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ÉXODO
Autor: Moisés
Tema: la redención.
Propósito
El libro fue escrito para proveer un registro perdurable de los actos redentores de Dios en la historia, por los cuales libro a Israel de Egipto, la estableció como su nación escogida y le dio la revelación escrita en lo concerniente al pacto que hizo con ella. Este libro es un eslabón de importancia suprema en la auto revelación general y progresiva de Dios, que culmino en la persona de Jesucristo y en el NT.
Trasfondo
El Libro de Éxodo, continúa la narración comenzada en el Libro de Génesis. El título del libro se deriva de la palabra griega “éxodos” (título usado en la Septuaginta, que es la traducción griega del AT), y significa “salida” o “partida”. Se refiere a la poderosa liberación que Dios dio a Israel de la esclavitud de Egipto y su partida desde aquella tierra, como el pueblo de Dios.
Los eruditos han propuesto dos fechas diferentes para el éxodo:
[a] Una fecha “temprana” (también
llamada la fecha bíblica) se deriva de 1 Reyes, 6:1, que declara que el éxodo
ocurrió 480 años antes del “cuarto año del reino de Salomón”, lo que fecha el
Éxodo en 1445 a.C.. También, en Jueces, 11:26, Jefte declaro que Israel había
ocupado su tierra por 300 años, lo que fecharía la conquista de Canaán en 1400
a.C.. Esta cronología para el Éxodo, la Conquista y el periodo de los Jueces se
acomoda bien a las fechas probables de la historia de los primeros tres reyes
de Israel (Saúl, David y Salomón);
[b] Los críticos liberales de la
Biblia proponen una fecha “tardía” para el éxodo, situándolo en 1290 a.C.,
basándose en ciertas suposiciones acerca de gobernantes egipcios y en una fecha
arqueológica del siglo XIII a.C. de la destrucción de las ciudades cananeas
durante la Conquista;
Autoría
Hay también desacuerdo entre los eruditos bíblicos conservadores y liberales sobre la paternidad literaria mosaica del Libro de Éxodo:
[a] Intérpretes modernos, a
menudo, consideran el libro como la obra combinada de varios editores,
completada en un tiempo de la historia de Israel posterior al de Moisés (teoría
JEDP).
[b] Sin embargo, la tradición
judía desde el tiempo de Josué (Josué, 8:31-35), más el testimonio de Jesús
(Marcos, 12:26), el cristianismo primitivo y la erudición conservadora
contemporánea, atribuyen la autoría del Libro de Éxodo a Moisés.
Además, la evidencia interna del libro atribuye a Moisés la paternidad literaria. Numerosos detalles indican que el autor fue testigo ocular de los acontecimientos registrados (Éxodo, 2:12; 9:31-32 y 15:27). Partes del libro también atestiguan que Moisés tuvo parte en la redacción (Éxodo, 17:14; 24:4 y 34:27, donde puede verse como "Dios ordena a Moisés escribir”).
Estructura
El Libro de Éxodo comienza con los descendientes de Jacob, que sufren opresión, esclavitud e infanticidio en Egipto y termina con la manifestación de la presencia, el poder y la gloria de Dios que acampa en el desierto, en medio de su pueblo liberado.
El libro se divide en tres secciones principales:
[A] Los capítulos 1 al 14, revelan a “Israel en Egipto”, sufriendo bajo la opresión de un faraón que no conocía a José ni lo que José había hecho por Egipto y a Dios redimiendo a Israel “con brazo extendido y grandes juicios” (Éxodo, 6:6). Entre los sucesos monumentales de esta parte de la historia de Israel, están:
[1] el nacimiento, la preservación y la preparación de Moisés (cap. 2;
[2] el llamamiento de Moisés en la zarza ardiente (cap. 3 y 4);
[3] las 10 plagas (cap. 7 al 12);
[4] la Pascua (cap.12); y
[5] el cruce del Mar Rojo (cap. 13 y 14).
[B] Los capítulos 16 al 18 describen a “Israel en el desierto”, en ruta al monte Sinaí. Dios guio a su pueblo redimido con una nube (de día) y una columna de fuego (de noche) y les suministro el mana, las codornices y el agua, mientras les enseñaba a andar por fe y obediencia.
[C]
Los capítulos 19 al 40, presentan a “Israel en el monte Sinaí”, recibiendo la
revelación que incluye:
[1] el pacto (Éxodo, 19);
[2] los 10 mandamientos (Éxodo, 20); y
[3] el tabernáculo y el sacerdocio (Éxodo, 25 al 31);
El libro concluye con la terminación del tabernáculo y la gloria de Dios que lo llena.
Características especiales
Cinco aspectos principales caracterizan al Libro de Éxodo:
[1] registra las circunstancias históricas del nacimiento de Israel como
nación;
[2] contiene en los 10
mandamientos (Éxodo, 20) el compendio de la ley moral y de los requisitos
justos de Dios para su pueblo y, por consiguiente, provee un fundamento de la
ética bíblica;
[3] es el libro del AT que más
describe la naturaleza de la gracia redentora y el poder de Dios en acción;
[4] todo el libro esta empapado
de una revelación majestuosa de Dios en calidad de:
[a] Glorioso en sus atributos
(veraz, misericordioso, fiel, santo y omnipotente);
[b] Señor de la
historia y reyes poderosos;
[c] Redentor que
celebra un pacto con los redimidos;
[d] Justo, como se
revela en su ley moral y los juicios; y
[e] Digno de adoración devota
como Dios trascendental que desciende a reunirse con su pueblo en el
tabernáculo;
[5] pone de relieve el cómo, el
que y el por qué del culto verdadero, que debía seguir a la redención por Dios
de su pueblo;
Cumplimiento en el NT
A
través de Éxodo, se prefigura la redención que se ofrece en el Nuevo Pacto. La
primera Pascua, el cruce del Mar Rojo y la promulgación de la ley en el monte
Sinaí son para el Antiguo Pacto lo que la vida, muerte y resurrección de Jesús
y el derramamiento del Espíritu Santo en Pentecostés son para el Nuevo Pacto.
Los símbolos del libro de Éxodo que prefiguran a Cristo son:
[1] Moisés;
[2] la Pascua;
[3] el cruce del Mar Rojo;
[4] el maná;
[5] el agua de la roca;
[6] el tabernáculo; y
[7] el Sumo Sacerdote;
Cristo en Éxodo
Cristo es el “cordero pascual” (Éxodo, 12:1-28).
El tabernáculo: secciones
El tabernáculo constaba de las siguientes secciones:
En el Lugar Santísimo, que era el
lugar más sagrado del tabernáculo y que se encontraba al final del mismo y
después de un velo, se encontraba el Arca de la Alianza. Al Lugar Santísimo
solo podía entrar el sumo sacerdote (Aarón y sus sucesores) y no en todo
momento:
Levítico, 16:2 Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio.
El tabernáculo: mobiliario
[+] El Arca de la Alianza (aquí se guardaban las tablas de la ley y simbolizaba la presencia de Dios);
El Arca de la Alianza contenía en
su interior las tablas con los diez mandamientos. La parte superior del Arca,
donde había dos querubines enfrentados con las alas desplegadas, se llamaba
“Propiciatorio” y sobre el mismo el sumo sacerdote vertía la sangre de los
animales que se sacrificaban para expiar (cubrir) el pecado de la nación. Sobre
el Arca, a su vez, se manifestaba la Gloria de Dios, como una luz, llamada
“Shekinah”:
De este modo, la sangre quedaba
entre las tablas, cuyas leyes habían sido transgredidas y la Gloria de Dios (la
Shekinah).
Éxodo, 25:10 Harán también un arca de madera de acacia, cuya longitud será de dos codos y medio, su anchura de codo y medio, y su altura de codo y medio. 25:11 Y la cubrirás de oro puro por dentro y por fuera, y harás sobre ella una cornisa de oro alrededor. 25:12 Fundirás para ella cuatro anillos de oro, que pondrás en sus cuatro esquinas; dos anillos a un lado de ella, y dos anillos al otro lado. 25:13 Harás unas varas de madera de acacia, las cuales cubrirás de oro. 25:14 Y meterás las varas por los anillos a los lados del arca, para llevar el arca con ellas. 25:15 Las varas quedarán en los anillos del arca; no se quitarán de ella. 25:16 Y pondrás en el arca el testimonio que yo te daré. 25:17 Y harás un propiciatorio de oro fino, cuya longitud será de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio. 25:18 Harás también dos querubines de oro; labrados a martillo los harás en los dos extremos del propiciatorio. 25:19 Harás, pues, un querubín en un extremo, y un querubín en el otro extremo; de una pieza con el propiciatorio harás los querubines en sus dos extremos. 25:20 Y los querubines extenderán por encima las alas, cubriendo con sus alas el propiciatorio; sus rostros el uno enfrente del otro, mirando al propiciatorio los rostros de los querubines. 25:21 Y pondrás el propiciatorio encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré. 25:22 Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel.
[+] El altar de bronce (aquí se efectuaban los sacrificios de animales y simbolizaba la cruz Cristo);
1
Pedro, 1:18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir,
la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o
plata, 1:19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin
mancha y sin contaminación, 1:20 ya destinado desde antes de la fundación
del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros,
[+] El altar de incienso (representa la intercesión de Cristo en la gloria);
Romanos,
8:34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que
también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también
intercede por nosotros.
1 Timoteo, 2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,
[+] El candelabro de siete brazos, candelero de oro o Menorah (representaba a Cristo como la luz del mundo);
Juan,
8:12 Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que
me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
[+] La mesa de los panes de la proposición (simbolizaba a Cristo, el pan de la vida);
Juan,
6:35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca
tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
[+] La fuente de bronce o el Lavacro (representaba la purificación y el lavamiento por la Palabra de Dios);
Efesios,
5:25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se
entregó a sí mismo por ella, 5:26 para santificarla, habiéndola purificado
en el lavamiento del agua por la palabra,
DIOS TE BENDIGA!
Marcelo D. D’Amico
Maestro de la Palabra – Ministerio REY DE GLORIA
