jueves, 16 de agosto de 2012

LIBRO DE APOCALIPSIS: CAPITULO 14



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Continuamos con el estudio sistemático y ordenado del Libro de Apocalipsis.

No dejes de leer, para no perder el “hilo” del estudio completo, los siguientes post, en este mismo blog:

Libro de Apocalipsis – Capitulo 1:


Libro de Apocalipsis – Cap. 2 y 3 – 1ª Parte:


Libro de Apocalipsis – Cap. 2 y 3 – 2ª Parte:


Libro de Apocalipsis – Cap. 2 y 3 – 3ª Parte:


Libro de Apocalipsis – Capitulo 4:


Libro de Apocalipsis – Capitulo 5:


Libro de Apocalipsis – Capitulo 6:


Libro de Apocalipsis – Capitulo 7:


Libro de Apocalipsis – Cap. 8 y 9:


Libro de Apocalipsis – Cap. 10 y 11 (hasta v.14):


Libro de Apocalipsis – Cap. 11:15 y 12:17:


Libro de Apocalipsis – Capitulo 13:


Sigamos, ahora, con el capítulo 14 del Libro de Apocalipsis:

Un estudio bíblico de Jack Kelley.

El Cordero y los 144.000:

Apocalipsis, 14:1 Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente. 14:2 Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas. 14:3 Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra. 14:4 Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; 14:5 y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios.

En Apocalipsis 7 vimos que tenía sentido ver los 144.000 tal y como fueron descritos… Judíos Mesiánicos de las 12 tribus de Israel, atestiguando al mundo después que la iglesia se ha ido. Ellos son el cumplimiento de la profecía de los últimos tiempos de Isaías 43:10, siendo testigos del Señor para las naciones de la Tierra durante la Semana Setenta de Daniel.

Isaías, 43:10 Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí.

¿Quiénes son estas personas?:

Aquí vemos un grupo del mismo tamaño, 144.000, que se muestra en pie sobre el Monte de Sion con el nombre del Padre y del Hijo escritos en sus frentes. A ellos se les describe como habiendo sido redimidos de la tierra ante el Trono de Dios cantando un cántico nuevo, un cántico que solamente ellos podían cantar.

Hebreos 12:22-24 nos da una bella descripción de este grupo:

Hebreos, 12:22 sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, 12:23 a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, 12:24 a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.

Esto fue escrito para la iglesia.

La similitud es inconfundible. Por su localización (en el cielo), su estado espiritual (justos hechos perfectos), y su dedicación tanto a Dios como a Jesús, ellos son un recordatorio de un grupo que primeramente se vio en Apocalipsis 5 y que son descritos como Reyes y Sacerdotes. Ellos cantan una nueva canción como ese grupo, siguen al Cordero a donde quiera que Él va, lo cual significa que son Sus discípulos, y que fueron adquiridos de entre los hombres (1 Corintios 6:19-20) y ofrecidos como primicias a Dios y al Cordero.

1 Corintios, 6:19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 6:20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

A pesar de que es tentador verlos como los originales 144.000, martirizados y en el cielo, solamente un grupo se ajusta perfectamente a esa descripción… la Iglesia. Estos 144.000 son una muestra de los redimidos, llevados al cielo en el Rapto de Apocalipsis 4:1, y presentados como las primicias de la cosecha de almas, de la misma manera que la ofrenda mecida era de las primicias de la cosecha del grano (Levítico 23:9-14).

Levítico, 23:9 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: 23:10 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega. 23:11 Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de reposo la mecerá. 23:12 Y el día que ofrezcáis la gavilla, ofreceréis un cordero de un año, sin defecto, en holocausto a Jehová. 23:13 Su ofrenda será dos décimas de efa de flor de harina amasada con aceite, ofrenda encendida a Jehová en olor gratísimo; y su libación será de vino, la cuarta parte de un hin. 23:14 No comeréis pan, ni grano tostado, ni espiga fresca, hasta este mismo día, hasta que hayáis ofrecido la ofrenda de vuestro Dios; estatuto perpetuo es por vuestras edades en dondequiera que habitéis.

Todo el grano se segaba, pero solamente una parte era ofrecida. De la misma manera es con la Iglesia. Los 144.000 no significan que son el número completo de los creyentes que han sido raptados, sino una muestra.

Dicho sea de paso, la secta los Testigos de Jehová tiene la absurda creencia, entre muchas otras, de que el numero de los salvos solo es de 144.000 personas. Y otra cosa:

Isaías, 43:10 Vosotros sois mis testigos, dice Jehová…

De este versículo extraen el nombre para su secta. Absurdo por donde se lo mire….

Sigamos:

En cuanto a la frase “no se contaminaron con mujeres” esta se utiliza para simbolizar la adoración a los ídolos. Puesto que la adoración pagana era sexual por naturaleza, el Señor algunas veces describe la adoración a los ídolos en términos sexuales. (Lea Ezequiel 16 y 23…. si se atreve.) Estos 144.000 no habían hecho eso. En realidad fueron encontrados totalmente sin mancha, lo cual es otra evidencia de que ellos son los redimidos en el Cielo. Ninguna persona humana en la tierra está sin mancha, y tampoco existe ninguna evidencia bíblica que las personas que permanecen célibes van a recibir recompensas especiales.

Así hablo Dios, a través del profeta Ezequiel, refiriéndose a Jerusalén:

Ezequiel, 16:14 Y salió tu renombre entre las naciones a causa de tu hermosura; porque era perfecta, a causa de mi hermosura que yo puse sobre ti, dice Jehová el Señor. 16:15 Pero confiaste en tu hermosura, y te prostituiste a causa de tu renombre, y derramaste tus fornicaciones a cuantos pasaron; suya eras. 16:20 Además de esto, tomaste tus hijos y tus hijas que habías dado a luz para mí, y los sacrificaste a ellas para que fuesen consumidos. ¿Eran poca cosa tus fornicaciones, 16:21 para que degollases también a mis hijos y los ofrecieras a aquellas imágenes como ofrenda que el fuego consumía? 16:22 Y con todas tus abominaciones y tus fornicaciones no te has acordado de los días de tu juventud, cuando estabas desnuda y descubierta, cuando estabas envuelta en tu sangre. 16:26 Y fornicaste con los hijos de Egipto, tus vecinos, gruesos de carnes; y aumentaste tus fornicaciones para enojarme. 16:28 Fornicaste también con los asirios, por no haberte saciado; y fornicaste con ellos y tampoco te saciaste. 16:29 Multiplicaste asimismo tu fornicación en la tierra de Canaán y de los caldeos, y tampoco con esto te saciaste. 16:30 ¡Cuán inconstante es tu corazón, dice Jehová el Señor, habiendo hecho todas estas cosas, obras de una ramera desvergonzada, 16:31 edificando tus lugares altos en toda cabeza de camino, y haciendo tus altares en todas las plazas! Y no fuiste semejante a ramera, en que menospreciaste la paga, 16:32 sino como mujer adúltera, que en lugar de su marido recibe a ajenos. 16:33 A todas las rameras les dan dones; mas tú diste tus dones a todos tus enamorados; y les diste presentes, para que de todas partes se llegasen a ti en tus fornicaciones. 16:34 Y ha sucedido contigo, en tus fornicaciones, lo contrario de las demás mujeres: porque ninguno te ha solicitado para fornicar, y tú das la paga, en lugar de recibirla; por esto has sido diferente. 16:35 Por tanto, ramera, oye palabra de Jehová. 16:38 Y yo te juzgaré por las leyes de las adúlteras, y de las que derraman sangre; y traeré sobre ti sangre de ira y de celos.

Y podríamos seguir con más reproches de Dios por la idolatría de Jerusalén, hasta completar todo el capítulo 16 de Ezequiel.

Los tres ángeles:

Ezequiel, 14:6 Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, 14:7 diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas. 

Observe el tremendo contraste entre la visión anterior de las cosas en el Cielo y esta advertencia de lo que está por caer sobre la Tierra. Esta es la última advertencia antes de que los temibles juicios de las copas se derramen, con los cuales se completa, no se inicia, la ira de Dios.

En Mateo 24:14 Jesús prometió que el Evangelio sería predicado a todas las naciones antes del fin de la era. Hay personas que han especulado si este ángel es en realidad la televisión por satélite, o algo parecido, pero eso no importa. Entre los primeros 144.000, que son los creyentes de la tribulación, y este ángel, Su promesa se ha mantenido.

Mateo, 24:14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. 

Apocalipsis, 14:8 Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación.

Este versículo menciona el colapso venidero de la iglesia mundial. Como veremos más adelante en Apocalipsis 17, el anticristo ha utilizado esta “iglesia” como un medio para obtener un fin. Pero ahora ha llegado el momento para que todo el mundo lo adore a él y solamente a él.

Apocalipsis, 14:9 Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, 14:10 él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; 14:11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. 14:12 Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. 14:13 Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.

Esta es una clara advertencia de las terribles consecuencias por adorar al anticristo y tomar su marca; este pasaje también nos da una pista de que los creyentes de la tribulación tendrán una relación diferente con el Señor a la que disfrutará la Iglesia. De igual manera los creyentes del Antiguo Testamento, estarán obligados a guardar los mandamientos de Dios y mantenerse fieles a Jesús para mantener su salvación. Todo parece indicar que no se les otorgará la seguridad eterna sino que serán responsables de demostrar su fidelidad por sus acciones. El único momento en que su trabajo estará terminado será después de su muerte. No habrá “descanso sabático” para los santos de la tribulación.

Qué situación más insostenible para encontrarse en ella. Adore a Dios y muera ahora. Adore al anticristo y muera para siempre. La voz del Cielo está de acuerdo cuando pronuncia la segunda de las siete bendiciones en Apocalipsis. La primera era para todas aquellas personas que leen, escuchan y guardan en su corazón lo que está escrito en este libro (Apocalipsis 1:3). Esta es para aquellas personas que han sido martirizadas por su fe durante la gran tribulación.

La cosecha de la tierra:

Apocalipsis, 14:14 Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. 14:15 Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura. 14:16 Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada.

Algunas personas quieren ver a este ángel como a Jesús por la frase “Hijo del Hombre.” Para mí el mayor argumento en contra de eso es que él está usando la corona stéfanos, que es la corona del vencedor, como la que usa la Iglesia. Jesús usa una diadema, o corona de la realeza. Pero ya sea que lo fuere o no, eso no afecta nuestro entendimiento de este pasaje. A él se le ordena que empiece la fase final del juicio de la Tierra.

Apocalipsis, 14:17 Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda. 14:18 Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras. 14:19 Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. 14:20 Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios.

Este pasaje, como el anterior a este, es un resumen, una descripción de las cosas venideras. Las personas que están siendo vendimiados son las no creyentes de la Tierra. Esto lo sabemos así porque la referencia se hace a la viña de la tierra y no a la verdadera viña. También el lagar de la ira de Dios está situado fuera de la ciudad lo que significa que son los juicios venideros de las copas de la ira de Dios, los que culminan con la Batalla de Armagedón.

Este período de tiempo también está a la vista en la Parábola de Reino del Trigo y la Cizaña, en la cual antes de que el Trigo (los hijos del Reino) ingresen al Milenio, los hijos del malo son cosechados y echados en un horno ardiendo (Mateo 13:36-45). Los Hijos del Reino se refieren a los creyentes que están vivos en la Tierra durante la Gran Tribulación.

Esto muestra hasta dónde Satanás es capaz de llegar para destruir a la humanidad con el objeto de mantener el control del Planeta Tierra. Isaías 63:1-6 nos brinda un punto de vista profético del Antiguo Testamento. Es una conversación entre Isaías y el Señor.

Isaías: ¿Quién es éste que viene de Edom, de Bosra, con vestidos rojos? ¿Éste hermoso en su vestido, que marcha en la grandeza de su poder?.
El Señor: Yo, el que hablo en justicia, grande para salvar.
Isaías: ¿Por qué es rojo tu vestido, y tus ropas como del que ha pisado en lagar?
El Señor: He pisado yo solo el lagar, y de los pueblos nadie había conmigo; los pisé con mi ira, y los hollé con mi furor; y su sangre salpicó mis vestidos, y manché todas mis ropas. Porque el día de la venganza está en mi corazón, y el año de mis redimidos ha llegado. Miré, y no había quien ayudara, y me maravillé que no hubiera quien sustentase; y me salvó mi brazo, y me sostuvo mi ira. Y con mi ira hollé los pueblos, y los embriagué en mi furor, y derramé en tierra su sangre.

Las cosas se están desarrollando muy rápido ahora, así que Juan tiene que ir de adelante hacia atrás entre las cosas que suceden en el cielo y las que suceden en la tierra, primero presentando resúmenes y luego volviendo sobre los mismos para dar los detalles y así asegurarse de que lo hemos captado todo. El punto principal aquí es el de transmitir la extensión de la carnicería. La altura promedio de los frenos de los caballos es de 1,3 metros, y 1.600 estadios es una distancia de aproximadamente 290 kilómetros, para que usted tenga una idea de lo que se trata. Imagínese usted un río de sangre que tiene una profundidad de 1,3 metros y una distancia de 290 kilómetros para se haga una idea de ello. Si usted pudiera manejar a una velocidad de 50 kilómetros por hora, le tomaría casi seis horas recorrer esa distancia. La próxima vez tendremos los detalles de los juicios de las copas.



QUE DIOS LOS BENDIGA A TODOS!!!