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El Libro de Daniel ha sido uno de los
más difíciles de traducir en la historia. Una verdadera ensalada de idiomas,
porque, de repente, un versículo está escrito, hasta la mitad, en hebreo y la
segunda parte está en arameo, volviéndose a entrecruzar con palabras en hebreo.
Al mismo tiempo, el Libro de Daniel es uno de los más importantes de la Biblia.
Prácticamente, podría decirse, es el “libro de Apocalipsis del Antiguo
Testamento”.
El 45 % del Libro de Daniel es
profecía, conteniendo 58 profecías. Unas de las principales profecías que
contiene (y, tal vez, la menos complicada de interpretar), es la de “la estatua
de Nabucodonosor”. ¿Quién fue Nabucodonosor?. Fue un gobernante del imperio
babilónico. Este hombre, quien destruyera la ciudad de Jerusalén y el Primer
Templo en 586 a.C., se llevo cautivo al pueblo judío a la tierra de Babilonia
(que es el actual Iraq). Los judíos estuvieron cautivos por 70 años en
Babilonia. Esta desgracia (la destrucción de Jerusalén y el Templo y la
cautividad en Babilonia) había sido profetizada por Jeremías. Y en ese tiempo
de la historia, tiempo de cautividad, el profeta Daniel (quien vivió después de
Jeremías) escribió estas profecías.
El capítulo 2 del Libro de Daniel,
presenta un sueño que tuvo el rey Nabucodonosor. En este sueño, el rey
Nabucodonosor observo una estatua con cabeza de oro, brazos de plata, vientre
de bronce, piernas de hierro y pies de hierro mezclado con barro. Este sueño
turbo al rey Nabucodonosor por lo que mando llamar a los astrólogos, hechiceros
y sabios de su reino, para que le den una interpretación del sueño. Y no se
hallo nadie capaz de interpretar ese sueño, lo que provoco la ira de
Nabucodonosor a tal punto que ordeno la muerte de los sabios de su reino que no
pudieran interpretar dicho sueño.
Daniel, 2:1 En el segundo año del
reinado de Nabucodonosor, tuvo Nabucodonosor sueños, y se perturbó su espíritu,
y se le fue el sueño. 2:2 Hizo llamar el rey a magos, astrólogos, encantadores
y caldeos, para que le explicasen sus sueños. Vinieron, pues, y se presentaron
delante del rey. 2:3 Y el rey les dijo: He tenido un sueño, y mi espíritu se ha
turbado por saber el sueño.
Los astrólogos y los magos que había
en Babilonia eran los mejores del mundo en esa época. Si hay algo por lo que se
caracterizo el imperio babilónico es por tener los mejores astrólogos de la
historia, superiores, incluso, a los de Egipto. Y no solamente desarrollaron la
astrología (la brujería) sino que también eran excelentes astrónomos (ciencia
que estudia los astros). Observaban el cielo, las constelaciones, podían hacer
cálculos matemáticos muy precisos, milimétricos y casi perfectos. Era gente muy
preparada y muy inteligente. Pero, aun así, no pudieron con el sueño del rey.
Pero había 3 muchachos judíos que
vivían en Babilonia (uno de ellos era Daniel):
Daniel, 1:20 En todo asunto de
sabiduría e inteligencia que el rey les consultó, los halló diez veces mejores
(mas sabios) que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino.
Daniel, era 10 veces más sabio que
todos los sabios del imperio babilónico.
Daniel, 2:16 Y Daniel entró y pidió al
rey que le diese tiempo, y que él mostraría la interpretación al rey.2:17 Luego
se fue Daniel a su casa e hizo saber lo que había a Ananías, Misael y Azarías,
sus compañeros, 2:18 para que pidiesen misericordias del Dios del cielo sobre
este misterio, a fin de que Daniel y sus compañeros no pereciesen con los otros
sabios de Babilonia.
No solamente corría riesgo la vida de
los magos y astrólogos babilónicos sino también la vida de estos sabios judíos
(Daniel y sus compañeros). Pero Daniel y sus compañeros oraron a Dios diciendo:
“Señor, tú has dado a este rey este sueño, danos, entonces, la interpretación
para que no muramos”. Y Dios respondió, como siempre:
Daniel, 2:19 Entonces el secreto fue
revelado a Daniel en visión de noche, por lo cual bendijo Daniel al Dios del
cielo.
Lo que vio Nabucodonosor en su sueño
fue una estatua con:
1) cabeza de oro;
2) torso (con los brazos cruzados) de
plata;
3) vientre y muslos de bronce;
4) piernas de hierro; y
5) pies de hierro mezclado con barro.
Cada una de las partes de esta
estatua, representaba un imperio que habría de dominar el mundo, en algún
momento de la historia. El sueño continua con una piedra que viene desde el
cielo y que golpea la estatua y la hace pedazos. Y esta piedra que viene de los
cielos, se expande por el mundo entero y forma un monte que llena toda la
tierra. Este es el sueño que tuvo el rey Nabucodonosor.
Curiosamente, Babilonia fue uno de los
imperios más fuertes que existieron. Se caracterizaron no solo por su sabiduría
y sus cálculos matemáticos casi perfectos sino también por otros hechos.
Babilonia construyo los famosos jardines colgantes, considerados una de las
maravillas del mundo antiguo. A Babilonia se la llamaba la “ciudad dorada”.
Trabajaban el oro como nadie. Los babilonios desarrollaron la orfebrería de una
manera impresionante. Nabucodonosor arraso todos los imperios de su tiempo y los
sometió a su reinado. Hasta Israel sufrió a Nabucodonosor, en tiempos del
profeta Jeremías, cuando el pueblo estaba sumergido en la apostasía e
idolatría. Había muchos profetas, pero todos eran falsos. El único verdadero
era Jeremías. Mientras los falsos profetas hablaban de bendición y prosperidad
(ellos decían: el templo esta aquí en Jerusalén, por lo tanto Dios está con
nosotros) Jeremías hablaba de juicio y castigo. Fue cuando Dios dijo: yo voy a
traer a Nabucodonosor, voy a desolar este lugar y voy a hacer que parte del
pueblo vaya cautivo a Babilonia y luego de 70 años – casi una generación –
volveré a traer el pueblo aquí y castigare a Babilonia por su maldad. Durante
esos 70 años de cautividad existió el profeta Daniel y fue cuando se escribieron
estas profecías.
Jeremías, 25:11 Toda esta tierra será
puesta en ruinas y en espanto; y servirán estas naciones al rey de Babilonia
setenta años. 25:12 Y cuando sean cumplidos los setenta años, castigaré al rey
de Babilonia y a aquella nación por su maldad, ha dicho Jehová, y a la tierra
de los caldeos; y la convertiré en desiertos para siempre.
Los “caldeos” mencionados en Jeremías
25:12 son los babilonios. El imperio babilónico también se llamaba imperio
asirio-caldeo.
“Y la convertiré en desiertos para
siempre” significa que, donde estuvo alguna vez el imperio babilónico habría
desolación permanente. Hoy día, en esa zona – el golfo pérsico – están los
países de Iraq e Irán.
En la Biblia, Babilonia no representa
solamente el imperio babilónico. La primera utilización de la palabra Babilonia
o Babel ocurrió precisamente en la “torre de Babel”, cuando Dios provoco la
confusión de los idiomas.
Pero Babilonia o Babel también
representan la CONFUSION RELIGIOSA. De Babilonia provienen prácticamente todas
las religiones falsas del mundo, aun las que existen hoy (tienen una profunda
raíz babilónica). El catolicismo es un claro ejemplo de una religión actual con
fuertes raíces babilónicas. Por ejemplo, entre otras cosas, adorar a una mujer
con un niño en brazos.
Cuando Nabucodonosor murió, lo sucedió
el rey Belsasar (su hijo). Este rey cometió un pecado que desagrado a Dios.
Cuando Nabucodonosor invade Jerusalén y destruye e incendia el templo, antes de
incendiarlo, toma todos los utensilios del templo, los vasos de plata y oro en
los cuales se presentaban ofrendas a Dios, y se los lleva para Babilonia.
Utilizando estos mismos vasos, el rey Belsasar se emborracha.
Daniel,
5:1 El rey Belsasar hizo un gran banquete a mil de sus príncipes, y en
presencia de los mil bebía vino. 5:2 Belsasar, con el gusto del vino,
mandó que trajesen los vasos de oro y de plata que Nabucodonosor su padre había
traído del templo de Jerusalén, para que bebiesen en ellos el rey y sus
grandes, sus mujeres y sus concubinas. 5:3 Entonces fueron traídos los vasos de
oro que habían traído del templo de la casa de Dios que estaba en Jerusalén, y
bebieron en ellos el rey y sus príncipes, sus mujeres y sus
concubinas. 5:4 Bebieron vino, y alabaron a los dioses de oro y de plata,
de bronce, de hierro, de madera y de piedra. 5:5 En aquella misma hora
aparecieron los dedos de una mano de hombre, que escribía delante del candelero
sobre lo encalado de la pared del palacio real, y el rey veía la mano que
escribía. 5:6 Entonces el rey palideció, y sus pensamientos lo turbaron, y
se debilitaron sus lomos, y sus rodillas daban la una contra la otra. 5:7
El rey gritó en alta voz que hiciesen venir magos, caldeos y adivinos; y dijo
el rey a los sabios de Babilonia: Cualquiera que lea esta escritura y me
muestre su interpretación, será vestido de púrpura, y un collar de oro llevará
en su cuello, y será el tercer señor en el reino. 5:8 Entonces fueron
introducidos todos los sabios del rey, pero no pudieron leer la escritura ni
mostrar al rey su interpretación. 5:9 Entonces el rey Belsasar se turbó
sobremanera, y palideció, y sus príncipes estaban perplejos. 5:13 Entonces
Daniel fue traído delante del rey. Y dijo el rey a Daniel: ¿Eres tú aquel
Daniel de los hijos de la cautividad de Judá, que mi padre trajo de
Judea? 5:14 Yo he oído de ti que el espíritu de los dioses santos está en
ti, y que en ti se halló luz, entendimiento y mayor sabiduría. 5:15 Y
ahora fueron traídos delante de mí sabios y astrólogos para que leyesen esta
escritura y me diesen su interpretación; pero no han podido mostrarme la
interpretación del asunto. 5:16 Yo, pues, he oído de ti que puedes dar
interpretaciones y resolver dificultades. Si ahora puedes leer esta escritura y
darme su interpretación, serás vestido de púrpura, y un collar de oro llevarás
en tu cuello, y serás el tercer señor en el reino. 5:17 Entonces Daniel
respondió y dijo delante del rey: Tus dones sean para ti, y da tus recompensas
a otros. Leeré la escritura al rey, y le daré la interpretación. 5:25 Y la
escritura que trazó es: MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN. 5:26 Esta es la
interpretación del asunto: MENE: Contó Dios tu reino, y le ha puesto
fin. 5:27 TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto.5:28
PERES: Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y a los persas. 5:29
Entonces mandó Belsasar vestir a Daniel de púrpura, y poner en su cuello un
collar de oro, y proclamar que él era el tercer señor del reino. 5:30 La
misma noche fue muerto Belsasar rey de los caldeos. 5:31 Y Darío de Media
tomó el reino, siendo de sesenta y dos años.
Esta
es una clara muestra de lo que dijimos al principio, en cuanto a que el libro
de Daniel es una mezcla de idiomas (una parte está en hebreo y otra en arameo y
a veces esto ocurre dentro de un mismo versículo), por lo que ha sido uno de
los libros más difíciles de traducir. La frase original que se escribió en la
pared es “MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN”. Cuando inmediatamente Daniel interpreta
la frase, palabra por palabra, las palabras MENE y TEKEL se repiten pero, en
lugar de aparecer la palabra UPARSIN, aparece la palabra PERES que, en hebreo,
significa lo mismo que UPARSIN en arameo: “ha sido roto tu reino”. O sea,
Belsasar fue el rey que llevo a la caída al imperio babilónico que construyo su
padre Nabucodonosor.
Daniel,
5:30 La misma noche fue muerto Belsasar rey de los caldeos. 5:31 Y Darío
de Media tomó el reino, siendo de sesenta y dos años.
Esto
ocurrió exactamente 70 años después de que Nabucodonosor (el padre de Belsasar)
se llevara cautivo al pueblo de Jerusalén, para que se cumpla la profecía de
Jeremías, 25:11-12:
Jeremías, 25:11 Toda esta tierra será
puesta en ruinas y en espanto; y servirán estas naciones al rey de Babilonia setenta años. 25:12 Y cuando
sean cumplidos los setenta
años, castigaré al rey de Babilonia y a aquella nación por su maldad, ha
dicho Jehová, y a la tierra de los caldeos; y la convertiré en desiertos para
siempre.
¿Cuál fue la maldad de Babilonia?.
Destruir el templo, llevarse cautivo al pueblo judío y utilizar los utensilios
del templo del Dios de Israel (las copas y demás) para emborracharse y adorar a
dioses paganos. Esto colmo la ira de Dios.
¿En manos de quien o quienes cayo
Babilonia?.
Daniel, 5:31 Y Darío
de Media tomó el reino, siendo de sesenta y dos años.
En
manos de los medo-persas. El imperio medo-persa fue desarrollado por el rey
Artajerjes. Los historiadores griegos, dan cuenta de que el ejército medo-persa
estaba compuesto por más de 1.000.000 (un millón) de soldados. El rey
Artajerjes tenía la costumbre de sentarse en su trono, en una colina, para,
desde allí, observar el desfile militar de sus soldados. Cuentan los
historiadores que, en una oportunidad, el rey Artajerjes estuvo un día y medio
viendo pasar su ejército. Y fue este ejército el que acabo con el imperio
babilónico.
¿Dónde
estaba profetizada esta caída de Babilonia?.
Daniel,
2:39 Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo; y luego un
tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra.
¿Por
qué el versículo dice “un reino inferior al tuyo”?. En principio, porque el
segundo reino, representado por dos brazos de plata (que es inferior al oro),
estaba debajo de la cabeza de oro (que representaba el reino babilónico). Eran
dos brazos: un brazo representa al reino de los medos y el otro brazo al reino
de los persas. Fueron dos pueblos, en suma, que se fusionaron y se unieron en
un imperio (eran un reino inferior al babilónico porque, en definitiva, medos y
persas tuvieron que unirse para derribar al imperio babilónico). ¿Por qué los
brazos representan al imperio medo-persa?. Porque eran expertos ingenieros.
Ellos eran hábiles constructores. Los medo-persas se caracterizaron por hacer
tremendas edificaciones.
El
rey Artajerjes jugó un papel preponderante en las profecías bíblicas, ya que
fue el que firmo el edicto que ordeno la reconstrucción de Jerusalén.
Artajerjes aparece mencionado en los libros de Nehemías y Esdras. Dios toco el
corazón de este rey quien ordeno la reconstrucción de Jerusalén. Durante la
época del imperio medo-persa se produjo el regreso de los judíos a Jerusalén
(entre quienes se hallaban Esdras y Nehemías) y la aparición de los profetas
Hageo, Zorobabel, Zacarías y Malaquías (todos estos profetas posteriores
tuvieran directa relación con el imperio medo-persa). Fue en la época del
imperio medo-persa y en los días del rey Artajerjes donde se cumplieron
cantidades de profecías bíblicas, entre ellas, la construcción del segundo
templo.
Al
imperio medo-persa, representado por el torso con los brazos de plata, le
siguió el imperio griego, representado por el vientre y muslos de bronce.
Este
imperio griego fue dirigido por uno de los guerreros más grandes de la
historia: Alejandro Magno. Las crónicas mencionan que Alejandro derroto al
ejercito medo-persa (compuesto por más de 1.000.000 - un millón - de soldados)
con tan solo un ejército de 32000 hombres.
El
imperio babilónico fue derrotado y sometido por el imperio medo-persa.
Daniel, 5:31 Y Darío
de Media tomó el reino, siendo de sesenta y dos años.
Esto
fue en los días de Daniel. Pero Daniel profetizo para el futuro y dijo que el
imperio medo-persa seria también derrotado y sometido por otro imperio: el
griego. La profecía habla claramente de Alejandro Magno.
Daniel,
8:1 En el año tercero del reinado del rey Belsasar me apareció una visión a mí,
Daniel.
O
sea que la siguiente visión profética, Daniel la tiene cuando aun reinaba
Belsasar (el hijo de Nabucodonosor), es decir, el imperio babilónico aun no
había sido derrotado y sometido por el imperio medo-persa. Esta visión
profética, está íntimamente relacionada con el “sueño de la estatua de
Nabucodonosor”.
Daniel,
8:2 Vi en visión; y cuando la vi, yo estaba en Susa, que es la capital del
reino en la provincia de Elam; vi, pues, en visión, estando junto al río
Ulai. 8:3 Alcé los ojos y miré, y he aquí un carnero que estaba delante del río, y tenía dos cuernos; y
aunque los cuernos eran altos, uno era más alto que el otro; y el más alto
creció después. 8:4 Vi que el carnero hería con los cuernos al poniente,
al norte y al sur, y que ninguna bestia podía parar delante de él, ni había
quien escapase de su poder; y hacía conforme a su voluntad, y se engrandecía.
8:5 Mientras yo consideraba esto, he aquí un macho cabrío venía del lado del poniente sobre la
faz de toda la tierra, sin tocar tierra;
y aquel macho cabrío tenía un
cuerno notable entre sus ojos. 8:6 Y vino hasta el carnero de
dos cuernos, que yo había visto en la ribera del río, y corrió contra él con la
furia de su fuerza. 8:7 Y lo vi que llegó junto al carnero, y se
levantó contra él y lo hirió, y le quebró sus dos cuernos, y el
carnero no tenía fuerzas para pararse delante de él; lo derribó, por tanto, en
tierra, y lo pisoteó, y no hubo quien librase al carnero de su poder. 8:8 Y el macho cabrío se engrandeció sobremanera; pero estando en su mayor
fuerza, aquel gran cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro
cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo. 8:9 Y de uno de ellos
salió un cuerno pequeño, que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la
tierra gloriosa. 8:10 Y se engrandeció hasta el ejército del
cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra, y las
pisoteó. 8:11 Aun se engrandeció contra el príncipe de los
ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su
santuario fue echado por tierra.
Luego,
el ángel Gabriel le da a Daniel la interpretación de esta visión profética:
Daniel,
8:16 Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo:
Gabriel, enseña a éste la visión. 8:17 Vino luego cerca de donde yo
estaba; y con su venida me asombré, y me postré sobre mi rostro. Pero él me
dijo: Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin.
8:20 En cuanto al carnero que viste, que tenía dos cuernos,
éstos son los reyes de Media y de Persia. 8:21 El macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que
tenía entre sus ojos es el rey primero. 8:22 Y en
cuanto al cuerno que fue quebrado, y sucedieron cuatro
en su lugar, significa que cuatro reinos se levantarán de esa nación, aunque no
con la fuerza de él. 8:23 Y al fin del reinado de éstos, cuando
los transgresores lleguen al colmo, se levantará un rey altivo de rostro y
entendido en enigmas. 8:24 Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza
propia; y causará grandes ruinas, y prosperará, y hará arbitrariamente, y
destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos. 8:25 Con su sagacidad
hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, y sin
aviso destruirá a muchos; y se levantará contra el Príncipe de los príncipes,
pero será quebrantado, aunque no por mano humana.
La
profecía habla de un “carnero” que tenía dos cuernos: estos son los reyes de
Media y de Persia, le dice el ángel Gabriel a Daniel. La profecía habla también
de que este carnero fue vencido por un “macho cabrío”, que tenía un cuerno
notable entre sus ojos: el imperio griego (el macho cabrío) comandado por
Alejandro Magno (el cuerno notable). El propio ángel Gabriel le aclara a Daniel
que el “macho cabrío” es el rey de Grecia y que el “cuerno grande” que tenía
entre sus ojos es “el rey primero” (Alejandro Magno).
En
muchas medallas y monedas de la antigüedad, a Alejandro Magno se lo representa
con dos cuernos de “macho cabrío”.
La
profecía también dice que el macho cabrío (el imperio griego) se engrandeció
sobremanera pero que, estando en su mayor fuerza, el “gran cuerno” fue quebrado
(Alejandro Magno murió cuando estaba en su apogeo). La profecía también dice
que del “gran cuerno quebrado” (de Alejandro Magno) salieron, a su vez, otros 4
cuernos notables (otros 4 reyes) y que de uno de los cuernos (de uno de esos 4
reyes) salió un cuerno pequeño (otro rey menor) que creció mucho al sur y al
oriente y “hacia la tierra gloriosa” (hacia Jerusalén) y que por él, “el
santuario fue echado por tierra”. El ángel Gabriel le dice a Daniel que los 4
cuernos que salieron del cuerno quebrado son cuatro reinos (reyes), que no iba
a tener la fuerza del cuerno quebrado (4 reyes que no iban a ser tan poderosos
como Alejandro Magno). Del gran cuerno quebrado (Alejandro Magno), saldrían 4
reyes y de uno de esos reyes saldría un rey que marcharía hacia Jerusalén y
profanaría el templo. Daniel lo llama la “abominación desoladora o el
desolador”.
Daniel,
9:27 Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está
determinado se derrame sobre el desolador.
El
profeta Daniel, que vivió durante el apogeo del imperio babilónico (al mando de
Nabucodonosor quien, a su vez, fue sucedido por su hijo Belsasar) y que vivió
también la caída y dominación del imperio babilónico a manos del imperio
medo-persa, no vio, sin embargo, el cumplimiento de esta profecía (la caída, a
su vez, del imperio medo-persa a manos del imperio griego comandado por
Alejandro y la profanación del templo de Jerusalén por un rey descendiente de
uno de los 4 reyes que sucedería a Alejandro tras su muerte).
Los
Macabeos fueron una familia numerosa judía, que tomaron las armas contra los
griegos. Y ellos ganaron muchos adeptos. De aquí surgieron los “zelotes”, que
representaron la resistencia armada judía durante la época de la dominación
romana (Barrabas era “zelote”). El imperio griego fue enfrentado por una
minoría judía: los Macabeos.
¿Qué
ocurrió en los días de los Macabeos?.
Tras la muerte de Alejandro Magno,
cuatro de sus generales, tomaron el reino: Lisímaco, Seleuco, Ptolomeo y
Casandro. Uno gobernó Siria, otro Egipto, otro Arabia y otro Israel. Y de Siria
salió Antíoco Epifano, que profano el templo de Israel, sacrificando un cerdo
en el altar (esta es la “abominación desoladora” de la que hablo el profeta
Daniel).
Antíoco organizó
una expedición contra Jerusalén, la cual saqueó. Según el Libro de los Macabeos,
promulgó varias ordenanzas de tipo religioso: trató de suprimir el culto a Jehová,
prohibió el judaísmo, suspendiendo toda clase de manifestación religiosa, mandó
que se comieran alimentos considerados impuros y trató de establecer el culto a
los dioses griegos. Pero el sacerdote judío Matatías y sus dos hijos llamados Macabeos consiguieron levantar a la población
en su contra y lo expulsaron.
Cuando
la ciudad de Jerusalén estaba sitiada ocurrió un milagro impresionante, que dio
origen a una de las fiestas más importantes de la nación de Israel. El templo
(el segundo) vivió uno de sus días más difíciles. La “Menorah” es el conocido
candelabro de 7 brazos que Dios había ordenado construir a Moisés y que se
encontraba en el templo. Este candelabro tenía que permanecer encendido de día
y de noche (no podía apagarse nunca). Lo que hacía arder a este candelabro era
aceite de oliva. Pero la ciudad de Jerusalén se encontraba sitiada (rodeada)
por los griegos y no había
manera de conseguir más aceite, con lo cual este candelabro amenazaba con
apagarse, motivo por el cual los sacerdotes judíos estaban desesperados.
Cuenta
la historia que uno de los levitas, en unos pasadizos secretos del templo,
encontró milagrosamente una botella, sin abrir, que contenía aceite de oliva.
Este levita corrió entonces al sumo sacerdote y le mostro la botella que había
encontrado, con el aceite de oliva para hacer arder el candelabro. La porción
encontrada de aceite de oliva en la botella alcanzaba solo para un día, pero,
milagrosamente, alcanzo para hacer arder el candelabro durante 8 días. Por eso
también hay un candelabro que tiene 9 brazos, con 9 velas y es el candelabro de
“janukah”: la fiesta de las luces o de la dedicación, recordando la gesta de
los Macabeos. ¿Porque tiene 9 velas este candelabro?. Porque con una vela se
van encendiendo las otras 8, porque el milagro duro 8 días. Al final de los 8
días Israel venció a los griegos. Un milagro de Dios, un milagro de
sobrevivencia.
Los
judíos tuvieron que desarmar el altar, donde se había sacrificado el cerdo, y
construir un nuevo altar. Por eso a la fiesta de “Janukah” también se la llama
“la fiesta de la dedicación”, porque tuvieron que re-dedicar el altar
nuevamente a Dios. Sacar las piedras y colocar nuevas piedras y hacer nuevos
sacrificios en el nuevo altar. En esta fiesta de “Janukah”, el candelabro de 9
velas no se enciende todo de golpe, sino que se enciende una vela por noche.
Recién en la octava noche el candelabro arde completo. Si Israel no hubiese
vencido en la gesta de los Macabeos, Jesucristo no hubiese nacido, porque lo
que pretendían los griegos (impulsados por Satanás, claro está) era exterminar
al pueblo judío, a la nación de Israel, para que precisamente el Mesías no
venga. Tal es la relevancia histórica de la fiesta del “Janukah”.
¿Jesucristo
celebro la fiesta del Janukah?. Si, la celebro:
Juan,
10:22 Celebrábase en Jerusalén la fiesta de la dedicación. Era invierno, 10:23
y Jesús andaba en el templo por el pórtico de Salomón. 10:24 Y le rodearon los
judíos y le dijeron: Hasta cuándo nos turbarás el alma? Si tú eres el Cristo,
dínoslo abiertamente. 10:25 Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis;
El
versículo anterior dice que “celebrabase en Jerusalén la fiesta de la
dedicación”. La dedicación del templo, sin dudas la fiesta de “Janukah”. Era
invierno, dice el versículo. Esto es a mediados de diciembre, que es cuando los
judíos celebran la fiesta de “Janukah”. Esta fiesta es tan importante que el mismísimo
Mesías la vivió en sus días.
Hasta
aquí tenemos, entonces, al imperio babilónico que fue vencido y sometido por el imperio medo-persa, el cual, a su vez, fue sometido por el imperio griego, comandado por Alejandro Magno. Tras la muerte de
Alejandro, el imperio griego se fue desvaneciendo, hasta que surgió un nuevo
imperio: el imperio romano. En el contexto del
sueño de la estatua de Nabucodonosor (el tema que estamos estudiando), el imperio babilónico estaba
representado por la cabeza dorada, el imperio medo-persa por
el torso y los brazos de plata, le imperio griego por el vientre y muslos de bronce. El imperio romano está representado por las dos piernas de hierro: una pierna representa al imperio romano de oriente y la otra al imperio romano de occidente.
Finalmente, veremos que representan los pies de la estatua, hecho de hierro
mezclado con barro.
Este
imperio romano está representado por las piernas de hierro: aplastaba y
pisoteaba todo a su paso. Era una máquina trituradora, un imperio prácticamente
invencible.
Daniel,
2:40 Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y
rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo.
Los
cesares, lograron consolidar en Roma uno de los mejores imperios de la
historia. Su trascendencia fue impresionante. El imperio romano duro 1000 años,
siendo el imperio de más larga duración. Por eso, en el sueño de la estatua de
Nabucodonosor, el imperio romano está representado por dos piernas de hierro
(las piernas son largas). El imperio romano se divide en dos tras la muerte del
emperador Constantino. ¿Quién fue Constantino?. El primer “papa” de la iglesia
romana.
Hasta
antes de Constantino, los cristianos fueron perseguidos y masacrados por los
romanos. ¿Qué paso?. Constantino fue un excelente político. El vio en el
cristianismo una amenaza. Además de todas las religiones paganas que se
practicaban en el imperio romano, generando división en lugar de integración,
ahora el cristianismo ganaba cada vez más adeptos. Constantino, en un intento
por evitar que se divida el imperio romano, adopta el cristianismo como “la
religión oficial del imperio romano”.
Si
quieres profundizar sobre cómo fue infiltrado el cristianismo por Roma y el
verdadero motivo por el que el imperio romano adopto el cristianismo como
“religión oficial” (de donde proviene, a su vez, el catolicismo romano), lee el
siguiente post en este mismo blog:
Pero,
a pesar de los esfuerzos de Constantino, el imperio romano se termino dividiendo
en el imperio romano de oriente y en el imperio romano de occidente. Primero
cae el imperio romano de occidente cuya capital era Roma y luego el imperio
romano de oriente cuya capital era Constantinopla (la actual Estambul y capital
de Turquía) en el año 476 de la era cristiana.
¿Desapareció
verdaderamente el imperio romano, con las caídas del imperio romano de
occidente y el imperio romano de oriente?.
La
respuesta es no y hay 2 razones de peso para pensar esto:
1) La iglesia católica romana hizo sobrevivir al
imperio romano o, mejor dicho, el imperio romano sobrevivió en la iglesia
católica de Roma. Con un “papa” que es casi un “cesar”, un emperador, un hombre
que se cree “dios en la tierra” (los emperadores o cesares romanos era tratados
– y se hacían tratar – como dioses, como divinidades). La palabra “Papa” deriva
del término hebreo “Abba” que significa Padre y esta solo reservado a Dios. O
sea: el “Papa de Roma” esta usurpando el titulo de Padre (se hace llamar Santo
Padre) solo reservado a Dios el Padre (Mateo, 23:9 Y no llaméis padre vuestro a
nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos). Al
“Papa de Roma”, además, se lo llama “Sumo Pontífice”. Pero el Evangelio de
Hebreos dice que el Sumo Sacerdote (Sumo Pontífice) es Jesucristo, el Hijo de
Dios. O sea: el “Papa de Roma” usurpa también el titulo de Dios Hijo (Hebreos,
4:14 Por tanto, teniendo un gran sumo
sacerdote que traspasó los
cielos, Jesús el Hijo de Dios).
Finalmente, el “Papa romano” se hace llamar “vicarius figli dei”. O sea: el “Papa
de Roma” también usurpa el titulo del Espíritu Santo como representante
(vicarius = vicario = representante) del Hijo (figli) de Dios (dei). El
representante de Jesucristo es el Espíritu Santo y no Juan, ni Pedro, ni Pablo
ni ningún hombre (Juan, 14:26 Mas el Consolador, el Espíritu
Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas
las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho). O sea: el “Papa romano”
usurpa el lugar de Dios. Siendo hombre se sienta en el trono como Dios.
2) Otra de las formas en las que perduro el imperio
romano es a través del “derecho romano”, que es la base del derecho occidental.
La
siguiente y última etapa en el sueño de la estatua de Nabucodonosor son los
pies de hierro mezclado con barro cocido. ¿Qué representa esto?. El ultimo imperio de la historia.
El
imperio romano finalmente cayó pero perduro en la historia a través de la
iglesia católico romana y del derecho romano (la base del derecho en
occidente), de donde surgirá este nuevo y ultimo imperio que está representado
por los pies. Los pies (el nuevo y último imperio) son la continuación de las
piernas (el viejo imperio romano). Las piernas (el viejo imperio romano) eran
de hierro y los pies (el nuevo y ultimo imperio) también son de hierro (tiene
reminiscencias del viejo imperio romano) pero están mezclados con barro (lo
cual implica cierta debilidad). O sea que el último imperio tiene que descender
de Roma, tiene que tener raíces en el viejo imperio romano y está representado
por la UE (Unión Europea), que existe dentro del marco geográfico del antiguo
imperio romano. O sea: el imperio romano resucitado es la UE.
Estamos
hablando del imperio del anticristo:
Daniel,
2:41 Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de
alfarero y en parte de hierro, será un reino dividido; mas habrá en él algo de
la fuerza del hierro, así como viste hierro mezclado con barro
cocido. 2:42 Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte
de barro cocido, el reino será en parte fuerte, y en parte frágil. 2:43
Así como viste el hierro mezclado con barro, se mezclarán por medio de alianzas humanas; pero no se unirán el
uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro.
Los
versículos anteriores dicen, además, que habrá mezcla por alianzas humanas pero
no habrá unión, como el hierro no puede unirse con el barro. Y esto pasó en la
UE: se mezclaron países fuertes con países débiles pero no se unieron (de hecho
Inglaterra ni siquiera forma parte de la UE). Y esto no solo está pasando en
Europa. También está sucediendo en América Latina, por ejemplo, con el
Mercosur. Están surgiendo bloques económicos. Estamos viviendo una época de
“alianzas humanas”. La UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas) es otro
ejemplo. Alianzas entre hombres, pero sin tener en cuenta a Dios. Esta
consolidándose el proceso ya no solo para una globalización económica que
aspira a una sola moneda mundial (que terminara siendo el microchip del
anticristo), sino también para una globalización política y, sobre todo,
religiosa.
El
ex secretario general de la ONU, el africano Kofi Annan, en su momento dijo:
“Si no hallamos la paz con urgencia en oriente
medio, el mundo se incendiara. Además, es de imperiosa necesidad que, en este
tiempo, surja un nuevo
liderazgo mundial que
potencie la unidad de los
pueblos, que sea capaz de establecer un
nuevo orden mundial, que abra la puerta al mundo para una nueva era de armonía internacional, que comande
el proceso de globalización no
solo en el área económica, sino que gobierne con leyes más justas la
política y la sociedad, instaurando un nuevo
régimen para todos los humanos, sin distinción alguna, venga de Dios o del infierno mismo.
Lo recibiremos con los brazos abiertos”.
Creo
que lo anterior es lo suficientemente claro como para no tener que agregar nada
más.
¿Qué
representa la roca que cae del cielo y se estrella, finalmente, contra la
estatua, despedazándola?. Es la roca inconmovible: Jesucristo, el Hijo del Dios
Altísimo, que vendrá a gobernar la tierra y a acabar con el gobierno humano.
Porque, como dijo el famoso sociólogo y economista ingles Thomas Hobbes, “el
hombre es el lobo del hombre”, lo cual significa que, mientras gobierne el
hombre, jamás se acabara la pobreza (el hombre siempre se aprovechara de sus
semejantes más débiles). Jamás habrá justicia verdadera (la cual solo proviene
de Dios), mientras el hombre gobierne la tierra. Seguirá habiendo pobreza,
inseguridad, desempleo, violencia, mal trato, discriminación y todos los males
que conocemos, hasta que venga Jesucristo a gobernar personalmente.
Daniel,
2:44 Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no
será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y
consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre, 2:45 de
la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual
desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha
mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es
verdadero, y fiel su interpretación.
Jesucristo,
el Hijo del Dios Altísimo, estará al frente de un reino que acabara con el
gobierno humano y que no tendrá fin (será eterno).
Los
dos pies de la estatua terminan en 10 dedos, que se corresponden con los 10
reyes (mencionados en Apocalipsis) que apoyaran al anticristo y que harán lo
imposible para que el Hijo de Dios no regrese a la tierra a gobernarla.
Apocalipsis,
17:12 Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido
reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la
bestia. 17:13 Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su
autoridad a la bestia. 17:14 Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los
vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él
son llamados y elegidos y fieles.
El
Cordero los vencerá, pero ellos van a pelear para tratar de evitar que esa
piedra, esa roca que viene del cielo, despedace su imperio.
Apocalipsis,
19:11 Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo
montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. 19:12
Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y
tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. 19:13 Estaba
vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE
DIOS. 19:14 Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco
y limpio, le seguían en caballos blancos.19:15 De su boca sale una espada
aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro;
y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. 19:16
Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR
DE SEÑORES.
Pero
el anticristo peleara:
Apocalipsis,
19:19 Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos
para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército.
Esta
es la batalla del “Armagedón”. Los chinos (200 millones) pelearan contra el
resto de las naciones, en Jerusalén. Cuando el Hijo de Dios comienza a bajar a
la tierra, dejan de pelear entre ellos y empiezan a disparar al cielo, para que
el Hijo de Dios no baje, convirtiéndose en una guerra de ángeles contra humanos.
Apocalipsis,
19:20 Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho
delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron
la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados
vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. 19:21 Y los demás
fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y
todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.
Acá
se acaba el último imperio humano, dando lugar a la instauración del reino de
Dios en la tierra. Este gobierno del Mesías durara 1000 años.
Zacarías,
14:1 He aquí, el día de Jehová viene, y en medio de ti serán repartidos tus
despojos. 14:2 Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra
Jerusalén; y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las
mujeres; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto del pueblo no
será cortado de la ciudad. 14:3 Después saldrá Jehová y peleará con
aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla. 14:4 Y se afirmarán
sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de
Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia
el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del
monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur. 14:5 Y
huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta
Azal; huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de
Uzías rey de Judá; y vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos.
El Hijo de Dios descenderá sobre el
Monte de los Olivos, el cual se partirá a la mitad, generándose un gran valle
(el valle del Armagedón), donde tendrá lugar la batalla. Jesucristo vencerá y
establecerá un reino que durara 1000 años literales.
Apocalipsis,
20:1 Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran
cadena en la mano. 20:2 Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es
el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; 20:3 y lo arrojó al abismo, y
lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones,
hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un
poco de tiempo. 20:4 Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que
recibieron facultad de juzgar; y vi las almas
de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no
habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus
frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. 20:5 Pero los otros muertos no volvieron a
vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera
resurrección. 20:6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera
resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán
sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años. 20:7 Cuando los mil años se cumplan,
Satanás será suelto de su prisión. 20:8 y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la
tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los
cuales es como la arena del mar. 20:9 Y subieron sobre la anchura de la
tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios
descendió fuego del cielo, y los consumió. 20:10 Y el diablo que los engañaba fue
lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso
profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.
Al
comienzo de este reino de 1000 años, Satanás será apresado en el abismo y el
anticristo y el falso profeta serán arrojados vivos al lago de fuego (lo van a
inaugurar estos dos personajes). Cuando se cumplan los 1000 años, Satanás será
suelto de su prisión y engañara nuevamente a las naciones. Esta será su última
rebelión contra Dios, ya que será nuevamente vencido y arrojado (ahora si) al
lago de fuego, donde hace 1000 años están el anticristo y el falso profeta.
El
libro de Apocalipsis describe los eventos que ocurrirán en los últimos 7 años
de la historia, antes de la segunda venida de Cristo a la tierra (al final de
esos 7 años). A este periodo de los últimos 7 años de la historia se lo conoce
como la Tribulación o Gran Tribulación. ¿Cómo sabremos que entramos en los
últimos 7 años de la historia?. Hay muchas señales en la Biblia:
Daniel,
12:4 Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del
fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará.
Muchos
"correrán de aquí para allá", dice la profecía. Esto no se refiere
solo al actual ritmo de vida sino a la posibilidad de viajar rápidamente (por
ejemplo, en avión) de un lugar a otro. Ahora estamos en Argentina y en 15
horas estamos pisando Europa. Y qué duda cabe que la ciencia se ha aumentado
¿no?.
1º
Tesalonicenses, 5:3 que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre
ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no
escaparán.
En el siguiente video podrás ver a la mayoría
de los líderes mundiales pronunciando las palabras de Pablo: "paz y
seguridad".
Los
pasajes anteriores nos dan una idea de que estamos cerca, pero lo que dará
verdaderamente inicio a la Gran Tribulación es el “rapto o arrebatamiento de la
iglesia”. Para explicarlo en términos comunes y que se entienda, antes de
castigar al mundo por su maldad con los juicios descriptos en el libro de
Apocalipsis, Dios va a llevarse a su iglesia, pero a la verdadera iglesia: los
que han creído en Jesucristo y lo han adoptado como Señor y Salvador y
reconocido que es el Hijo de Dios y que murió por nuestros pecados y han
llevado una vida de obediencia a la Palabra de Dios. Una iglesia compuesta por
los vivos al momento del rapto y por lo que, antes de rapto, murieron en
Cristo. Estos van a resucitar y serán llevados al cielo junto con los vivos
(quienes serán transformados).
El
rapto de la iglesia es un evento que le fue revelado a Pablo de Tarso:
1º
Corintios, 15:51 He aquí, os digo un
misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 15:52
en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se
tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros
seremos transformados.
1º
Tesalonicenses, 4:15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que
nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no
precederemos a los que durmieron. 4:16 Porque el Señor mismo con voz de
mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los
muertos en Cristo resucitarán primero. 4:17 Luego nosotros los que vivimos,
los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes
para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 4:18
Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.
El
rapto de la iglesia no es la segunda venida de Cristo. El Señor desciende solo
hasta las nubes y ahí nos encontraremos con él. Ni bien se va la iglesia,
comienza la Gran Tribulación. Pero habrá muchos que, viendo la ocurrencia del
rapto, se convertirán a Cristo (no estaban maduros para irse en el rapto, pero,
después de este, se convertirán). El precio que tendrán que pagar por
convertirse a Cristo es la muerte: serán decapitados. Estos mártires no forman
parte de la iglesia, es decir, no van a gozar de los beneficios que gozaran los
miembros de la iglesia: entre otros, ser “reyes y sacerdotes, junto con
Cristo”. Pero irán al cielo y servirán en el templo celestial y Dios los
consolara. Estos son los llamados “mártires de la tribulación”. El resto va a
adorar a Satanás.
Las
“almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús” mencionadas en
Apocalipsis, 20:4, son los mártires muertos durante la tribulación, que son los
que se quedaron en el (no formaron parte del) “arrebatamiento o rapto de la
iglesia” (con el cual se inicia la tribulación) pero, aun así, se convierten en
plena tribulación a costa de su vida (son decapitados). La primera muerte es el
infierno y la segunda muerte es el lago de fuego. Los “otros muertos que no
volvieron a vivir hasta que se cumplieron los mil años” mencionados en
Apocalipsis, 20:5, son los malvados e impíos que no resucitan sino hasta el
Juicio Final que tiene lugar precisamente al finalizar el reino milenial de
Cristo. La primera resurrección son los muertos en Cristo que resucitan y se
van en el rapto (junto con los vivos). Ni los que se han muerto en Cristo antes
del rapto, ni los que se van vivos al cielo en el rapto de la iglesia ni los
que mueren en la tribulación por causa de Cristo van al infierno (que es la
muerte primera) ni mucho menos al lago de fuego (que es la muerte segunda).
Pero los muertos que no se hayan ido resucitados en el rapto de la iglesia o no
hayan entregado su vida en plena tribulación por convertirse a Cristo,
resucitaran en el grupo de los impíos (Apocalipsis, 20:5) al finalizar el reino
de 1000 años de Cristo y serán juzgados, en el Juicio Final, ante el Gran Trono
Blanco y arrojados al lago de fuego (donde al comienzo del reino de 1000 años
fueron arrojados el anticristo y el falso profeta) y donde también ira Satanás.
Si
quieres profundizar, mira el siguiente video del Dr. David Diamond:
QUE DIOS LOS BENDIGA A TODOS!!!