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MIQUEAS
Autor: Miqueas
Tema: el juicio y la salvación mesiánica
Fecha: 740 – 710 a.C.
Propósito
Miqueas escribió para advertir a su nación de la certeza del juicio divino, para mencionar los pecados que provocaban el enojo de Dios y para resumir la palabra profética de Dios para Samaria y Jerusalén (Miqueas, 1:1). Predijo con precisión la caída de Israel (el reino del norte) antes de que ocurriera en 722 a.C.. Profetizo que una destrucción semejante le sobrevendría a Judá y a Jerusalén debido a su pecado y rebeldía notorios. De modo que este libro conserva el grave mensaje profético de Miqueas para las últimas generaciones de Judá antes de que los babilonios vinieran contra la nación en 605 – 586 a.C.. También hace una importante contribución a la revelación total del AT acerca del Mesías venidero.
Trasfondo
El profeta Miqueas era del pueblo Moreset-gat (Miqueas, 1:4), en el sur de Judá, una zona productiva agrícola, a unos 40 km al suroeste de Jerusalén. Como Amós, Miqueas era del campo y probablemente descendía de una familia de condición humilde. Isaías, su contemporáneo de Jerusalén, se dirigía al rey y a las situaciones internacionales, mientras que Miqueas era un profeta campesino que condenaba a los gobernantes corruptos, a los falsos profetas, a los sacerdotes impíos, a los mercaderes ladrones y a los jueces sobornados de Judá. Predicó contra los pecados de injusticia, la opresión de los campesinos y aldeanos, la avaricia, la inmoralidad y la idolatría y advirtió sobre las severas consecuencias si el pueblo y sus líderes persistían en su mala conducta. Predijo la caída de Israel y su capital, Samaria (Miqueas, 1:6-7) y también la de Judá y su capital, Jerusalén (Miqueas, 1:9-16, 3:9-12).
El ministerio profético de Miqueas tuvo lugar durante el reinado de tres reyes de Judá: Jotam (751 – 736 a.C.), Acaz (736 – 716 a.C.) y Ezequías (715 – 687 a.C.). Aunque Miqueas proclamó algunas profecías durante el tiempo del rey Ezequías (Jeremías, 26:18), la mayoría de ellas reflejan la condición de Judá durante los reinados de Jotam y Acaz, antes de las reformas religiosas de Ezequías. Sin duda su ministerio, junto con el de Isaías, ayudo a producir el avivamiento y las reformas durante el reinado del justo rey Ezequías.
Autoría
No hay razones para pensar que Miqueas no sea al autor del libro del AT que lleva su nombre.
Estructura
El
libro de Miqueas consta de un mensaje en tres partes:
[1] acusa a Israel (Samaria) y a
Judá (Jerusalén) de pecados específicos: idolatría, orgullo, opresión de los
pobres, soborno entre líderes, codicia y avaricia, inmoralidad y religiosidad
(religión vacía);
[2] advierte que el juicio de Dios viene debido a esos pecados; y
[3] promete que la paz verdadera, el juicio y la justicia prevalecerán en el futuro, cuando reine el Mesías;
Se da una extensión aproximadamente igual a cada uno de estos tres temas a través del libro.
Considerado de otro modo:
[1] Miqueas, 1 – 3 registran la
denuncia del Señor de los pecados de Israel, Judá y de sus líderes corruptos y
anuncian el juicio inminente que les espera a esas naciones y sus capitales;
[2] Miqueas, 4 – 5 ofrecen
esperanza y consuelo al remanente en cuanto a los días venideros en que se
establecerá la casa de Dios en paz y justicia y se purgaran de la tierra la idolatría
y la opresión; y
[3] Miqueas, 6 – 7 describen la irritación de Dios con su pueblo en términos de una gran escena en un tribunal: Dios presenta su causa contra Israel, sigue la confesión de culpabilidad de Israel y una oración y una promesa proféticas;
Miqueas
concluye con un juego de palabras sobre el significado de su propio nombre:
“¿Qué Dios como tú?” (Miqueas, 7:18). Respuesta: El solo es misericordioso y
puede dar el veredicto final de “perdonado” (Miqueas, 7:18-20).
Características especiales
Cinco
aspectos o énfasis principales caracterizan el libro de Miqueas:
[1] representa la causa de los
humildes campesinos que sufren la explotación de los ricos arrogantes, en lo
cual hay una semejanza al mensaje de Santiago (Miqueas, 6:6-8; Santiago, 1:27);
al respecto, Miqueas da su exhortación más memorable del requisito del Señor
para su pueblo: “Hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu
Dios” (Miqueas, 6:8);
[2] a veces, el lenguaje de
Miqueas es áspero y directo; otras veces es elocuente y poético, con el uso
intrincado de juegos de palabras (Miqueas, 1:10-15);
[3] como Isaías (Isaías, 48:16,
59:21), Miqueas expresa un discernimiento claro del llamado de Dios y su unción
profética por el Espíritu Santo: “Mas yo
estoy lleno del poder del Espíritu de Jehová, y de juicio y de fuerza, para
denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado” (Miqueas, 3:8);
[4] el libro contiene una de las
expresiones más grandiosas de la Biblia acerca de la misericordia y la gracia
perdonadora de Dios (Miqueas, 7:18-20); y
[5] tiene tres profecías importantes citadas en otras partes de la Biblia: una que le salvo la vida a Jeremías (Miqueas, 3:12, Jeremías, 26:18), otra acerca del lugar de nacimiento del Mesías (Miqueas, 5:2, Mateo, 2:5-6) y otra más que uso Jesús mismo (Miqueas, 7:6, Mateo, 10:35-36);
Cumplimiento en el NT
Como otros profetas del AT, Miqueas vio, más allá del juicio de Dios a Israel y Judá, al Mesías que vendría y su reinado sobre la tierra. Setecientos años antes de la encarnación de Cristo, Miqueas profetizo que nacería en Belén (Miqueas, 5:2). El libro de Mateo (Mateo, 2:4-6) dice que los sacerdotes y escribas citaron ese versículo al responder a la pregunta de Herodes acerca del lugar de nacimiento del Mesías. Miqueas también reveló que el reino mesiánico sería un reino de paz (Miqueas, 5:5, Efesios, 2:14-18) y que el Mesías pastorearía al pueblo de Dios con justicia (Miqueas, 5:4, Juan, 10:1-16, Hebreos, 13:20). Las referencias frecuentes de Miqueas a la redención futura revelan que el deseo y el propósitos constantes de Dios para su pueblo es la salvación y no el juicio. Esta verdad se amplía en el NT (Juan, 3:16).
Cristo en Miqueas
Cristo es “el Rey que será Señor en Israel y que será nuestra Paz”:
Miqueas, 5:2 Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.
Miqueas, 5:5 Y éste será nuestra paz. Cuando el asirio viniere a nuestra tierra, y cuando hollare nuestros palacios, entonces levantaremos contra él siete pastores, y ocho hombres principales;
DIOS TE BENDIGA!
Marcelo D. D’Amico
Maestro de la Palabra – Ministerio REY DE GLORIA