, ni llenarán sus entrañas, porque ha sido tropiezo para su maldad.
Sofonías, 1:18 Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira de Jehová, pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo; porque ciertamente destrucción apresurada hará de todos los habitantes de la tierra.


QUE DIOS LOS BENDIGA A TODOS!!!