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Continuamos con el estudio sistemático y ordenado del Libro de Apocalipsis.
No dejes de leer, para no perder el “hilo” del estudio completo, los
siguientes post, en este mismo blog:
Libro de
Apocalipsis – Capitulo 1:
Libro de
Apocalipsis – Cap. 2 y 3 – 1ª Parte:
Libro de
Apocalipsis – Cap. 2 y 3 – 2ª Parte:
Libro de
Apocalipsis – Cap. 2 y 3 – 3ª Parte:
Libro de
Apocalipsis – Capitulo 4:
Libro de
Apocalipsis – Capitulo 5:
Libro de
Apocalipsis – Capitulo 6:
Libro de
Apocalipsis – Capitulo 7:
Sigamos, ahora, con los capítulos 8 y 9 del Libro de Apocalipsis:
Un Estudio Bíblico por Jack Kelley
El primer ciclo de juicios está por finalizar. Los 144.000 ya han sido
comisionados y una inmensa cantidad de mártires ha llegado al cielo. En muchos
lugares de la tierra, la guerra se desarrolla furiosa y descontroladamente, con
los resultantes efectos del hambre y la pestilencia, y a pesar de eso, en otras
partes de la tierra la paz todavía prevalece. Todas aquellas personas que
tienen la suerte de disfrutarla están siendo engañadas al pensar que pronto en
todo mundo se apaciguarán las cosas, y seguirá la vida como de costumbre.
Puesto que el anticristo no ha sido aun revelado como el hombre de Satanás para
el Planeta Tierra, muchas personas lo ven como un talentoso líder mundial
haciendo lo mejor para restablecer el orden y, a pesar de la cantidad sin
precedentes de muertes humanas y de personas desaparecidas, todavía le dan una
alta calificación.
Apocalipsis 8:
Pero en el cielo la historia es diferente, porque Dios está a punto de
desatar los juicios de las siete trompetas. A Él no le da ningún placer
hacerlo. Pero así como son de malas las personas, los juicios de los sellos que
ahora concluyen simplemente no han sido lo suficientemente severos como para
volver el testarudo corazón de ellas a Dios. ¡Ay!, Él lo sabía todo el tiempo,
pero eso no hace que las cosas sean más fáciles. Si solamente Él no los amara
tanto dejaría que se destruyeran unos a los otros. Pero mientras que Su
justicia demanda justicia, Su amor requiere que Él siga intentando salvarlos.
El séptimo
sello y el incensario de oro:
Apocalipsis, 8:1 Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el
cielo como por media hora. 8:2 Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante
Dios; y se les dieron siete trompetas. 8:3 Otro ángel vino entonces y se paró
ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para
añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba
delante del trono. 8:4 Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el
humo del incienso con las oraciones de los santos. 8:5 Y el ángel tomó el
incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo
truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto.
Un silencio de media hora llena el cielo con un sentido de presentimiento,
como si todos los ángeles estuvieran sosteniendo la respiración, esperando que
el Señor actúe. Los creyentes de después del Rapto en la tierra, saben lo que
se avecina, y sus urgentes oraciones llegan al trono de Dios como una
gigantesca nube de incienso.
Pero el tiempo de la misericordia se acabó con el Rapto. Ahora es tiempo de
juicio y conforme el ángel toma fuego del altar, Dios anuncia los juicios
venideros en la forma tradicional que Él usa, con truenos, relámpagos y
terremotos.
Las trompetas:
Apocalipsis, 8:6 Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se
dispusieron a tocarlas. 8:7 El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y
fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera
parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde.
Recordando las plagas de Egipto, el primer juicio cae sobre la tierra. El
fuego se desata sobre la tercera parte de la tierra, el humo cáustico que
produce que la hierba y los árboles de abajo se quemen, llena los cielos
arriba.
Apocalipsis, 8:8 El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña
ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se
convirtió en sangre. 8:9 Y murió la tercera parte de los seres vivientes que
estaban en el mar, y la tercera parte de las naves fue destruida.
Este juicio parece ser como si un gran asteroide o meteoro choca con los
océanos de la tierra. Esto ha sucedido en la tierra cientos de veces en la
historia. El último caso sucedió el 9 de junio de 2006 cuando un meteoro se
estrelló al norte de Noruega con la potencia del impacto igual a la bomba
atómica arrojada sobre Hiroshima, Japón.
Los astrónomos están en la actualidad observando miles de asteroides
potencialmente peligrosos (APP) y objetos cercanos a la tierra (OCT). En este
momento ninguno de estos está proyectado para que choque con la tierra, pero
estos científicos nos advierten que los OCT con frecuencia aparecen de repente,
y casi sin previo aviso. ¿Cuántos de nosotros sabíamos que uno de esos se
estrellaría en Noruega en junio de 2006?.
El meteoro a que hace referencia este pasaje produce una tremenda
devastación, convirtiendo la tercera parte de los océanos en una sustancia
tóxica de aspecto rojizo, matando a la tercera parte de la vida marina y
destruyendo miles de embarcaciones. (Existen más de 40.000 barcos comerciales y
mercantes registrados en 143 países. Además, existen más de 9.000 buques de la
marina de 50 países diferentes y un número desconocido de navíos privados.)
Apocalipsis, 8:10 El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una
gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los
ríos, y sobre las fuentes de las aguas. 8:11 Y el nombre de la estrella es
Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos
hombres murieron a causa de esas aguas, porque se hicieron amargas.
El siguiente juicio cae sobre el suministro de agua potable del mundo. Un
tercio del mismo se vuelve venenoso debido a que algo como una estrella fugaz
cae del cielo. La estrella se llama Ajenjo, de la palabra griega ÁPSINDSOS
(absenta). Debido a esto, algunos comentaristas creen que la sustancia que
produce que las aguas se hagan amargas, es la contaminación radioactiva.
Dicen eso porque, a pesar de que no está libre de controversias, la palabra
rusa Chernobil se puede traducir como ajenjo, y el 25 y 26 de abril de 1986, el
peor desastre nuclear ocurrió en la ciudad de Ucrania de ese nombre. Un reactor
nuclear en la estación generadora de Chernobil explotó durante unas pruebas,
lanzando enormes cantidades de lluvia radioactiva a la atmósfera las cuales se
calculan que fueron 300 veces mayores que la bomba atómica que explotó sobre
Hiroshima. Si usted vio la película “El Síndrome de China” se pudo dar cuenta
que los reactores nucleares fuera de control pueden horadar el suelo y una vez
que eso comienza nada lo detiene.
No hay ninguna notificación oficial de que eso sucedió o pudo suceder en
Chernobil. Pero los esfuerzos para contener el daño aun prosiguen después de 25
años del accidente, y si los acuíferos europeos llegaran a contaminarse, es
fácil ver cómo esta visión de Apocalipsis
8:11, puede ser exacta.
Apocalipsis, 8:12 El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera
parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las
estrellas, para que se oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz
en la tercera parte del día, y asimismo de la noche.
Entre el humo del incendio de la hierba y los árboles, y las partículas
lanzadas al aire por la colisión del meteoro, la atmósfera se ha vuelto tan
densa que un tercio de la luz de los cuerpos celestes queda bloqueada. Eso me
recuerda los reportajes de la televisión mostrando los incendios que las tropas
de Sadam Hussein produjeron en los campos petrolíferos de Kuwait cuando iban en
retirada hacia el final de la Primera Guerra del Golfo. El humo era
tan denso que parecía ser de noche durante el día, el sol era como una oscura
bola roja flotando en un cielo ennegrecido arriba. Eso es casi como se verán
las cosas cuando el mundo aguarda el sonido de la quinta trompeta.
Apocalipsis, 8:13 Y miré, y oí a un ángel volar por en medio del cielo,
diciendo a gran voz: ¡Ay, ay, ay, de los que moran en la tierra, a causa de los
otros toques de trompeta que están para sonar los tres ángeles!.
El ser que vuela no es ningún águila ordinaria. El idioma griego utiliza la
palabra normalmente traducida como ángel, para indicar algún tipo de mensajero
sobrenatural que es enviado para preparar el mundo para lo que viene. Ya han
sonado cuatro de las trompetas y la tierra está tambaleándose por esta
arremetida. Pero ahora los juicios se vuelven sobrenaturales y son dirigidos a
las personas mismas. La situación está por convertirse en personal.
Apocalipsis
9:
Apocalipsis, 9:1 El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que
cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo. 9:2 Y
abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y
se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo.
Esta estrella ya había caído a la tierra en algún momento antes del sonido
de la quinta trompeta, y al usar un pronombre personal, Juan la identifica como
un ser viviente, lo más seguro uno sobrenatural. Sea lo que fuera que es se le
dice que abra el pozo del abismo para que salga un enjambre de “langostas”.
Apocalipsis, 9:3 Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les
dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra. 9:4 Y se les
mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a
ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en
sus frentes. 9:5 Y les fue dado, no que los matasen, sino que los atormentasen
cinco meses; y su tormento era como tormento de escorpión cuando hiere al
hombre. 9:6 Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y
ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos. 9:7 El aspecto de las langostas
era semejante a caballos preparados para la guerra; en las cabezas tenían como
coronas de oro; sus caras eran como caras humanas; 9:8 tenían cabello como
cabello de mujer; sus dientes eran como de leones; 9:9 tenían corazas como
corazas de hierro; el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros
de caballos corriendo a la batalla; 9:10 tenían colas como de escorpiones, y
también aguijones; y en sus colas tenían poder para dañar a los hombres durante
cinco meses. 9:11 Y tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre
en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión.
Estos seres no son langostas del tipo normalmente visto en la tierra. Las
langostas normales son insectos vegetarianos, pero a estas se les manda que no
dañen la hierba, ni cosa verde, ni los árboles. En lugar de eso ellas atacan a
las personas, y cuando lo hacen los picarán como lo haría un escorpión,
produciéndoles un dolor tan intenso que desearán la muerte. Se ha dicho que la
picadura de un escorpión se puede comparar al dolor que el dedo pulgar siente
cuando es golpeado fuertemente con un martillo, pero la picadura de un
escorpión grande es como perforarle a uno el dedo pulgar con un clavo. La
picadura de estos escorpiones no se compara con nada de lo que las personas han
experimentado jamás. Su líder es el ángel del abismo, cuyo nombre significa
“destructor” en ambos idiomas. (En uno de esos preciosos y pequeños momentos
útiles de la sabiduría por la que la Palabra del Señor es notoria,
Proverbios 30:27 nos dice que las langostas normales no tienen rey, lo cual nos
guía a creer que estas “langostas” son algo más que langostas ordinarias.)
Solamente los 144.000 testigos estarán protegidos de este insoportable dolor.
Proverbios, 30:27 Las
langostas, que no tienen rey, Y salen todas por cuadrillas;
Juan ciertamente nunca antes había visto una cosa parecida, y al
describirlas excedió los propios límites de su imaginación. Aquí es donde
debemos apreciar la naturaleza de su desafío. Juan era una persona del Siglo I
que había sido llamada a describir la guerra del Siglo XXI. Pero lo tenía que
hacer de tal manera que todas las generaciones posteriores la pudieran
interpretar también. Aun hoy día no podemos relacionar estas así llamadas
langostas, con nada parecido en nuestro mundo. Estas son claramente manifestaciones
demoníacas de algún tipo.
Ciertamente Dios ha ordenado el juicio, pero ¿está Satanás soltando a estos
pequeños monstruos para que dañen a su propia gente? ¿Le fue ordenado hacer
eso, o será algún esquema diabólico para aumentar aún más el odio que la gente
de la tierra siente hacia Dios?. ¿Pudo Satanás estar haciendo esto de manera
deliberada para poder culpar a Dios por haberlo hecho, y así avanzar en su
estrategia de convertir la oscuridad en luz y la mentira en verdad?. Un poco
más adelante, Juan nos informará que ninguno de estos tormentos hizo que los
moradores de la tierra se arrepintieran de sus rebeliones.
Apocalipsis, 9:12 El primer ay pasó; he aquí, vienen aún dos ayes después
de esto. 9:13 El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro
cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios, 9:14 diciendo al sexto
ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados junto
al gran río Éufrates. 9:15 Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban
preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de
los hombres. 9:16 Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos
millones. Yo oí su número. 9:17 Así vi en visión los caballos y a sus jinetes,
los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los
caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre.
9:18 Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el
fuego, el humo y el azufre que salían de su boca. 9:19 Pues el poder de los
caballos estaba en su boca y en sus colas; porque sus colas, semejantes a
serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban.
Tradicionalmente el Río Éufrates ha sido la frontera territorial, cultural
y religiosa entre el este y el oeste. Raramente han cruzado las costumbres,
tradiciones y filosofías de un lado al otro. Como resultado, el mundo oriental
es muy distinto en todo respecto de su contraparte occidental. Este pasaje
ayuda a explicar el porqué eso es así. También ha existido una frontera en el
mundo espiritual. Pero con esta orden que sale del mismo trono de Dios, la
frontera se derriba y el efecto mortal no tiene comparación.
Los combatientes que son liberados al eliminar esta barrera terminan
matando un tercio de la población mundial restante. Recuerde que un cuarto de
la humanidad encontró su fin en los juicios de los sellos. Con este tercio
adicional, más de tres mil millones de personas habrán muerto cuando esto
termine, y todavía no ha comenzado la Gran Tribulación.
La causa de toda esta destrucción es que se desatan los cuatro ángeles que
están atados junto al gran río Éufrates, pero este río aun no ha sido secado
para permitirles a los reyes del oriente que lo crucen. Eso sucede después en Apocalipsis 16:12.
Apocalipsis, 16:12 El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates;
y el agua de éste se secó, para que estuviese preparado el camino a los reyes
del oriente.
Por consiguiente, yo creo que este pasaje está describiendo la guerra que
se lleva a cabo en lugares del Lejano Oriente en donde vive el 40% de la
población mundial (muchas personas viven en condiciones de aglomeración lo cual
aumenta el potencial para la matanza en masa) en donde las tensiones religiosas
y étnicas son tradicionalmente altas, y en donde muchos países pueden formar
grandes ejércitos. Creo que es la coalición formada por los ganadores de esta
guerra la que arremete a través del río Éufrates que se ha secado, mientras que
el anticristo está siendo distraído con otras sublevaciones (Daniel 11:40-44).
Daniel, 11:40 Pero al cabo del tiempo el rey del sur contenderá con él; y
el rey del norte se levantará contra él como una tempestad, con carros y gente
de a caballo, y muchas naves; y entrará por las tierras, e inundará, y pasará. 11:41
Entrará a la tierra gloriosa, y muchas provincias caerán; mas éstas escaparán
de su mano: Edom y Moab, y la mayoría de los hijos de Amón. 11:42 Extenderá su
mano contra las tierras, y no escapará el país de Egipto. 11:43 Y se apoderará
de los tesoros de oro y plata, y de todas las cosas preciosas de Egipto; y los
de Libia y de Etiopía le seguirán. 11:44 Pero noticias del oriente y del norte
lo atemorizarán, y saldrá con gran ira para destruir y matar a muchos.
Apocalipsis, 9:20 Y los otros hombres que no fueron muertos con estas
plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de
adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra
y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar; 9:21 y no se arrepintieron
de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus
hurtos.
Usted podría pensar que con esas langostas demoníacas atacando a la gente y
que después de que tres mil millones de personas están muriendo por la guerra y
otros desastres, la gente se apresuraría a buscar al Señor por consuelo y
seguridad. Pero eso no sucede así, y le diré porqué.
Hay una creencia que siempre ha circulado y es tan antigua como la
humanidad, pero que en los últimos días llegará a ser una religión que engañará
a casi todas las personas. Esta se llama la “doctrina luciferina” (sustentada
por los masones), y el entenderla nos ayudará a explicar porqué el mundo no se
vuelve a su Creador en ese momento, el cual es el peor momento en la historia
humana.
La “doctrina luciferina” se llama así, por supuesto, por Lucifer, un nombre
en latín que significa el “portador de luz”. Esta doctrina sostiene que Lucifer
es el Ángel de Luz, el buen tipo que está tratando de iluminar a la gente del
mundo para prepararla para la evolución espiritual necesaria que traerá la paz
a toda la humanidad. Según esta doctrina, nuestra evolución física ha terminado
y todo lo que necesitamos hacer ahora es liberarnos de las ataduras del
pensamiento Judeo-Cristiano para poder completar nuestra evolución espiritual y
así entrar en la tan esperada era utópica.
Pero Lucifer está siendo obstaculizado por el malo de Adonai (en hebreo
Señor) Quien, junto con Sus seguidores, está trabajando para frustrar el gran
plan de Lucifer, previniendo de manera efectiva nuestra evolución espiritual.
Para que la humanidad pueda llegar a esta Utopía, todas las personas que
insisten en aferrarse a su obsoleta fe judeo-cristiana tienen que ser
eliminadas.
La Gran Tribulación está caracterizada por la “doctrina luciferina”
como el último gran esfuerzo del malo de Adonai de destruir al “portador de
luz” de la humanidad y prevenir nuestra ascensión a la Utopía, al mantenernos
atados a Él.
Después de la desaparición de la iglesia la Verdad estará muy
escasa en la Tierra y todo el mundo será engañado al creer en esta
“doctrina luciferina”, tal y como Pablo advirtió que sucedería (2 Tesalonicenses 2:9-12).
2 Tesalonicenses, 2:9 inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con
gran poder y señales y prodigios mentirosos, 2:10 y con todo engaño de
iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la
verdad para ser salvos. 2:11 Por esto Dios les envía un poder engañoso, para
que crean la mentira, 2:12 a fin de que sean condenados todos los que no
creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.
Así que naturalmente al creer que el Señor es el tipo malo, todas estas
personas adoran a Lucifer con más intensidad, esperando que él sea quien
prevalezca y ponga fin a sus sufrimientos (Hay camino que al hombre le parece
derecho; pero su fin es camino de muerte… Proverbios 14:12). Por supuesto, Lucifer es también ampliamente
conocido como Satanás o el diablo.
La próxima vez aprenderemos sobre los dos testigos, descubriremos en dónde será
construido el Nuevo Templo y presenciaremos el evento en el cielo que señala el
comienzo de la Gran Tribulación. Nos vemos entonces.
QUE DIOS LOS BENDIGA A TODOS!!!