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JOSUÉ
Autor: Josué
Tema: conquista de Canaán (la tierra prometida)
Fecha: siglo XIV a.C.
Propósito
Josué fue escrito como registro de la fidelidad de Dios en cumplir sus
promesas del pacto a Israel en lo concerniente a la tierra de Canaán (Josué,
23:14, Génesis, 12:6-7). Las victorias de la conquista se representan como
actos de redención de Dios para Israel y sus actos de juicio sobre una decadente
cultura cananea (Deuteronomio, 9:4). Se debe considerar la violencia del libro
desde esta perspectiva. La arqueología confirma que la inmoralidad y la
crueldad generalizadas caracterizaban al pueblo cananeo, al cual Israel
reemplazo en la tierra.
Trasfondo
El libro de Josué es una continuación de la historia del Pentateuco. Registra el cruce del rio Jordán por Israel para entrar en Canaán después de la muerte de Moisés, como también la conquista y el establecimiento en Canaán de las doce tribus bajo el liderazgo de Josué. La fecha bíblica de la invasión de Canaán por Israel es 1405 a.C.. El libro de Josué cubre los 25 o 30 años siguientes de la historia de Israel, contando la manera como Dios “dio…. a Israel toda la tierra que había jurado dar a sus padres” (Josué, 21:43).
Apropiadamente se da al libro el nombre de su personaje principal, que predomina de principio a fin como el líder escogido por Dios. La historia personal de Josué lo preparo bien como líder para la conquista. Como estaba vivo cerca del fin de la opresión de Israel en Egipto, Josué fue testigo de las diez plagas enviadas por Dios como juicios, la primera Pascua, el cruce milagroso del Mar Rojo y las señales sobrenaturales (y los juicios) durante los viajes de Israel por el desierto.
Josué sirvió a Moisés como líder militar en la batalla contra los amalecitas poco después de salir de Egipto (Éxodo, 17:8-16) y el solo acompaño a Moisés al subir al monte Sinaí cuando Dios le dio a Israel los Diez Mandamientos (Éxodo, 24:12-18). Como asistente de Moisés, Josué demostró que tenía devoción intensa y un corazón dedicado a Dios, pues a menudo pasaba mucho tiempo en la presencia del Señor (Éxodo, 33:11). Fue un hombre que tenía en suma estima la santa presencia de Dios. Debió haber aprendido mucho de Moisés, su consejero y guía de confianza, acerca de los caminos de Dios y de las dificultades en guiar al pueblo.
En Cades-barnea, Josué sirvió a Moisés como uno de los doce espías que exploraron la tierra de Canaán. Junto con Caleb, Josué se opuso vigorosamente al informe incrédulo de la mayoría de los espías enviados (Números, 14).
Muchos años antes de reemplazar a Moisés como líder de Israel, Josué demostró que era un hombre de fe, visión, valor, lealtad, obediencia firme, oración y dedicación a Dios y a su Palabra. Para el tiempo en que fue escogido para reemplazar a Moisés, ya era un hombre “en el que hay espíritu” (Números, 27:18, Deuteronomio, 34:9).
Autoría
La tradición judía (el Talmud: comentarios rabínicos del AT hebreo) atribuye a Josué la paternidad literaria del libro. El acto de escribir se menciona dos veces en el libro en conexión con Josué (Josué, 18:9, 24:26). La evidencia interna indica claramente que el autor del libro fue testigo ocular de la conquista (“nos” en Josué, 5:6; nótese que Rahab todavía estaba viva cuando el autor escribió Josué, 6:25). Las partes del libro añadidas después de la muerte de Josué (Josué, 24:29-33), quizás fueron escritas por uno de los “ancianos que sobrevivieron a Josué” (Josué, 24:31). Josué murió cerca de 1375 a.C. a la edad de 110 años (Josué, 24:29).
Estructura
Josué comienza donde termina Deuteronomio. Israel estaba todavía acampado en las llanuras de Moab (Deuteronomio, 34:1), al este de Jericó y del rio Jordán. El libro se divide en tres secciones:
[1] La primera sección (Josué,
1:1 – 5:15) describe el nombramiento de Josué por Dios como sucesor de Moisés y
la preparación de Israel para entrar en Canaán (Josué, 1:1 – 3:13), el cruce
del Jordán (Josué (3:14 – 4:24) y sus primeras actividades del pacto en la
tierra (Josué, 5). Dios le prometió a Josué:
“Yo os he entregado…. Todo lugar que pisare la planta de vuestro pie” (Josué,
1:13);
[2] La segunda sección (Josué,
6:1 – 13:7) describe como Israel marcho en obediencia contra ciudades-estado
bien armados y con muros fortificados. Dios le dio a su pueblo victorias
decisivas en el centro (Josué, 6 al 8), el sur (Josué, 9 al 10) y el norte (Josué,
11 al 12) de Canaán, por las cuales Israel obtuvo el control de la región de
las montañas (de sur a norte) y el Neguev. La manera muy extraña como se conquistó
Jericó demostró con claridad a Israel quien el Capitán de su salvación (Josué,
6). La derrota de Israel en Hai revela la veracidad del libro y la obediencia
seria que Dios requería de Israel (Josué, 7: El pecado de Acán).
[3] La tercera sección (Josué,
13:8 – 22:34) registra la distribución de la tierra por Josué a las doce
tribus, la herencia de Caleb, la seis ciudades de refugio y las cuarenta y ocho
ciudades de los levitas entre las tribus. El libro concluye con dos mensajes de
despedida de Josué (Josué, 23:1 – 24:28) y un epitafio a Josué y Eleazar (Josué,
24:29-33).
Características especiales
Siete aspectos o énfasis principales caracterizan este libro:
[1] es el primero de los
denominados libros históricos del AT (junto a Jueces, Rut, 1 y 2 de Samuel, 1 y
2 de Reyes, 1 y 2 de Crónicas, Esdras, Nehemías y Ester), que describe la
historia de Israel como nación en Palestina;
[2] provee considerable información
sobre la extraordinaria vida de Josué como el escogido de Dios para completar
la obra de Moisés; su tarea fue establecer a Israel como pueblo del pacto en la
tierra de la promesa;
[3] el libro registra numerosos
milagros divinos a favor de Israel, siendo los dos más impresionantes la caída
de Jericó (Josué, 6) y la prolongación de las horas de luz del día en la
batalla de Gabaón (Josué, 10);
[4] es el libro principal del AT
que describe el concepto de “guerra santa” dentro del contexto más amplio de la
historia de la salvación;
[5] el libro enfatiza tres
grandes verdades acerca de la relación de Dios con su pueblo del pacto:
[a] su fidelidad;
[b] su santidad; y
[c] su salvación;
[6] el libro destaca la
importancia de mantener viva la herencia de los actos salvadores de Dios a
favor de su pueblo y de perpetuar esa herencia de una generación a la siguiente
(Josué, 4);
[7] el relato extenso del libro acerca
del pecado de Acán y el consecuente castigo (Josué, 7), junto con otras admoniciones,
advertencias y castigos, recalca la importancia del temor del Señor en el corazón
del pueblo de Dios;
Cumplimiento en el NT
El nombre de Josué (del hebreo “yehoshua” o “yeshua”) es el equivalente hebreo del nombre Jesús en el NT. En su papel de líder de Israel en la tierra prometida, Josué es un tipo o prefiguración de Jesús en el AT, cuya tarea es “llevar muchos hijos a la gloria” (Hebreos, 2:10, 4:1-13, 2 Corintios, 2:14). También, como el primer Josué blandió la espada del terrible juicio de Dios en la conquista de Canaán (la tierra prometida), así el segundo Josué la blandirá en la conquista de las naciones al final de la historia (Apocalipsis, 19:11-16).
Cristo en Josué
Cristo es “el capitán de nuestra salvación”:
Josué, 6:25 Mas Josué salvó la vida a Rahab la ramera, y a la casa de su padre, y a todo lo que ella tenía; y habitó ella entre los israelitas hasta hoy, por cuanto escondió a los mensajeros que Josué había enviado a reconocer a Jericó.
DIOS TE BENDIGA!
Marcelo D. D’Amico
Maestro de la Palabra – Ministerio REY DE GLORIA