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Timoteo, 6:10 porque raíz de todos los males es
el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y
fueron traspasados de muchos dolores.
Pablo reconoce que el “amor al dinero”
(no el dinero en sí mismo), es la raíz de todos los males. La Biblia, en
general, es clara respecto de lo que Dios opina acerca del amor al dinero y a
las riquezas, así como también las consecuencias que esto acarrea.
Colosenses, 3:5 Haced morir, pues, lo
terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos
deseos y avaricia, que es
idolatría;
Pablo reconoce que la avaricia (el amor obsesivo por el dinero), es una forma de idolatría. Y los avaros no heredaran el reino de Dios (Efesios, 5:5).
Pablo reconoce que la avaricia (el amor obsesivo por el dinero), es una forma de idolatría. Y los avaros no heredaran el reino de Dios (Efesios, 5:5).
Dios y el mundo (las riquezas forman
parte del mundo): dos extremos incompatibles:
Mateo, 6:24 Ninguno puede servir a dos señores;
porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará
al otro. No podéis servir a
Dios y a las riquezas.
1 Juan, 2:15 No améis al mundo, ni las
cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está
en él. 2:16 Porque todo lo que
hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la
vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 2:17 Y el mundo pasa, y sus deseos;
pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
1 Juan, 5:19 Sabemos que somos de
Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.
Santiago, 4:4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No
sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que
quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
¿La Biblia explicando cómo se expande
el capital?:
Santiago, 5:1 ¡Vamos ahora, ricos!
Llorad y aullad por las miserias que os vendrán. 5:2 Vuestras riquezas están podridas,
y vuestras ropas están comidas de polilla. 5:3 Vuestro oro y plata están
enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo
vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros.
“Vuestro oro y plata están
enmohecidos”, dice Santiago. Se está refiriendo, claramente a la acumulación
por la acumulación (todo lo que se acumula, se enmohece). Y la acumulación de
riquezas, testificará (dará testimonio) contra los ricos.
Santiago, 5:4 He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido
pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en
los oídos del Señor de los ejércitos.
Aquí Santiago, claramente hace
referencia a un “valor adicional” contenido en la cosecha, que “por engaño” los
ricos (los dueños de las tierras) no han pagado a los obreros.
El agua, la harina y la levadura, son
tres elementos o ingredientes, distintos uno del otro. Pero cuando se los
combina entre sí (por el trabajo del hombre), surge el pan, que es un producto
distinto a aquellos tres elementos o ingredientes independientes. Surge una
“mercancía”, con un valor distinto (y superior) a la suma del valor de aquellos
tres ingredientes. Se ha agregado valor, por la mano de obra incorporada.
El valor agregado de la mercancía, por
el trabajo de los obreros, siendo apropiado por los dueños de los medios de
producción. ¿Les suena esto?. Si: la plusvalía o plus valor, a través del cual
se expande el capital. ¿Quién dijo esto?. ¿Carlos Marx?. Sí, pero primero lo
dijo la Biblia (la palabra de Dios).
Santiago, 5:5 Habéis vivido en deleites
sobre la tierra, y sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones como en
día de matanza. 5:6 Habéis
condenado y dado muerte al justo, y él no os hace resistencia.
Los últimos dos versículos, hablan de
lo que suelen hacer los ricos, con las riquezas que acumulan.
El joven rico:
Mateo, 19:16 Entonces vino uno y le
dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? 19:17 El le
dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Más si
quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. 19:18 Le dijo: ¿Cuáles? Y
Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio.
19:19 Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 19:20
El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me
falta? 19:21 Jesús le dijo: Si
quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y
tendrás tesoro en el cielo; y ven
y sígueme. 19:22 Oyendo el
joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. 19:23
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el
reino de los cielos. 19:24 Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por
el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.
El mensaje es tan claro que no se
necesita ninguna explicación.
Marcos, 6:7 Después llamó a los doce,
y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los espíritus
inmundos. 6:8 Y les mandó que no llevasen nada para
el camino, sino solamente bordón; ni alforja, ni pan, ni dinero en el cinto,
La gracia de Dios no puede comprarse
con dinero:
Hechos, 8:9 Pero había un hombre
llamado Simón, que antes ejercía la magia en aquella ciudad, y había engañado a
la gente de Samaria, haciéndose pasar por algún grande. 8:10 A éste oían atentamente todos,
desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: Este es el gran poder de
Dios. 8:11 Y le estaban atentos,
porque con sus artes mágicas les había engañado mucho tiempo.
Hechos, 8:18 Cuando vio Simón que por
la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les
ofreció dinero, 8:19 diciendo:
Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las
manos reciba el Espíritu Santo. 8:20
Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el
don de Dios se obtiene con dinero. 8:21
No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto
delante de Dios. 8:22 Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si
quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón; 8:23 porque en hiel de amargura y en
prisión de maldad veo que estás. 8:24
Respondiendo entonces Simón, dijo: Rogad vosotros por mí al Señor, para que
nada de esto que habéis dicho venga sobre mí.
Salomón y las riquezas:
Eclesiastés, 5:10 El que ama el dinero, no se saciará
de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es
vanidad. 5:11 Cuando aumentan los
bienes, también aumentan los que los consumen. ¿Qué bien, pues, tendrá su
dueño, sino verlos con sus ojos? 5:12
Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho, coma poco; pero al rico no le
deja dormir la abundancia. 5:13 Hay un mal doloroso que he visto
debajo del sol: las riquezas guardadas por sus dueños para su mal; 5:14 las cuales se pierden en malas
ocupaciones, y a los hijos que engendraron, nada les queda en la mano.
Eclesiastés, 7:12 Porque escudo es la
ciencia, y escudo es el dinero; mas la sabiduría excede, en que da vida a sus
poseedores.
Proverbios, 16:16 Mejor
es adquirir sabiduría que oro preciado; Y
adquirir inteligencia vale más que la plata.
De nada servirán las riquezas en el
tiempo de angustia:
Apocalipsis, 18:16 y diciendo: ¡Ay,
ay, de la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, de púrpura y de
escarlata, y estaba adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas! 18:17 Porque en una hora han sido
consumidas tantas riquezas. Y todo piloto, y todos los que viajan en naves, y
marineros, y todos los que trabajan en el mar, se pararon lejos;
Ezequiel, 7:19 Arrojarán su plata en
las calles, y su oro será desechado; ni su plata ni su oro podrá librarlos en
el día del furor de Jehová; no saciarán su alma, ni llenarán sus entrañas,
porque ha sido tropiezo para su maldad.
Sofonías, 1:18 Ni su plata ni su oro
podrá librarlos en el día de la ira de Jehová, pues toda la tierra será
consumida con el fuego de su celo; porque ciertamente destrucción apresurada
hará de todos los habitantes de la tierra.
QUE DIOS LOS BENDIGA A TODOS!!!