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NÚMEROS
Autor: Moisés
Tema: las peregrinaciones de
Israel en el desierto
Fecha: 1405 a.C.
Propósito
Números fue escrito para contar por que Israel no
entro a la tierra prometida inmediatamente después de salir del monte Sinaí e ilustra
el requisito de fe que Dios pone a su pueblo, sus castigos y juicios por la rebeldía
y como su plan progresivo se realizó por fin.
Trasfondo
El título del libro (Números), primero ocurre en las versiones griega y latina y se deriva de dos censos o “numeraciones” de los hombres israelitas en el libro (Números, 1 y 26). La mayor parte del libro, sin embargo, describe las experiencias de Israel mientras andaba errante “en el desierto”. Por eso se conoce a este libro, en el AT hebreo como “en el desierto” (“bemidbar).
Cronológicamente, Números es la continuación de la historia registrada en Éxodo. Después de casi un año en el monte Sinaí (durante el cual Dios estableció su pacto con Israel, dio a Moisés la ley y el modelo para el tabernáculo y le instruyo respecto al contenido de Levítico), los israelitas se prepararon para continuar su viaje a la tierra que Dios les había prometido por ser descendientes de Abraham, Isaac y Jacob.
Poco antes de partir del monte Sinaí, sin embargo, Dios le dijo a Moisés que contara todos los hombres israelitas que pudieran salir a la guerra (Números, 1:2-3). Diecinueve días después, la nación partió de allí e hizo un viaje corto a Cades-barnea (Números, 10:11).
Números registra la rebeldía grave de Israel en Cades y sus posteriores treinta y nueve años de juicio en el desierto, hasta que Dios llevo a una generación completamente nueva de israelitas a las llanuras de Moab, que se extendían al lado opuesto del rio Jordán, donde se encontraban Jericó y la tierra prometida.
Autoría
En el transcurso de la historia, las siguientes fuentes le han adjudicado la paternidad literaria a Moisés:
[1] el Pentateuco judío y samaritano;
[2] la tradición judía;
[3] Jesús y los escritores del NT;
[4] escritores cristianos de la antigüedad;
[5] eruditos conservadores modernos; y
[6] la evidencia interna del libro mismo (Números, 33:1-2);
Números, 33:1 Estas son las jornadas de los hijos de Israel, que salieron de la tierra de Egipto por sus ejércitos, bajo el mando de Moisés y Aarón. 33:2 Moisés escribió sus salidas conforme a sus jornadas por mandato de Jehová. Estas, pues, son sus jornadas con arreglo a sus salidas.
Sin dudas Moisés mantuvo un diario durante la peregrinación en el desierto y después puso el contenido de Números en forma narrativa poco antes de su muerte (1405 a.C.). La costumbre de Moisés de referirse a sí mismo en tercera persona era común en escritos antiguos, por lo que no debilita la credibilidad de su paternidad literaria.
Estructura
El mensaje principal de Números es claro: el pueblo de Dios solo progreso confiando en Él y sus promesas y obedeciendo su Palabra. Aunque el paso por el desierto era necesario por un tiempo, no fue la intención original de Dios que la prueba del desierto se prolongara de manera que toda una generación de israelitas viviera y muriera allí. El viaje corto del monte Sinaí a Cades, sin embargo, se convirtió en una aflicción y un juicio de treinta y nueve años. A través de la mayor parte de Números, la “generación del Éxodo” de israelitas fue infiel, rebelde e ingrata, a pesar de los milagros y provisiones de Dios.
Algunas de las actitudes de Israel para con Dios fueron las siguientes:
[+] hubo gran murmuración entre el pueblo, pronto, después de salir del monte Sinaí (Números, 11);
[+] María y Aarón (hermanos entre si y, ambos,
hermanos de Moisés), murmuraron contra Moisés (Números, 12);
[+] todo Israel se rebeló en su terca incredulidad
en Cades y no quiso avanzar hacia Canaán (Números, 14);
[+] Core y muchos levitas se rebelaron contra Moisés
(Números, 16);
[+] llevado al extremo por el pueblo rebelde, Moisés
acabo por pecar al enojarse muchísimo, lo cual impidió su ingreso en la tierra
prometida (Números, 20); e
[+] Israel adoro a Baal (Números, 25);
Todos los israelitas mayores de veinte años en Cades
(excepto Josué y Caleb), perecieron en el desierto. Una nueva generación de
Israelitas fue llevada, por fin, a la frontera oriental de la tierra prometida
(Números, 26 al 36).
Características especiales
Seis aspectos o énfasis principales caracterizan al libro de Números:
[1] es el “Libro de las
peregrinaciones en el desierto”, que revela con claridad porque Israel no tomo posesión
de la tierra prometida inmediatamente después de salir del monte Sinaí, sino
que tuvo que andar errante en el desierto durante treinta y nueve años más;
[2] es el “Libro de las
murmuraciones”, que registra una y otra vez la murmuración por el descontento y
las quejas amargas de los israelitas contra Dios y su trato con ellos;
[3] el libro ilustra el principio
de que “sin fe es imposible agradar a Dios” (Hebreos, 11:6). A través del
libro, se ve que el pueblo de Dios avanza solo confiando en El, con fe firme,
creyendo en sus promesas y apoyándose en El como su fuente de vida y esperanza;
[4] Números revela con
profundidad el principio de que, si una generación falla, Dios levantara otra
para cumplir sus promesas y realizar su misión;
[5] el censo anterior a
Cades-barnea (Números, 1 al 4) y el censo posterior en las llanuras de Moab,
antes de entrar en Canaán (Números, 26), revelan que no fue el tamaño
insuficiente del ejército de Israel lo que le impidió entrar en Canaán cuando
estaba en Cades, sino el inadecuado tamaño de su fe;
[6] es el “Libro de la disciplina
divina”, que demuestra que Dios si disciplina a su pueblo y ejerce el juicio
cuando este persiste en las quejas y en la incredulidad (Números, 13 y 14);
Cumplimiento en el NT
Las murmuraciones y la incredulidad de Israel se mencionan como advertencia a los creyentes del Nuevo Pacto (1 Corintios, 10:5-11, Hebreos, 3:16 al 4:6). La gravedad del pecado de Balaam (Números, 22 al 24) y la rebeldía de Core (Números, 16), también se mencionan en el NT (2 Pedro, 2:15-16, Judas, 1:11, Apocalipsis, 2:14). Jesús se refiere a la serpiente de bronce (Números, 21:7-9), para ilustrar el hecho de su crucifixión, a fin de que los que crean en Él no se pierdan sino que tengan vida eterna (Juan, 3:14-16). También se compara a Jesucristo con la roca del desierto de la que Israel bebió (1 Corintios, 10:4) y el maná celestial que comió (Juan, 6:31-33).
Cristo en Números
Cristo es “la columna de nube durante el día y la columna de fuego durante la noche”:
Números, 14:14 y lo dirán a los habitantes de esta tierra, los cuales han oído que tú, oh Jehová, estabas en medio de este pueblo, que cara a cara aparecías tú, oh Jehová, y que tu nube estaba sobre ellos, y que de día ibas delante de ellos en columna de nube, y de noche en columna de fuego;
DIOS TE BENDIGA!
Marcelo D. D’Amico
Maestro de la Palabra – Ministerio REY DE GLORIA