martes, 30 de marzo de 2021

SERIE BOSQUEJOS DE LOS LIBROS DE LA BIBLIA: # 62 - 1 JUAN

 


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1 JUAN 

Autor: Juan 

Tema: evidencias de una verdadera conversión cristiana 

Fecha: 85 - 95 d.C. 

Propósito 

Así como Juan consignó el propósito cuando escribió el Evangelio que lleva su nombre:

Juan, 20:31 Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre. 

También consignó el propósito al escribir esta epístola: 

1 Juan, 5:13 Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.  

Según Juan, podemos saber si tenemos vida eterna, es decir, si somos salvos. ¿Y cómo podemos saberlo?. Examinando nuestro “estilo de vida” a la luz de las Escrituras. La frase “esta cosas” se refiere a todo el libro de 1 Juan. Y si la estudiamos detenidamente, encontramos que esta carta consiste en una serie de pruebas, a la luz de las cuales cada creyente debe examinarse a sí mismo. Juan nos da algunas de las características más importantes de una persona que de verdad es cristiana. Y debemos comparar nuestro “estilo de vida” con lo que Juan ha escrito acá. Y si vemos contradicciones, debemos preocuparnos. 

Trasfondo 

No se designa a los destinatarios de esta epístola. No hay saludos ni mención de personas, lugares ni acontecimientos en el texto. La explicación más probable de esta forma poco común es que Juan escribió desde su residencia en Éfeso a unas iglesias de la provincia de Asia Menor, sobre las que tenía responsabilidad apostólica (Apocalipsis, 1:11).

Como las congregaciones tenían un problema común y necesidades parecidas, Juan les escribió esta epístola como una circular y la envió con un emisario.

Ciertas personas – que Juan llama “anticristos” en 1 Juan, 2:19 – se habían alejado de las congregaciones, pero las falsas enseñanzas que habían dejado continuaban trastornando el Evangelio verdadero.

Su herejía, básicamente, negaba: 

[a] que Jesús fuera el Cristo (1 Juan, 2:22, 5:1); y

[b] que Cristo hubiera venido en cuerpo humano (1 Juan, 4:2-3); 

Autoría 

Hay cinco libros en el NT que se asocian con el nombre de Juan: uno de los cuatro Evangelios, tres epístolas y el libro de Apocalipsis. Aunque Juan no se identifica por nombre en esta epístola, los padres de la iglesia primitiva del siglo II (Papías, Irineo, Tertuliano, Clemente de Alejandría) afirman que fue escrita por el apóstol Juan, uno de los doce apóstoles originales de Jesucristo. Las grandes semejanzas en estilo, vocabulario y temas entre 1 Juan y el Evangelio que lleva su nombre, dan cuenta de que el apóstol Juan escribió ambos libros (1 Juan y el Evangelio). 

Estructura 

En esta epístola, Juan revela cinco pruebas específicas por las cuales los creyentes pueden conocer con seguridad que tienen vida eterna (que son salvos):

 

[1] la prueba de la verdad apostólica sobre Cristo (1 Juan, 1:1-3, 2:21-23, 4:2-3, 15, 5:1, 5, 10, 20);


[2] la prueba de una fe obediente que guarda los mandamientos de Cristo (1 Juan, 2:3-11, 5:3-4);


[3] la prueba de la vida santa, es decir, volverse del pecado a la comunión con Dios (1 Juan, 1:6-9, 2:3-6, 15-17, 29, 3:1-10, 5:2-3);


[4] la prueba del amor a Dios y a los demás creyentes (1 Juan, 2:9-11, 3:10-11, 14, 16-18, 4:7-12, 18-21); y

[5] la prueba del testimonio del Espíritu (1 Juan, 2:20, 27, 4:13, 5:7-12); 

Juan llega a la conclusión  de que las personas pueden saber con seguridad que tienen vida eterna, es decir, que son salvos (1 Juan, 5:13), cuando resulta evidente en su vida el fruto de estas cinco pruebas. 

Características especiales 

Cinco son las principales características de esta epístola:

 

[1] define la vida cristiana empleando términos contrastantes y, al parecer, sin admitir términos medios entre la luz y las tinieblas, la verdad y la mentira, la justicia y el pecado, el amor y el odio, el amor a Dios y el amor al mundo, los hijos de Dios y los hijos del diablo;


[2] es el único escrito del NT que habla de Jesús como “abogado” (del griego “parakletos”) ante el Padre cuando un verdadero creyente peca (1 Juan, 2:1-2, Juan, 14:16-17, 15:26, 16:7-8);


[3] su mensaje se apoya casi todo en el testimonio apostólico y no en la revelación anterior del AT, ya que no hay en 1 Juan referencias a este último;


[4] puesto que presenta la cristología en conexión con la refutación de cierta herejía, se enfoca en la encarnación y la sangre (la cruz) de Jesús, sin mencionar con claridad su resurrección; y


[5] su estilo es simple y repetitivo cuando emplea ciertas palabras y expresiones como luz, verdad, creer, permanecer, conocer, amar, justicia, testimonio, nacido de Dios y vida eterna; 

Cristo en 1 Juan 

Cristo es “el amor de Dios derramado en nuestros corazones”:

1 Juan, 4:7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 4:8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. 4:9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. 

Estudios relacionados

Las tres herejías más peligrosas

Evidencias de una verdadera conversión

Observaciones adicionales 

En esta epístola, Juan: 

[a] combate, básicamente, dos herejías:

 

[1] una, denominada “gnosticismo” (1 Juan, 1:5), que es la base de la masonería y todo lo que tiene que ver con la Nueva Era; y


[2] otra, que niega la divinidad de Jesucristo (1 Juan, 2:18-19, 22, 4:2-3);

 

[b] nos da una guía práctica – el propósito de la epístola – que nos permite comprobar si verdaderamente somos cristianos (1 Juan, 5:13); 

Aunque toda la epístola es importante, no debiéramos dejar de leer y profundizar los siguientes pasajes: 

[+] Dios no es accesible solo para una “elite de iluminados” – herejía conocida como “gnosticismo” – sino, como lo afirma Juan, 3:16, para todo aquel que cree en El (1 Juan, 1:5);

[+] no podemos, por un lado, afirmar que tenemos comunión con Dios y, por el otro, llevar un “estilo de vida” contrario a su palabra (1 Juan, 1:6);

[+] no podemos, por un lado, afirmar que somos cristianos y, por el otro, no reconocer que, aun después de ser salvos, hay pecado en nuestra vida (1 Juan, 1:8, 10) y no confesarlo (1 Juan, 1:9);

[+] Jesucristo es nuestro abogado cuando pecamos (1 Juan, 2:1);

[+] no podemos afirmar, por un lado, que somos cristianos y, por el otro, no guardar sus mandamientos de Dios (1 Juan, 2:3-5);

[+] no podemos, por un lado, afirmar que somos cristianos y, por el otro, no andar como Cristo anduvo (1 Juan, 2:6);

[+] no podemos, por un lado, afirmar que somos cristianos y, por el otro, aborrecer a nuestro hermano (1 Juan, 2:9-10, 3:15, 4:20-21);

[+] no podemos, por un lado, afirmar que somos cristianos y, por el otro, amar el mundo y las cosas que hay en el mundo (1 Juan, 2:15-17);

[+] el espíritu del anticristo (1 Juan, 2:18-19, 22, 4:2-3);

[+] lo que es nacido del Espíritu no peca (1 Juan, 3:8-9, 5:18);

[+] si verdaderamente somos cristianos, el mundo nos aborrecerá (1 Juan, 3:13);

[+] si verdaderamente somos cristianos, debemos juzgar el espíritu de los profetas (1 Juan, 4:1);

[+] mayor es el que está en nosotros que el que está en el mundo (1 Juan, 4:4);

[+] el espíritu de verdad y el espíritu de error (1 Juan, 4:5-6);

[+] no podemos, por un lado, afirmar que somos cristianos y, por el otro, no amar porque Dios es amor (1 Juan, 4:7-8);

[+] la manifestación concreta del amor de Dios (1 Juan, 4:9-10);

[+] no podemos, por un lado, afirmar que somos cristianos y, por el otro, vivir en temor constante (1 Juan, 4:18);

[+] los mandamientos de Dios no son gravosos (1 Juan, 5:3);

[+] la fe que vence al mundo es creer que Jesús es el Hijo de Dios (1 Juan, 5:4);

[+] el propósito de Juan al escribir 1 Juan (1 Juan, 5:13);

[+] no podemos, por un lado, afirmar que somos cristianos y, por el otro, no orar por nuestros hermanos caídos en pecado que no sea de muerte (1 Juan, 5:16-17);

[+] el mundo entero está bajo el maligno (1 Juan, 5:19); 

 

Marcelo D. D’Amico

Maestro de la Palabra – Ministerio REY DE GLORIA