sábado, 27 de febrero de 2021

SERIE BOSQUEJOS DE LOS LIBROS DE LA BIBLIA: # 6 - JOSUÉ

 


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JOSUÉ

Autor: Josué

Tema: conquista de Canaán (la tierra prometida)

Fecha: siglo XIV a.C.

Propósito

Josué fue escrito como registro de la fidelidad de Dios en cumplir sus promesas del pacto a Israel en lo concerniente a la tierra de Canaán (Josué, 23:14, Génesis, 12:6-7). Las victorias de la conquista se representan como actos de redención de Dios para Israel y sus actos de juicio sobre una decadente cultura cananea (Deuteronomio, 9:4). Se debe considerar la violencia del libro desde esta perspectiva. La arqueología confirma que la inmoralidad y la crueldad generalizadas caracterizaban al pueblo cananeo, al cual Israel reemplazo en la tierra.

Trasfondo

El libro de Josué es una continuación de la historia del Pentateuco. Registra el cruce del rio Jordán por Israel para entrar en Canaán después de la muerte de Moisés, como también la conquista y el establecimiento en Canaán de las doce tribus bajo el liderazgo de Josué. La fecha bíblica de la invasión de Canaán por Israel es 1405 a.C.. El libro de Josué cubre los 25 o 30 años siguientes de la historia de Israel, contando la manera como Dios “dio…. a Israel toda la tierra que había jurado dar a sus padres” (Josué, 21:43).

Apropiadamente se da al libro el nombre de su personaje principal, que predomina de principio a fin como el líder escogido por Dios. La historia personal de Josué lo preparo bien como líder para la conquista. Como estaba vivo cerca del fin de la opresión de Israel en Egipto, Josué fue testigo de las diez plagas enviadas por Dios como juicios, la primera Pascua, el cruce milagroso del Mar Rojo y las señales sobrenaturales (y los juicios) durante los viajes de Israel por el desierto.

Josué sirvió a Moisés como líder militar en la batalla contra los amalecitas poco después de salir de Egipto (Éxodo, 17:8-16) y el solo acompaño a Moisés al subir al monte Sinaí cuando Dios le dio a Israel los Diez Mandamientos (Éxodo, 24:12-18). Como asistente de Moisés, Josué demostró que tenía devoción intensa y un corazón dedicado a Dios, pues a menudo pasaba mucho tiempo en la presencia del Señor (Éxodo, 33:11). Fue un hombre que tenía en suma estima la santa presencia de Dios. Debió haber aprendido mucho de Moisés, su consejero y guía de confianza, acerca de los caminos de Dios y de las dificultades en guiar al pueblo.

En Cades-barnea, Josué sirvió a Moisés como uno de los doce espías que exploraron la tierra de Canaán. Junto con Caleb, Josué se opuso vigorosamente al informe incrédulo de la mayoría de los espías enviados (Números, 14).

Muchos años antes de reemplazar a Moisés como líder de Israel, Josué demostró que era un hombre de fe, visión, valor, lealtad, obediencia firme, oración y dedicación a Dios y a su Palabra. Para el tiempo en que fue escogido para reemplazar a Moisés, ya era un hombre “en el que hay espíritu” (Números, 27:18, Deuteronomio, 34:9).

Autoría

La tradición judía (el Talmud: comentarios rabínicos del AT hebreo) atribuye a Josué la paternidad literaria del libro. El acto de escribir se menciona dos veces en el libro en conexión con Josué (Josué, 18:9, 24:26). La evidencia interna indica claramente que el autor del libro fue testigo ocular de la conquista (“nos” en Josué, 5:6; nótese que Rahab todavía estaba viva cuando el autor escribió Josué, 6:25). Las partes del libro añadidas después de la muerte de Josué (Josué, 24:29-33), quizás fueron escritas por uno de los “ancianos que sobrevivieron a Josué” (Josué, 24:31). Josué murió cerca de 1375 a.C. a la edad de 110 años (Josué, 24:29).

Estructura

Josué comienza donde termina Deuteronomio. Israel estaba todavía acampado en las llanuras de Moab (Deuteronomio, 34:1), al este de Jericó y del rio Jordán. El libro se divide en tres secciones:

 

[1] La primera sección (Josué, 1:1 – 5:15) describe el nombramiento de Josué por Dios como sucesor de Moisés y la preparación de Israel para entrar en Canaán (Josué, 1:1 – 3:13), el cruce del Jordán (Josué (3:14 – 4:24) y sus primeras actividades del pacto en la tierra (Josué, 5). Dios le prometió a  Josué: “Yo os he entregado…. Todo lugar que pisare la planta de vuestro pie” (Josué, 1:13);

 

[2] La segunda sección (Josué, 6:1 – 13:7) describe como Israel marcho en obediencia contra ciudades-estado bien armados y con muros fortificados. Dios le dio a su pueblo victorias decisivas en el centro (Josué, 6 al 8), el sur (Josué, 9 al 10) y el norte (Josué, 11 al 12) de Canaán, por las cuales Israel obtuvo el control de la región de las montañas (de sur a norte) y el Neguev. La manera muy extraña como se conquistó Jericó demostró con claridad a Israel quien el Capitán de su salvación (Josué, 6). La derrota de Israel en Hai revela la veracidad del libro y la obediencia seria que Dios requería de Israel (Josué, 7: El pecado de Acán).


[3] La tercera sección (Josué, 13:8 – 22:34) registra la distribución de la tierra por Josué a las doce tribus, la herencia de Caleb, la seis ciudades de refugio y las cuarenta y ocho ciudades de los levitas entre las tribus. El libro concluye con dos mensajes de despedida de Josué (Josué, 23:1 – 24:28) y un epitafio a Josué y Eleazar (Josué, 24:29-33).

Características especiales

Siete aspectos o énfasis principales caracterizan este libro:

 

[1] es el primero de los denominados libros históricos del AT (junto a Jueces, Rut, 1 y 2 de Samuel, 1 y 2 de Reyes, 1 y 2 de Crónicas, Esdras, Nehemías y Ester), que describe la historia de Israel como nación en Palestina;

 

[2] provee considerable información sobre la extraordinaria vida de Josué como el escogido de Dios para completar la obra de Moisés; su tarea fue establecer a Israel como pueblo del pacto en la tierra de la promesa;

 

[3] el libro registra numerosos milagros divinos a favor de Israel, siendo los dos más impresionantes la caída de Jericó (Josué, 6) y la prolongación de las horas de luz del día en la batalla de Gabaón (Josué, 10);

 

[4] es el libro principal del AT que describe el concepto de “guerra santa” dentro del contexto más amplio de la historia de la salvación;

 

[5] el libro enfatiza tres grandes verdades acerca de la relación de Dios con su pueblo del pacto:

 

[a] su fidelidad;

[b] su santidad; y

[c] su salvación;

 

[6] el libro destaca la importancia de mantener viva la herencia de los actos salvadores de Dios a favor de su pueblo y de perpetuar esa herencia de una generación a la siguiente (Josué, 4);

 

[7] el relato extenso del libro acerca del pecado de Acán y el consecuente castigo (Josué, 7), junto con otras admoniciones, advertencias y castigos, recalca la importancia del temor del Señor en el corazón del pueblo de Dios;

Cumplimiento en el NT

El nombre de Josué (del hebreo “yehoshua” o “yeshua”) es el equivalente hebreo del nombre Jesús en el NT. En su papel de líder de Israel en la tierra prometida, Josué es un tipo o prefiguración de Jesús en el AT, cuya tarea es “llevar muchos hijos a la gloria” (Hebreos, 2:10, 4:1-13, 2 Corintios, 2:14). También, como el primer Josué blandió la espada del terrible juicio de Dios en la conquista de Canaán (la tierra prometida), así el segundo Josué la blandirá en la conquista de las naciones al final de la historia (Apocalipsis, 19:11-16).

Cristo en Josué

Cristo es “el capitán de nuestra salvación”:

Josué, 6:25 Mas Josué salvó la vida a Rahab la ramera, y a la casa de su padre, y a todo lo que ella tenía; y habitó ella entre los israelitas hasta hoy, por cuanto escondió a los mensajeros que Josué había enviado a reconocer a Jericó.

 

DIOS TE BENDIGA!

Marcelo D. D’Amico

Maestro de la Palabra – Ministerio REY DE GLORIA