sábado, 27 de febrero de 2021

SERIE BOSQUEJOS DE LOS LIBROS DE LA BIBLIA: # 3 - LEVÍTICO


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LEVÍTICO

 Autor: Moisés

Tema: la santidad

Fecha: 1445 - 1405 a.C.

 

Propósito

Este libro fue escrito para instruir a los israelitas y sus mediadores sacerdotales acerca de su acceso a Dios mediante la sangre expiatoria y aclarar la norma que Dios ha establecido para que su pueblo escogido lleve una vida santa.

Trasfondo

Levítico esta íntimamente relacionado con el libro de Éxodo.

Éxodo registra la manera como los israelitas fueron liberados de la esclavitud en Egipto, recibieron la ley de Dios y construyeron el tabernáculo según el modelo dado por Dios y concluye con la venida del Santo a morar en el tabernáculo recién construido (Éxodo, 40:34).

Levítico contiene las instrucciones que Dios dio a Moisés durante los dos meses entre la terminación del tabernáculo (Éxodo, 40:17) y la partida de Israel del monte Sinaí (Números, 10:11). El título “Levítico”, que no se deriva de la Biblia hebrea, sino de las versiones griega y latina, podría hacer creer a algunos que el libro trata solo de los sacerdotes levíticos. Sin embargo, este no es el caso pues gran parte del libro se relaciona con todo Israel.

Autoría

Levítico es el tercer libro de Moisés. Más de cincuenta veces afirma que contiene las palabras y la revelación directas de Dios a Moisés para Israel, que Moisés, posteriormente, consigno por escrito. Jesús se refiere a un pasaje de Levítico y lo atribuye a Moisés (Marcos, 1:44). El apóstol Pablo también se refiere a un pasaje de Levítico al decir: “Moisés escribe así” (Romanos, 10:5). Así las cosas, atribuir la autoría del libro de Levítico a un editor posterior a Moisés implica, lisa y llanamente,  rechazar la integridad del testimonio bíblico que atribuye su autoría, como hemos visto, al mismísimo Moisés.

Estructura

Ante todo, Levítico presenta dos temas clave:

[1] la expiación; y

[2] la santidad;

El pecado siempre se levantó como una barrera (un muro) entre Dios y los hombres. Para restablecer la comunión con Dios interrumpida a causa del pecado, era necesario expiar (cubrir, quitar de en medio) el pecado.

Y la expiación solo se lograba derramando sangre:

Hebreos, 9:22 Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.

La salvación en el Antiguo Pacto se lograba intentando obedecer la ley de Moisés y, al ser esta incumplible (Gálatas, 5:3, Santiago, 2:10-11, Hechos, 15:10), expiando las transgresiones a la misma con la sangre de los animales que se sacrificaban en el templo, una y otra vez. Esta era la esencia del pacto que Dios hizo con Israel por medio de la ley de Moisés.

La salvación en el Nuevo Pacto se logra por la gracia, mediante la fe en Jesucristo y en su sangre derramada en la cruz, una sola vez (Hebreos, 9:24-26, 10:14).

El libro de Levítico consta de las siguientes secciones:

[A] el sistema de sacrificios y ofrendas provisto por Dios para expiar (cubrir) el pecado de Israel (Levítico, 1 al 7 y 16):

[1] los holocaustos (Levítico, 1:1-17);

[2] las ofrendas (Levítico, 2:1-16);

[3] las ofrendas de paz (Levítico, 3:1-17);

[4] las ofrendas por el pecado (Levítico, 4:1-35, 5:1-13); y

[5] las ofrendas expiatorias (Levítico, 5:14-19, 6:1-7);


[6] el “Día de la Expiación o Yom Kippur” (Levítico, 16), por si hubiera quedado algún pecado sin expiar por los apartados [1] a [5] (*);

 

(*) El Día de la Expiación o Yom Kippur (apartado [6]) era un día al año de ayuno y aflicción, en el cual se expiaban los pecados que no se hubieran cubierto a lo largo del año, por medio del sistema de sacrificios y ofrendas señalados en los apartados [1] al [5] anteriores. El Día de la Expiación o Yom Kippur es una de las siete fiestas solemnes de Israel.


Los sacrificios de sangre del AT (Levítico, 1 al 7) fueron coberturas de sangre temporales para el pecado (Hebreos, 10:4), hasta el tiempo en que Jesucristo moriría como el sacrificio perfecto para “quitar el pecado del mundo” (Juan, 1:29, Romanos, 3:25, Hebreos, 10:11-12).

[B] el sacerdocio levítico (Levítico, 8 al 10), que prefigura el ministerio de mediación de Cristo;

[C] animales limpios e inmundos (Levítico, 11);

[D] leyes relacionadas con el cuerpo: purificación de la mujer después del parto (Levítico, 12), leyes acerca de la lepra (Levítico, 13 y 14) e impurezas físicas (Levítico, 15);

[E] normas practicas por las cuales Dios llamaba a su pueblo a la pureza y a la vida santa (Levítico, 17 al 27);

En el capítulo 23 de esta sección, se detallan las siete fiestas solemnes de Israel, a saber:

[1] la Pascua (Éxodo, 12);

[2] la Fiesta de los Panes sin Levadura (Éxodo, 12:8);

[3] la Fiesta de las Primicias (Levítico, 23:9-14);

[4] la Fiesta de la Cosecha o Pentecostés (Levítico, 23:15-16);

[5] la Fiesta de las Trompetas (Levítico, 23:23-25);

[6] el Día de Expiación (Levítico, 16); y

[7] la Fiesta de los Tabernáculos (Levítico, 23:33-36);

En esta sección se detallan, además, los años especiales:

[1] el año sabático (Levítico, 25:1-7); y

[2] el año del jubileo (Levítico, 25:8-17).

Características especiales

Cuatro aspectos o énfasis principales caracterizan al libro de Levítico:

 

[1] La revelación, como palabra directa de Dios,  se enfatiza más en el libro de Levítico que en ningún otro libro de la Biblia. No menos de treinta y ocho veces se declara explícitamente que el Señor le hablo a Moisés.

 

[2] Las instrucciones respecto al sistema de sacrificios y la expiación se dan con detalles minuciosos en este libro.

 

[3] El capítulo 16 es el principal en la Biblia que describe el Día de la Expiación o Yom Kippur.

 

[4] Levítico hace hincapié en la vida de pureza y santidad que debe caracterizar la vida de todo sacerdote y del resto de los ministros en la iglesia del NT.

Cumplimiento en el NT

Debido al doble énfasis que se le da a la expiación por la sangre y a la santidad, el libro de Levítico tiene vigencia perdurable para los creyentes bajo el Nuevo Pacto. El NT enseña que la sangre expiatoria de los animales sacrificados, prominente en el libro de Levítico, fue “una sombra de los bienes venideros” (Hebreos, 10:1) y señalaba el sacrificio de Cristo, una vez por todas, por el pecado (Hebreos, 9:12).

El mandamiento de ser santos se puede realizar por completo mediante la preciosa sangre de Cristo en el creyente bajo el Nuevo Pacto, cuyo llamado es a ser santo en todos los aspectos de la vida (1 Pedro, 1:15). El segundo gran mandamiento que declaro Jesús se deriva de:

Levítico, 19:18 No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová.

Mateo, 22:37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 22:38 Este es el primero y grande mandamiento. 22:39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 22:40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.

Cristo en Levítico

Cristo es el “sumo sacerdote”:

Levítico, 21:10 Y el sumo sacerdote entre sus hermanos, sobre cuya cabeza fue derramado el aceite de la unción, y que fue consagrado para llevar las vestiduras, no descubrirá su cabeza, ni rasgará sus vestidos,

Hebreos, 7:15 Y esto es aun más manifiesto, si a semejanza de Melquisedec se levanta un sacerdote distinto, 7:16 no constituido conforme a la ley del mandamiento acerca de la descendencia, sino según el poder de una vida indestructible. 7:17 Pues se da testimonio de él: Tú eres sacerdote para siempre, Según el orden de Melquisedec.

Hebreos, 8:1 Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, 8:2 ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre.

Estudios relacionados

Las fiestas de Israel y los años especiales

 

DIOS TE BENDIGA!

Marcelo D. D’Amico

Maestro de la Palabra – Ministerio REY DE GLORIA