lunes, 26 de marzo de 2012

LA SALVACION ES PARA TODOS



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Mateo, 20:1 Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña. 20:2 Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. 20:3 Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio a otros que estaban en la plaza desocupados; 20:4 y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo. Y ellos fueron. 20:5 Salió otra vez cerca de las horas sexta y novena, e hizo lo mismo. 20:6 Y saliendo cerca de la hora undécima, halló a otros que estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados? 20:7 Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado. El les dijo: Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo. 20:8 Cuando llegó la noche, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros. 20:9 Y al venir los que habían ido cerca de la hora undécima, recibieron cada uno un denario. 20:10 Al venir también los primeros, pensaron que habían de recibir más; pero también ellos recibieron cada uno un denario. 20:11 Y al recibirlo, murmuraban contra el padre de familia, 20:12 diciendo: Estos postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del día. 20:13 El, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario? 20:14 Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti. 20:15 ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno? 20:16 Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.

El padre de familia (dueño de una viña), al amanecer salió a contratar trabajadores para su viña, jornaleros libres que por un jornal fijo y por un tiempo determinado prestaban trabajo igualmente determinado.

A las nueve, a las doce, a las quince y hasta las diecisiete horas, sigue el dueño saliendo a buscar jornaleros a la calle.

El dueño cumple lo que ordena el Antiguo Testamento:

Deuteronomio, 24:14 No oprimirás al jornalero pobre y menesteroso, ya sea de tus hermanos o de los extranjeros que habitan en tu tierra dentro de tus ciudades. 24:15 En su día le darás su jornal, y no se pondrá el sol sin dárselo; pues es pobre, y con él sustenta su vida; para que no clame contra ti a Jehová, y sea en ti pecado.

El mayordomo ha de empezar a pagar por los postreros (los últimos contratados), a fin de que los primeros sean testigos de la bondad del señor, pero murmuran: "Estos postreros han hecho obra de una hora y los has equiparado con nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el calor”. Pero el dueño contestó a uno de ellos: Amigo no te agravio. ¿No conviniste conmigo en un denario?. Pues toma lo que es tuyo y vete, pues yo quiero dar a este lo mismo que a ti. ¿O es que no puedo hacer de lo mío lo que quiera?, ¿tengo que pedirte a ti permiso?. ¿O es tu ojo malo porque yo soy bueno?".

El mismo denario que recibieron todos puede equipararse a la SALVACION.

La salvación es la misma para todos. Sin perjuicio de que nuestro Señor Jesucristo otorgue galardones a cada uno conforme sus obras, en materia de SALVACION, El no hará distinciones entre los hombres, siempre y cuando todos procedamos al arrepentimiento y confesemos sinceramente que El es nuestro Salvador. La SALVACION es tanto para aquel que trabajo en la obra del Señor desde el alba (desde una temprana edad) como para aquel que, en su lecho de muerte, antes de morir se arrepiente y acepta a Cristo como su Señor y Salvador.


QUE DIOS LOS BENDIGA A TODOS!!!