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Te dejo el video donde predico acerca de este tema (el contenido del video es el mismo que los archivos de Powerpoint y Word y que lo expuesto mas abajo):
Independencia,
manipulación y control caracterizan a este espíritu. Para conocer al espíritu
de Jezabel, debemos comprender el origen de este personaje bíblico. La primera
mención de este nombre en la Biblia, la hallamos en la rebelde y manipuladora
esposa del rey Acab, en 1 Reyes:
1
Reyes, 16:29 Comenzó a reinar Acab hijo de Omri sobre Israel el año treinta y
ocho de Asa rey de Judá. 16:30 Y reinó Acab hijo de Omri sobre Israel en
Samaria veintidós años. Y Acab hijo de Omri hizo lo malo ante los ojos de
Jehová, más que todos los que reinaron antes de él. 16:31 Porque le fue
ligera cosa andar en los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, y tomó por mujer a
Jezabel, hija de Et-baal rey de los sidonios, y fue y sirvió a Baal, y lo
adoró.
Jezabel
era oriunda de Sidón, la capital de Fenicia, la cuna del culto a Baal.
Este
dios, tomaba distintos nombres en diversas localidades y, junto a él, se veían
otros dioses menores entre lo que se destacan Dagon y Astoret, mencionados en
la Biblia. El culto a Astoret incluía todo tipo de prostitución y depravación
sexual así como también el sacrificio humano. Y Jezabel fue criada bajo esta
cultura idolátrica, por lo que llevaba arraigado este espíritu de falsedad,
engaño, lujuria, etc.
El
nombre Jezabel significa “sin cohabitar”, es decir, rehúsa a habitar con alguien,
exactamente lo contrario a lo que expresa la Palabra de Dios:
Salmos,
133:1 ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar (cohabitar) los
hermanos juntos en armonía!
Este
espíritu, aunque no es exclusivo en mujeres, predomina y es atraído por el
género femenino, debido a su habilidad de manipular sin el uso de la fuerza.
Especialmente ataca a mujeres que están amargadas con los hombres porque han
sido desechadas, abandonadas o abusadas por estos. Opera en aquellos que, por
su inseguridad, celos y vanidad, desean controlar a otros y es evidente en
aquellas mujeres que humillan públicamente a sus esposos y los tratan de
controlar y manipular constantemente.
La
Escritura nos dice que el rey Acab fue manipulado y controlado por falsos
espíritus proféticos. Le hablaban espíritus de mentira y le inducían a dirigir
su reino mediante palabras engañosas, que siempre hablaban de éxito y cosas buenas. Acab rehusaba
escuchar la voz profética de Dios por parte de Elías y Miqueas, que por lo
general eran mensajes de corrección y disciplina.
En
2 Crónicas podemos leer el siguiente dialogo entre el rey Acab (rey del reino
del norte o Israel, con capital en Samaria) y el rey Josafat (rey del reino del
sur o Judá, con capital en Jerusalén):
2
Crónicas 18:4 Además dijo Josafat al rey de Israel: te Ruego que consultes hoy
la palabra de Jehová. 18:5 Entonces el rey de Israel reunió a cuatrocientos
profetas, y les preguntó: ¿Iremos a la guerra contra Ramot de Galaad, o me
estaré quieto? Y ellos dijeron: Sube, porque Dios los entregará en mano del
rey. 18:6 Pero Josafat dijo: ¿Hay aún aquí algún profeta de Jehová, para
que por medio de él preguntemos? 18:7 Y el rey de Israel respondió a
Josafat: Aun hay aquí un hombre por el cual podemos preguntar a Jehová: más yo
le aborrezco, porque nunca me profetiza cosa buena, sino siempre mal. Este es
Micaías, hijo de Imla. Y respondió Josafat: No hable así el rey.
Las
siguientes son señales de que este espíritu se encuentra activo dentro de una
iglesia local:
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aunque no es exclusivo en mujeres, predomina y es atraído por el género
femenino, debido a su habilidad de manipular sin el uso de la fuerza;
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de la misma forma que la Jezabel bíblica manipuló a su esposo el rey Acab, este
espíritu impulsara a las mujeres que controle a manipular y controlar a los ministerios
masculinos que detenten la autoridad dentro de la congregación (la corona del
rey Acab – a quien controlaba Jezabel – representa la autoridad);
1
Reyes, 19:1 Acab dio a Jezabel la nueva de todo lo que Elías había hecho, y de
cómo había matado a espada a todos los profetas.
1
Reyes, 21:25 (A la verdad ninguno fue como Acab, que se vendió para hacer lo
malo ante los ojos de Jehová; porque Jezabel su mujer lo incitaba.
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por lo anterior, quienes son controlados por el espíritu de Jezabel por lo
general reúsan someterse a otros ministerios;
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es un espíritu que infunde miedo;
1
Reyes, 19:2 Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan
los dioses, y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona
como la de uno de ellos. 19:3 Viendo, pues, el peligro, se levantó y se
fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su
criado.
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quienes son controlados por este espíritu se autodenominan “profetas” (en el
caso de la mujeres, “profetisas”);
Apocalipsis,
2:20 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer
Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a
fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos.
Debe
tenerse cuidado cuando una mujer, aunque funcione proféticamente, insista en
reconocimiento, mientras ignora y manipula el liderazgo masculino de la iglesia
y se autodenomine “profetisa”. El espíritu de Jezabel odia la humildad y rehúsa
someterse a otros ministerios.
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odia a los profetas de Dios;
1
Reyes, 18:4 Porque cuando Jezabel destruía a los profetas de Jehová, Abdías
tomó a cien profetas y los escondió de cincuenta en cincuenta en cuevas, y los
sustentó con pan y agua.
1
Reyes, 18:13 ¿No ha sido dicho a mi señor lo que hice, cuando Jezabel mataba a
los profetas de Jehová; que escondí a cien varones de los profetas de Jehová de
cincuenta en cincuenta en cuevas, y los mantuve con pan y agua?
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es un espíritu de falsa profecía, que engendra muchos hijos espirituales y que
intenta poner al pueblo en contra del mensaje profético de Dios;
1
Reyes, 18:19 Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo,
y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos
profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel.
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levanta falso testimonio, calumnia y miente para acusar, matar y despojar a
quien se cruce en su camino;
En
1 Reyes, 21:1-16 podemos leer que el rey Acab quiso comprar una viña, que
estaba cercana a su casa, a un hombre llamado Nabot. El rey le ofreció una viña
mejor o su precio en dinero. Pero este hombre (Nabot), rechazo la oferta del
rey, quien se entristeció mucho. Jezabel, que noto su tristeza, indago al rey
quien le conto como había querido comprar la viña de Nabot y este se había
negado a vendérsela. Jezabel urdió un plan (enviando cartas a los ancianos y
principales del pueblo) para acusar injustamente a Nabot, mediante dos testigos
falsos, de haber blasfemado a Dios, lo cual se pagaba con la muerte por
lapidación.
Eliminado
Nabot de su camino, Jezabel incito al rey a tomar su viña:
1
Reyes, 21:15 Cuando Jezabel oyó que Nabot había sido apedreado y muerto, dijo a
Acab: Levántate y toma la viña de Nabot de Jezreel, que no te la quiso dar por
dinero; porque Nabot no vive, sino que ha muerto.
Oración contra el espíritu de
Jezabel:
Señor
Jesucristo, con la autoridad que hay en tu nombre y con el poder que hay en tu
sangre, atamos, reprendemos, echamos fuera, desalojamos a los lugares secos y
vacíos al espíritu inmundo de Jezabel y a todo espíritu inmundo que viene con
el: insujeción, rebelión, soberbia, independencia, mentira, calumnia,
homicidio, manipulación y control.
Atamos
al espíritu de Jezabel y a todos los demonios que vienen tras él y desatamos al
Espíritu Santo y un espíritu de unidad, humildad y sujeción sobre nuestra
iglesia.
Rompemos,
quebrantamos, despedazamos, arruinamos, conquistamos, saqueamos, dejamos
inhabitada y convertimos en anatema la fortaleza de Jezabel y distribuimos sus
bienes.
¿Qué
significa “convertir en anatema”?.
Significa
consagrar para Dios el lugar donde existía la fortaleza destruida, para que
nada más, contrario a Dios, pueda ser construido en ese lugar.
Basado
en:
Josué,
6:26 En aquel tiempo hizo Josué un juramento, diciendo: Maldito delante de
Jehová el hombre que se levantare y reedificare esta ciudad de Jericó. Sobre su
primogénito eche los cimientos de ella, y sobre su hijo menor asiente sus
puertas.
MARCELO
D. D’AMICO
Maestro
de la Palabra – Ministerio Rey de Gloria
