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2 CRONICAS
Autor: posiblemente Esdras
Tema: culto verdadero, avivamiento y reforma
Fecha: 450 - 420 a.C.
Propósito
Al igual que 1 Crónicas, 2 Crónicas se escribió para el remanente de judíos que regresaron del exilio y se enfrentaron a la necesidad urgente de recuperar su herencia espiritual. En vez de resaltar el lado oscuro del pasado de Israel, pone énfasis en el avivamiento, la reforma y la recuperación de la fe para los exiliados abatidos que buscaban un futuro y una esperanza redentora en la tierra prometida.
Trasfondo
Como 1 y 2 Crónicas fueron, en su origen, un solo libro en el AT hebreo, el trasfondo descripto en 1 Crónicas sirve para 2 Crónicas.
2 Crónicas cubre el mismo periodo histórico que 1 y 2 Reyes, es decir, el reinado de Salomón (971 – 931 a.C.) y el reino dividido (983 – 586 a.C.). A diferencia de 1 y 2 Reyes, que cubren la historia de ambas mitades del reino dividido, 2 Crónicas se enfoca solo en el destino de Judá. El cronista considera el reino del sur, o Judá, como la corriente principal de la “historia redentora” de Israel, pues:
[1] el templo de Jerusalén (capital del reino del sur) permaneció como el centro del culto verdadero a Dios;
[2] sus reyes fueron los descendientes de David; y
[3] Judá fue la tribu dominante
entre los judíos que regresaron y reconstruyeron Jerusalén y el templo;
2 Crónicas se escobio con la perspectiva sacerdotal de la segunda mitad del siglo V a.C., cuando el templo, el sacerdocio y el pacto davídico tenían, otra vez, muchísima importancia.
Autoría
Vale lo mismo que lo expuesto para 1 Crónicas:
Los libros de 1 y 2 Crónicas, Esdras y Nehemías fueron escritos para los judíos que habían regresado a Palestina del exilio y se parecen mucho en estilo, lenguaje, perspectiva y propósito. Los eruditos comúnmente creen que todos estos libros fueron la obra de un único autor o compilador que, según el Talmud (libro de reflexiones rabínicas sobre el AT hebreo) y la mayoría de los eruditos judíos y cristianos de la antigüedad, fue Esdras, el sacerdote y escriba.
Como 1 y 2 Crónicas se escribieron con una perspectiva sacerdotal y probablemente durante la vida de Esdras y puesto que los versículos finales de 2 Crónicas (2 Crónicas, 36:22-23) se repiten en Esdras, 1:1-3, se comprueba la tradición talmúdica de que Esdras fue el cronista autor de las Crónicas.
El autor consulto numerosas fuentes escritas al escribir Crónicas, inclusive ciertos libros del AT y crónicas no canónicas (que no forman partes de las Escrituras) de reyes y profetas (1 Crónicas, 29:29, 2 Crónicas, 9:29, 12:15, 20:34, 32:32). Según el libro apócrifo 2 Macabeos (2 Macabeos, 2:13-15), Nehemías, durante su gobierno, estableció una biblioteca en Jerusalén, en la cual coloco numerosas crónicas de reyes y profetas. En su calidad de líder espiritual, Esdras tenía acceso a todos los documentos disponibles para usarlos en la compilación de 1 y 2 Crónicas. Esta es una tradición antigua y puede con precisión reflejar los medios por los cuales el Espíritu Santo guio e inspiro la composición de estos dos libros.
Estructura
La historia de 2 Crónicas se divide en dos secciones principales:
[1] 2 Crónicas, 1 al 9;
Estos capítulos se dedican al reino de Salomón, que llego a ser la edad dorada de Israel de paz, poder, prosperidad y prestigio. No obstante, conforme al propósito general de Crónicas, dos terceras partes de esos nueve capítulos, enfocan la construcción y dedicación del templo, como centro del verdadero culto israelita a Dios (2 Crónicas, 2 al 7).
[2] 2 Crónicas, 10 al 36;
Estos capítulos son un relato muy
selectivo de los reyes de Judá después de la muerte de Salomón y la división
del reino.
En
medio de la decadencia y apostasía espirituales de Judá, 2 Crónicas presenta a
ciertos reyes dignos de alabanza: Asa (2 Crónicas, 14 y 15), Josafat (2 Crónicas,
17, 19 y 20), Joas (2 Crónicas, 24), Ezequías (2 Crónicas, 29 al 32) y Josías
(2 Crónicas, 34 y 35), cada uno de los cuales inicio y dirigió tiempos de
avivamiento y reforma espirituales. El 70% de 2 Crónicas, 10 al 36 trata de los
reyes que produjeron el avivamiento y la reforma, mientras que solo el 30%
trata de los reyes malos y responsables de la corrupción y la ruina del reino.
El libro termina cuando Ciro, el rey de Persia, permite que los judíos exiliados regresen y reconstruyan su templo en Jerusalén (2 Crónicas, 36:22-23).
Características especiales
Cuatro aspectos o énfasis principales caracterizan 2 Crónicas:
[1] el periodo de la historia que
abarca corresponde en esencia al tiempo cubierto en 1 y 2 Reyes;
[2] su enfoque del templo en Jerusalén probablemente sea la razón por la que se pone a Crónicas en la división no profética del AT hebreo, separándolo, así, de Samuel y Reyes, que están situados en la división profética;
[3] presenta cinco avivamientos nacionales, incluyendo:
[a] el relato más extenso del AT
de un avivamiento espiritual durante el reinado de Ezequías (2 Crónicas, 29 al
32); y
[b] el avivamiento extraordinario
durante el reinado de Josías, cuando “el libro de la ley” fue hallado y leído
en público, dando como resultado la renovación del pacto y la celebración de la
Pascua (2 Crónicas, 34 y 35);
[4] la exhortación clave del
libro es la de buscar al Señor; el autor insiste, una y otra vez, en la
importancia de buscar al Señor con diligencia y de todo corazón (2 Crónicas,
1:6-13, 6:14, 7:14, 12:14, 15:1-2, 12-15, 16:9, 12, 17:4, 19:3, 20:3-4, 20,
31:21, 32:20-22, 34:26-28);
Cumplimiento en el NT
Aunque el reino davídico fue destruido, el linaje davídico permaneció y hallo su cumplimiento en Jesucristo (véanse las genealogías de Mateo, 1:1-17 y Lucas, 3:23-38).
El
templo de Jerusalén también tiene importancia profética en relación con Jesús,
quien declaró: “Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí” (Mateo,
12:6). Jesús también comparo su cuerpo con el templo: “Destruid este templo, y
en tres días lo levantare” (Juan, 2:19). Por último, en la Nueva Jerusalén,
Dios y el Cordero reemplazan al templo: “Y no vi en ella templo; porque el
Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero” (Apocalipsis,
21:22).
Cristo en 2 Crónicas
Cristo es “nuestro Rey que gobierna”:
1 Reyes, 1:13 Ve y entra al rey David, y dile: Rey señor mío, ¿no juraste a tu sierva, diciendo: Salomón tu hijo reinará después de mí, y él se sentará en mi trono? ¿Por qué, pues, reina Adonías?
DIOS TE BENDIGA!
Marcelo D. D’Amico
Maestro de la Palabra – Ministerio REY DE GLORIA