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Por el autor del blog:
Ya he hablado de esto en otros post de este mismo blog,
pero, como dice Pablo, como la fe es por el oír (la fe se adquiere y se
consolida por oír – lo que incluye leer, escuchar, estudiar, comprender y
obedecer – la palabra de Dios), lo repetiré una vez más:
La Biblia define la FE de la siguiente manera:
Hebreos, 11:1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se
espera, la convicción de lo que no se ve.
¿Qué significa esto?. Significa que la fe es algo en lo
que creemos y que no podemos ver con nuestros ojos de humanos carnales, ya sea
porque eso en lo que tenemos fe ocurre en un plano dimensional al cual no
tenemos acceso (el plano o el mundo espiritual) y/o porque eso en lo que
tenemos fe ocurrió en un momento histórico en el cual nosotros ni siquiera
habíamos nacido (la crucifixión de Cristo, por ejemplo).
Definida la FE por la misma Palabra de Dios, vayamos a la
parte importante, que es como opera la Salvación de nuestra alma:
Pablo nos da la clave:
Efesios, 2:8 Porque por gracia sois
salvos por medio de la fe; y esto no es de vosotros, porque es
don de Dios; 2:9 no por obras, para que nadie se gloríe;
Vayamos por partes:
La gracia es, podríamos decir, la voluntad de Dios de
reconciliarse con el Hombre. Que algo sea por gracia significa, ademas, que es
totalmente inmerecido (no hemos hecho nada para obtenerlo). Dios no quiere que
perezca ningún hombre y que todos procedan al arrepentimiento. Por esto somos
salvos. Sin esta voluntad conciliadora de Dios, no habría salvación posible.
Pero esta gracia no será ilimitada. En algún momento terminara y vendrá la ira
de Dios sobre la Tierra. Esta gracia (esta voluntad de Dios) es
la causa de nuestra Salvación.
Pero se necesita algo más. Dios pide algo más y es la
parte que nos toca a nosotros: el ejercicio de la fe.
Pablo dice: “por medio de la fe”. La gracia de Dios es la
causa de la salvación (el por qué), mientras que la fe es el “medio”. La fe ya
fue definida (Hebreos, 11.1). Sin fe estaremos excluidos de la gracia de
Dios. Nunca podremos reconciliarnos con Dios.
La fe es el “boleto de entrada” a la gracia (la causa de
la salvación):
Romanos, 5:1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz
para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 5:2 por quien también
tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos
gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
Pero ¿fe en que o en quien?. En nuestro Señor Jesucristo,
por supuesto. En el Hijo de Dios, en el Enviado de Dios, nuestro Mesías,
nuestro Libertador Espiritual, nuestro Maestro y nuestro Amigo.
Romanos, 10:9 que si confesares con tu boca que Jesús es
el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás
salvo.
Pero ¿qué hizo Jesucristo, el Hijo de Dios, por
nosotros?.
Romanos, 4:25 el cual fue entregado por nuestras
transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.
Pero ¿porque Dios envió a Su Hijo a morir (y de semejante
manera) por nosotros?.
Paul Washer lo explica fantásticamente bien:
Todo el problema comienza con la naturaleza de Dios. Dios
es Justo y Santo. Dios no puede violar sus atributos. El no puede hacer algo
que contradiga su naturaleza. El es un Dios Recto. Ahora bien, esto es algo
bueno. Sería terrible pensar que este universo fue creado por un dios malvado,
por un dios omnipotente que fuera malvado. Sería absolutamente aterrador. De modo
que, en principio, es algo bueno que Dios sea Justo, Santo y Recto. Pero
entonces, esto presenta un problema. Si Dios es Justo… ¿ qué es lo que hace con
nosotros?. La verdad más aterradora de la Biblia es que Dios es bueno. ¿Por qué
es una mala noticia que Dios sea bueno?. Porque nosotros no lo somos. Entonces
¿qué hace un Dios bueno con nosotros?. Pecamos contra Dios, pecamos
unos contra otros, pecamos contra la naturaleza, pecamos contra todo. Toda la
creación clama por nuestra condenación. Si Dios es verdaderamente Justo, entonces
¿qué hace con nosotros?.
Si Dios, simplemente, pasa por alto la maldad, deja de
ser Justo. Si un Dios Santo llama a los malvados hacia El para compartir con
ellos, entonces no es un Dios Santo. De modo que la gran pregunta de toda la
Biblia es esta: ¿Cómo puede un Dios Justo perdonar malvados y seguir siendo
Justo?. ¿Cómo un Dios Santo llama a los malvados a tener comunión con El,
siendo un Dios Santo?. Y la repuesta se encuentra en la cruz de Jesucristo. En
la cruz de Jesucristo vemos esta tremenda y única revelación de la amplitud de
los atributos de Dios. Dios es Justo. El debe condenar nuestro pecado. Dios es
amor y por eso se convierte en hombre por medio de Su Hijo. Vive una vida
perfecta como hombre y luego va hacia esa cruz y en esa cruz los pecados de su
pueblo son echados sobre El. Y toda la justicia de Dios, toda la ira de Dios
que merecíamos nosotros es arrojada sobre la cabeza de Cristo. La cantidad
exacta que era requerida para satisfacer la justicia de Dios. Después de
sufrir, Cristo dijo “CONSUMADO ES”. Esto significa que hizo lo que era
requerido para satisfacer la justicia de Dios contra su pueblo. El pago el
precio en su totalidad.
Es muy importante entender esto. Que no fue simplemente
que nuestros pecados fueron perdonados porque los romanos golpearon a Jesús y
lo clavaron en una cruz. Nuestros pecados fueron pagados porque en esa cruz El
cargo con nuestros pecados. Y le plació a Dios, el Señor, quebrantar a Su
propio Hijo. La ira de Dios, que debió haber caído sobre mí y sobre ti, cayo,
en cambio, sobre su Unigénito Hijo. Y lo sufrió completamente, pago el precio,
murió, porque la paga del pecado es muerte y en el tercer día resucito de entre
los muertos. Y ahora está sentado a la diestra de Dios y no hay otro nombre,
ningún otro nombre, en cualquier otro mundo, no hay ningún otro nombre dado a
los hombres en el que podamos ser salvos, excepto por el nombre de Jesucristo.
El es el camino, la verdad y la vida. Y nadie puede llegar al Padre, excepto
por medio de Jesucristo. Hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los
hombres: Jesucristo hombre. Y para que podamos ser salvos, la Biblia llama a
todos los hombres a arrepentirse de sus pecados y a creer en el Evangelio.
Efesios, 2:8 Porque por gracia sois
salvos por medio de la fe; y esto no es de vosotros, porque es
don de Dios; 2:9 no por obras, para que nadie se gloríe;
Pablo termina diciendo que la salvación no es por obras,
“para que nadie se gloríe”, es decir, para que nadie diga “me salve porque soy
bueno”. Ademas, mucha gente de dinero realiza obras de caridad pensando que,
tal vez, eso les ayude a “comprar” su salvación. Ellos ven a las buenas obras
como una “moneda de pago”.
Pero Pablo dice que las buenas obras son una consecuencia
de la fe:
Efesios, 2:10 Porque somos hechura suya, creados en
Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que
anduviésemos en ellas.
¿Por qué tuvo que ser todo de este modo?.
Porque agrado a Dios, en su soberanía, que el hombre
fuese salvo por medio de la predicación del Evangelio y del ejercicio de la fe:
1º Corintios, 1:21 agradó a Dios salvar a los
creyentes por la locura de la predicación. 1:22 Porque los judíos
piden señales, y los griegos buscan sabiduría; 1:23 pero nosotros
predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente
tropezadero, y para los gentiles locura; 1:24 mas para los
llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios.
Para los incrédulos, todo esto es una locura. Para
nosotros es poder de Dios.
QUE DIOS LOS BENDIGA A TODOS!!!