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Te dejo el video donde predico acerca de este tema (el contenido del video es el mismo que el expuesto mas abajo):
Introducción
Introducción
En el
presente estudio veremos como muchos (falsos) ministros, debido a su avaricia
(2 Timoteo, 3:2), falsifican la Palabra de Dios (2 Corintios, 2:17), cayendo,
por su amor al lucro, en “el error de Balaam” que es el de hacer pecar al
pueblo de Dios (Judas, 1:11).
La destrucción deliberada de la institución del diezmo
La destrucción deliberada de la institución del diezmo
Desde hace
algún tiempo vienen proliferando, sobre todo en la web, los mensajes donde se
sostiene que la obligación de diezmar ya no está vigente para la iglesia del
NT.
Los diezmos
están mencionados en el NT pero como citas directas del AT, es decir, la
institución del diezmo no tiene entidad propia en el NT. La mayoría de los
pasajes del NT que mencionan los diezmos (Lucas, 18:12, Hebreos, 7:2, Hebreos,
7:4-6, 8-9) se refieren siempre a la ley de Moisés. Uno de los pasajes del
NT, por ejemplo, que habla de los diezmos es:
Hebreos, 7:5
Ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio, tienen
mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es decir, de sus
hermanos, aunque éstos también hayan salido de los lomos de Abraham.
Este pasaje
de Hebreos, 7:5 tiene su antecedente en:
Números,
18:21 Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por
heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del
tabernáculo de reunión.
En el AT
solo los descendientes de Levi podían ejercer el sacerdocio (los levitas) y
Hebreos, 7:5 dice que ellos tienen obligación (mandato) de tomar del pueblo los
diezmos. Cuando Josué conquisto la tierra prometida, los levitas no
recibieron ninguna porción de tierra (solo algunas ciudades, conocidas como las
“ciudades de los levitas” y convertidas en lugares de refugio para homicidas
accidentales), porque su herencia no sería la tierra sino el sacerdocio.
O sea, el
tema de los diezmos viene estrictamente de la LEY DE MOISÉS.
La
obligación de diezmar, además de Hebreos, 7:5 y Números, 18:21, surge del
siguiente pasaje:
Malaquías,
3:10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme
ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de
los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
Antes que
nada aclaremos lo siguiente:
[a] el
Pentateuco está compuesto por los primeros cinco libros de la Biblia: Génesis,
Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio; y
[b] la Ley
de Moisés fue dada a lo largo de los libros de Éxodo, Levítico y Números y
“repasada” en Deuteronomio;
O sea: la
Ley de Moisés forma parte del Pentateuco y este, a su vez, forma parte del
Antiguo Testamento (AT), el cual termina en Malaquías. El Nuevo Testamento
(NT), por su parte, comienza con el libro de Mateo y concluye con el libro de
Apocalipsis.
Quienes
sostienen que la obligación de diezmar ya no está vigente, razonan del
siguiente modo:
Como:
[1] la
obligación de diezmar no tiene entidad propia en el NT (Hebreos, 7.5) sino que
viene de la LEY DE MOISES (Números, 18:21) y del AT (Malaquías, 3:10); y
[2] la LEY
DE MOISES y el AT constituyen el ANTIGUO PACTO; y
[3] el
ANTIGUO PACTO fue reemplazado por el NUEVO PACTO;
Entonces:
[4] el NUEVO
PACTO (el NT) nos libera de la obligación de diezmar;
Mientras que
las afirmaciones de los apartados [1] y [3] son verdaderas, la afirmación
contenida en el apartado [2] es falsa, lo cual transforma también en falsa la
conclusión del apartado [4].
¿Por qué es
falsa la afirmación del apartado [2], es decir, que la LEY DE MOISES y el AT
constituyen el ANTIGUO PACTO?.
La Epístola
a los Hebreos (NT) fue escrita para demostrar la obsolescencia del ANTIGUO
PACTO, ahora reemplazado por el NUEVO PACTO, establecido a partir de la muerte expiatoria
de Cristo en la cruz.
¿En qué
consistía el ANTIGUO PACTO?.
El pecado
siempre se levantó como una barrera o un muro entre Dios y los hombres. Como
Dios no puede morar en presencia del pecado, siempre fue necesario expiar
(quitar de en medio) el pecado por medio de la sangre. A lo largo de toda la
historia de la redención, la sangre siempre fue necesaria para expiar el
pecado:
Hebreos,
9:22 Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento
de sangre no se hace remisión.
En el
ANTIGUO PACTO (el sistema levítico de sacrificios inserto en la LEY DE MOISÉS),
a través de la sangre de animales. En el NUEVO PACTO, a través de la sangre de
Cristo derramada en la cruz.
¿Cuál es la
diferencia entre el ANTIGUO PACTO y el NUEVO PACTO?.
En el ANTIGUO
PACTO, la que se derramaba era la sangre de animales en los sacrificios del
templo (una y otra vez). En el NUEVO PACTO, la que se derramo fue la sangre de
Cristo en la cruz (una sola vez).
Como está
escrito:
Hebreos,
10:14 porque con una sola ofrenda hizo [Cristo] perfectos para siempre a los
santificados.
Hebreos,
9:24 Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del
verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante
Dios; 9:25 y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo
sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena [de
animales]. 9:26 De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas
veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los
siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo
para quitar de en medio el pecado.
Cuando
decimos que el ANTIGUO PACTO quedo obsoleto (que no se usa en la actualidad,
que ha quedado claramente anticuado), lo que estamos queriendo decir es que lo
que quedo obsoleto es el sistema levítico de sacrificios de animales inserto en
la ley de Moisés y no la propia LEY DE MOISÉS o los libros del AT, todo lo cual
es Palabra de Dios, que jamás quedara obsoleta. ¿A quién se le puede ocurrir
que los diez mandamientos, insertos en Éxodo, 20 ya no están vigentes?. No
mataras, no robaras, no adoraras a dioses ajenos, no cometerás adulterio
¿quedo, acaso, todo esto sin vigencia?. Claro que no.
Al respecto,
Jesús dijo:
Lucas,
16:17 Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una
tilde de la ley.
Y luego
agregó:
Mateo,
5:18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni
una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.
Pero el
cielo y la tierra todavía “no han pasado”. Esto está todavía en el futuro y es
mencionado en el libro de Apocalipsis:
Apocalipsis,
21:1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera
tierra pasaron, y el mar ya no existía más.
Y esto que
ve Juan (un cielo nuevo y una tierra nueva) ocurre al finalizar el reinado
milenial (de 1000 años) de Cristo, es decir, 1000 años después del retorno de
Cristo a la tierra. Fíjense ustedes cuanto tiempo todavía seguirá vigente la
Ley de Moisés.
La
diferencia entre el ANTIGUO PACTO y el NUEVO PACTO, está perfectamente
explicitada en los siguientes pasajes:
Hebreos,
10:1 Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen
misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen
continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan. 10:2 De otra
manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una
vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. 10:3 Pero en estos
sacrificios cada año se hace memoria de los pecados; 10:4 porque la sangre
de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.
Conclusión:
El ANTIGUO
PACTO no es el AT, sino que consiste en el derramamiento de la sangre de
animales (una y otra vez) en el sistema de sacrificios del templo descripto en
la LEY DE MOISES. El NUEVO PACTO no es el NT, sino que consiste en el
derramamiento de la sangre de Jesucristo en la cruz (una sola vez), descripto
en la Epístola a los Hebreos.
Lo que fue
derogado y reemplazado es el ANTIGUO PACTO por el NUEVO PACTO: ya no es la
sangre de los animales, derramada una y otra vez en el templo, sino la sangre
de Jesucristo, derramada una sola vez en la cruz, la que expía (quita de en
medio) el pecado. Pero de ninguna manera el NT (incluida la EPISTOLA A LOS
HEBREOS) ha derogado, ni reemplazado al AT (incluida la LEY DE MOISES), motivo
por el cual la obligación de diezmar (Malaquías, 3:10) sigue vigente.
Lo único que
ya no está vigente de la LEY DE MOISES para la iglesia son:
[1]
disposiciones de orden civil;
[a] la “ley
de levirato” (Deuteronomio, 25:5-10); y
[b] las leyes
sobre esclavitud (Éxodo, 21:1-11, Deuteronomio, 15:12-18, Levítico, 25:39-40);
[2]
disposiciones de orden alimentario (Levítico, 11:7), lo cual fue abolido por el
Señor en el NT (Hechos, 10:9-16);
Si no hay
ninguna base en las Escrituras ¿por qué, entonces, algunos ministros quieren
destruir deliberadamente la institución del diezmo?.
Por su
avaricia:
2 Timoteo,
3:2 Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos,
soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3:3
sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles,
aborrecedores de lo bueno, 3:4 traidores, impetuosos, infatuados, amadores
de los deleites más que de Dios, 3:5 que tendrán apariencia de piedad,
pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.
¿Por qué entendemos
que los avaros de los que habla Pablo son ministros de Dios?. Porque Pablo
concluye el versículo diciendo que son hombres que “tendrán apariencia de
piedad, pero no la ejercerán”. ¿Y quiénes son los que siendo aparentemente
“piadosos” no lo son?. Desde ya no son los incrédulos (ellos no aparentan ser
lo que no son), sino los falsos ministros Dios.
Para estos
hombres, el diezmo ya no tiene ninguna relevancia financiera. Por eso lo
desechan. Ellos, en cambio, hablan a sus congregaciones de “pactar con Dios” y
“sellar la palabra”, todo ello, claro está, a cambio de dinero. De esto se
desprende que los que no tienen dinero (acaso los pobres) no pueden pactar con
Dios, ni arrebatar una palabra que haya sido soltada sobre sus vidas. Una
locura. ¿Te imaginas a Jesucristo, luego del “Sermón del Monte” (Mateo, 5),
recaudando para “sellar la palabra”?.
Demás está
decir que en ningún lugar de las Escrituras se hace referencia a “pactar con
Dios” ni a “sellar la palabra”.
Si bien es
cierto que en el AT Dios pacto con algunos hombres (Noé, Abraham, Moisés y
David) y que la riqueza material era un signo visible de contar con el favor de
Dios, no es menos cierto que el que pacto fue Dios con ellos y no ellos con
Dios y que Jesucristo, al introducir el NUEVO PACTO (que reemplazo a todos los
anteriores) dejo en claro que las riquezas y Dios ya no estaban asociados:
Mateo, 8:20
Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el
Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.
Lucas, 16:13
Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al
otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a
las riquezas. 16:14 Y oían también todas estas cosas los fariseos, que eran
avaros, y se burlaban de él.
Por estas
cosas los fariseos se burlaban de Jesús, es decir, porque era pobre (no tenía
posesiones) y hablaba contra las riquezas. Por esto (pensaban los fariseos)
Jesús no podía ser el Mesías. Ellos esperaban un Mesías político y militar,
rico y poderoso, que los librara del yugo de Roma y lo que Dios envió fue un
Mesías libertador espiritual, pobre, manso y humilde (Mateo, 11:29). Ellos
pensaban: si los grandes patriarcas (Abraham, Isaac, Jacob, José, Job) habían
sido ricos y poderosos, cuanto más debería serlo el Mesías enviado por Dios.
Fueron los
fariseos los que sentaron las bases del “evangelio de la prosperidad”: si eres
hijo de Dios, no puedes ser pobre o, dicho al revés, si eres pobre, entonces no
puedes ser hijo de Dios.
Por último,
la Palabra de Dios siempre se cumple, tengan o no dinero los hombres para
“sellarla”.
Isaías,
55:11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que
hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.
Por esta
avaricia, muchos falsifican la Palabra de Dios:
2 Corintios,
2:17 Pues no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios,
sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en
Cristo.
Como vimos,
muchos sostienen hoy en día que la obligación de diezmar ya no está vigente,
falsificando la Palabra de Dios, confundiendo, engañando y trayendo males sobre
su pueblo.
Y caen en el
pecado de Balaam:
Judas, 1:11
¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en
el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré.
¿Quién fue
Balaam y que hizo?.
En su
peregrinar por el desierto y antes de la conquista de la tierra prometida liderada
por Josué, Israel derrota en guerra a Sehon rey de los amorreos y a Or rey de
Basan.
Y llegaron
estas noticias a Balac rey de Moab quien tuvo miedo y mando a buscar a Balaam,
un sacerdote-adivinador muy conocido. El rey moabita Balac pretendía que
Balaam, mediante su conocimiento secreto de hechicería y encantamientos,
maldiga a Israel. Pareciera que Balaam pudo haber sido alguna vez un verdadero
seguidor de Dios, que más tarde se apartó de la fe y se convirtió en hechicero.
Las
Escrituras describen a Balaam como un hombre estrictamente motivado por el
dinero. Cuando Balaam preparo la asna y partió con los príncipes de Moab,
aunque Dios mismo le había permitido que vaya, igualmente se encendió la ira de
Dios porque Balaam seguía considerando la oferta de Balac.
Las tres veces
que Balaam subió a la cumbre de un monte para maldecir a Israel y termino
bendiciéndolo, lo hizo en forma de
parábola (no fue el sino Dios hablando por su boca). Incapaz de maldecir
a Israel, Balaam igualmente los llevo al pecado y a la inmoralidad:
Números,
31:15 y les dijo Moisés: ¿Por qué habéis dejado con vida a todas las mujeres? 31:16
He aquí, por consejo de Balaam ellas fueron causa de que los hijos de Israel
prevaricasen contra Jehová en lo tocante a Baal-peor, por lo que hubo mortandad
en la congregación de Jehová.
Después que
Balaam había fracasado en su intento de separar a los israelitas del Señor, les
aconsejó a los moabitas que trataran de separar a los israelitas de su Dios,
atrayéndolos a la inmoralidad y a la adoración sensual de dioses falsos, lo
cual trajo mortandad en Israel:
Números,
25:1 Moraba Israel en Sitim; y el pueblo empezó a fornicar con las hijas de
Moab, 25:2 las cuales invitaban al pueblo a los sacrificios de sus dioses; y el
pueblo comió, y se inclinó a sus dioses. 25:3 Así acudió el pueblo a Baal-peor;
y el furor de Jehová se encendió contra Israel. 25:4 Y Jehová dijo a Moisés:
Toma a todos los príncipes del pueblo, y ahórcalos ante Jehová delante del sol,
y el ardor de la ira de Jehová se apartará de Israel.
En la carta
a la iglesia de Pérgamo, en el libro de Apocalipsis, se menciona la “doctrina
de Balaam”:
Apocalipsis,
2:14 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen
la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de
Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación.
Palabras finales
En el libro
de Oseas, podemos leer:
Oseas, 4:6
Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el
conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu
Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.
En la
escritura original dice: mi pueblo “feneció” por falta de conocimiento. La
palabra “fenecer” significa “podrirse o descomponerse lentamente”. El pueblo
que no conoce la ley de Dios literalmente se pudre lenta y gradualmente.
Y las
consecuencias de desechar la ley de Dios son dos:
[a] la
expulsión del sacerdocio; y
[b] la
maldición de las generaciones venideras (¿acaso hay peor maldición que Dios se
“olvide de nuestros hijos”?);
Claramente
aquí hay dos partes:
[1] por un
lado, los líderes corruptos que, falsificando la Palabra de Dios, le dicen al
pueblo lo que quiere oír (a la carne le agrada escuchar que no es obligatorio
diezmar); y
[2] por el
otro, un pueblo que perece no solo por escuchar lo que quiere oír sino por su
desconocimiento de las Escrituras (si el pueblo conocería las Escrituras,
detectaría rápidamente las mentiras de los líderes corruptos);
Continúa
diciendo Oseas:
Oseas, 4:8
Del pecado de mi pueblo comen, y en su maldad levantan su alma. 4:9 Y será
el pueblo como el sacerdote; le castigaré por su conducta, y le pagaré conforme
a sus obras.
La frase
“del pecado de mi pueblo comen” habla de los falsos ministros que, en
definitiva, recaudan más dinero haciendo pecar al pueblo, estimulándolo a
“pactar” y a “sellar” la palabra, en lugar de diezmar. Para Dios, el pueblo no
es inocente y esto puede verse en la frase “será el pueblo como el sacerdote”.
No diezmar
implica robar a Dios:
Malaquías,
3:8 ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué
te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.
Y la
consecuencia de no diezmar es la maldición de Dios sobre el pueblo:
Malaquías,
3:9 Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis
robado.
Y los
líderes que provocan esto, son responsables ante Dios:
Ezequiel,
3:17 Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás,
pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. 3:18 Cuando yo
dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para
que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá
por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano. 3:19 Pero si tú amonestares
al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá
por su maldad, pero tú habrás librado tu alma.
QUE DIOS LOS
BEDIGA A TODOS!!!
Marcelo D. D’Amico
Maestro de
la Palabra – Ministerio REY DE GLORIA.