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Te dejo el video donde predico acerca de este tema (el contenido del video es el mismo que el expuesto mas abajo):
Introducción
Te dejo el video donde predico acerca de este tema (el contenido del video es el mismo que el expuesto mas abajo):
Introducción
Como
sabemos, la Biblia está poblada de personajes notables. Sin embargo, esos
personajes, muchas veces nos resultan totalmente ajenos, lejanos, por lo que
nos cuesta bastante vernos reflejados en ellos. Muchas veces me pregunte por
qué sucede esto y creo haber encontrado la respuesta.
La respuesta, creo yo, está en la forma “aséptica” en la que muchas veces se nos presenta la Biblia, producto de una concepción legalista de no pocos predicadores. Yo busque la definición de la palabra “aséptico” y encontré lo siguiente: “que no tiene gérmenes que puedan provocar una infección”. Se les quita, a los personajes bíblicos, todo “germen de debilidad” que pueda “infectarnos”.
La respuesta, creo yo, está en la forma “aséptica” en la que muchas veces se nos presenta la Biblia, producto de una concepción legalista de no pocos predicadores. Yo busque la definición de la palabra “aséptico” y encontré lo siguiente: “que no tiene gérmenes que puedan provocar una infección”. Se les quita, a los personajes bíblicos, todo “germen de debilidad” que pueda “infectarnos”.
Esta “asepsia”
puede verse claramente cuando figuras prominentes de la Biblia (Abraham, Jacob,
Moisés, David, etc.) son presentadas como seres incontaminados, “pasteurizados”,
perfectos y sublimes, sin pasado y sin emociones. Se nos presenta el “modelo
terminado”.
Afortunadamente
la Biblia nos cuenta “toda la historia” y nos habla, en efecto, de estos
grandes hombres y mujeres y de cómo fueron usados por Dios, pero también nos
habla de sus dudas, debilidades, defectos y temores.
La Biblia, lo mismo que la historia
La Biblia,
además de ser la Palabra de Dios, es también un libro de historia, por lo que
resulta aplicable la siguiente reflexión del reconocido historiador argentino Felipe
Pigna:
A los de mi
generación - confiesa el historiador - les han enseñado la historia de una
manera bastante particular. Una historia completamente ajena, que no tenía que
ver con nosotros, una historia de otros, de seres perfectos e, incluso, una
historia poblada de seres ejemplares.
Pero sucede
que es muy difícil imitar o tomar como ejemplo a los perfectos y esto habla de
una desigualdad inicial: en realidad, había que imitar a gente a la cual uno jamás
podría alcanzar.
Me paso hace
poco - relata el historiador - dando una
charla para chicos, en un colegio público, una escuela muy pobre de La Matanza
(un partido del conurbano bonaerense donde vive gente de bajos recursos), donde
estábamos hablando del General San Martin y en el momento de las preguntas un
chico me dice: “me encantaría ser como San Martin, pero tengo que cruzar Los
Andes y eso es medio complicado”. Y otro chico le contesta (todos chicos de
ocho años, más o menos): “no, mira, con que seas honesto, con que no robes, no
mientas, por ahí, podes ser como San Martin”. Este segundo chico había
entendido perfectamente el concepto de ejemplaridad, que no tiene que ver con
la emulación (la mera copia) sino con tomar aquellas virtudes que todos podemos
asumir. Todos podemos “ser como San Martin” (si queremos). Podemos asumir, por
ejemplo, su honestidad, su compromiso y su responsabilidad.
Esta
historia ajena que nos contaron, esta “ajenidad”, no era absolutamente inocente
sino que era una ajenidad que tenía que ver con una forma de enseñarnos la
historia. Una historia que planteaba a personajes recortados: Sarmiento es el
“padre del aula”, San Martin es el “padre de la patria” y así con muchos. Una
historia que fue siendo “recortada”.
Es decir,
vamos viendo como la historia nos la van contando de una manera distorsionada,
donde nos van apartando, nos van alejando, nos van convenciendo de que es una
historia ajena y nos pasa como cuando llegamos a una reunión y están hablando
de una película que no vimos o de un libro que no leímos y nos sentimos por
fuera de eso.
Hasta aquí,
la reflexión de Felipe Pigna.
Al igual que
sucede con la historia secular, los personajes bíblicos sufren el mismo tipo de
“recorte” por quienes están llamados a predicar la Palabra de Dios. Personajes
inalcanzables, por lo tanto, lejanos, por lo tanto, ajenos. ¿Cómo verse
reflejado en aquellos a los que jamás podremos alcanzar?.
Muchos ministros,
hombres de Dios, parecen ignorar esta sentencia de Pablo, aplicable tanto al NT
como al AT:
1 Corintios,
1:27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y
lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 1:28 y lo
vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo
que es, 1:29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.
El versículo
es claro ¿no?. Dios eligió lo necio, lo débil, lo vil, lo menospreciado y lo
que no es, no solo para avergonzar a los sabios sino, fundamentalmente, para
glorificarse, es decir, para llevarse toda la gloria, para que no quede ninguna
duda de que fue Dios el que levanto a esos hombres y mujeres y actuó a través
de ellos.
No obstante,
existe una sutil diferencia entre la historia secular y la Biblia. Mientras en
la historia secular las circunstancias y los personajes son adulterados por
quienes van escribiendo la “historia oficial” (la historia de los que ganan)
para influir en las futuras generaciones al hacer que estas, al no poder
reconocer a sus verdaderos patriotas, olviden sus valores fundacionales, en la
Biblia la presentación “pasteurizada” de sus personajes por pastores y
ministros no tiene otro que el noble objetivo de resaltar lo mejor de cada uno
de ellos para inspirarnos, con un inevitable riesgo: que tales personajes nos parezcan
más de ficción que seres de carne y hueso, es decir, que no se nos parezcan. Y
esto, desde ya, dificulta bastante el proceso de apropiación, por las actuales
generaciones de creyentes, de las promesas hechas por Dios a quienes nos
antecedieron a lo largo de la historia de la redención.
Lo peor que
podría pasarnos es no percibir ese “aire de familia” (no vernos reflejados) al despojar a los personajes bíblicos de su inexorable condición
humana. ¿Cómo Dios podría darme lo que les prometió a Abraham, Jacob, Moisés y
David si yo jamás podría ser como ellos?. ¿Se entiende el punto?.
No tenemos
que “abrir el Mar Rojo” para ser como Moisés. Como dijo el historiador citado
más arriba, el concepto de ejemplaridad no tiene que ver con la emulación (la
mera copia) sino con tomar aquellas virtudes de Moisés que todos podemos
asumir: su honestidad, su sentido de la responsabilidad y su capacidad para
interceder y conmover el corazón de Dios.
Abraham
[+] Padre de
la fe;
Abraham es
llamado, con toda justicia, el “padre de la fe”. Como se sabe, Abraham (el
primero de los cuatro patriarcas del Libro de Génesis, junto a Isaac, Jacob y José)
es anterior a la Ley de Moisés, quien la recibió de Dios recién en el Libro de
Éxodo. De ahí que Abraham se movió estrictamente por la fe (y no por las obras
de la ley, que vino después).
El Libro de
Hebreos incluye en su capítulo 11 a Abraham como un “héroe de la fe”:
Hebreos,
11:8 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había
de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. 11:9 Por la fe habitó
como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas
con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; 11:10 porque esperaba la
ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. 11:11
Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir;
y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo
había prometido.
Pablo, por
su parte, agrega lo siguiente:
Romanos,
4:19 Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como
muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de
Sara. 4:20 Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que
se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, 4:21 plenamente convencido de
que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; 4:22 por
lo cual también su fe le fue contada por justicia.
[+] Padre de
la obediencia;
Abraham
puede ser llamado también, con toda justicia, “padre de la obediencia”. En Génesis,
22 se nos relata la situación en la que Dios le pide que sacrifique a su único
hijo Isaac (el hijo de la promesa).
Génesis,
22:1 Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le
dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. 22:2 Y dijo: Toma ahora tu hijo,
tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en
holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.
Cuando
Abraham estaba a punto de degollar al niño, un ángel lo detuvo y le mostro a
sus espaldas “un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos, el cual tomo
Abraham y ofreció en holocausto en lugar de su hijo” (Génesis, 22:13).
En esta
escena, Isaac representa al hombre mientras que el carnero es el sacrificio que
Dios proveyó como sustituto, el cual es símbolo de Cristo.
Pero este es
el “modelo terminado de Abraham” y nos cuesta pensar que “el padre de la fe y
de la obediencia” pudo haber dudado, alguna vez, de las promesas de Dios.
Veamos.
[+] Siendo
una persona salva ¿has dudado alguna vez, no de la existencia de Dios pero si,
tal vez, de alguna profecía que fue soltada sobre tu vida?.
Abraham
también:
Génesis,
17:17 Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rió, y dijo en su
corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años,
ha de concebir? 17:18 Y dijo Abraham a Dios: Ojalá Ismael viva delante de
ti.
No obstante,
a pesar de las dudas aquí referidas, en el NT
(como vimos) se resalta la fe de Abraham (Hebreos, 11:8-11, Romanos,
4:19-22).
Y Sara
también:
Génesis,
18:12 Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré
deleite, siendo también mi señor ya viejo? 18:13 Entonces Jehová dijo a
Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz
siendo ya vieja? 18:14 ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo
señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un
hijo. 18:15 Entonces Sara negó, diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y
él dijo: No es así, sino que te has reído.
No obstante,
a pesar de las dudas aquí referidas, en el NT (como vimos) se resalta la fe de Sara
(Hebreos, 11:11).
[+] Siendo
una persona salva, entre una promesa y su realización ¿has buscado obtener lo
que Dios te profetizo - por medio de sus profetas - recurriendo a tus propias
fuerzas?.
Abraham
también:
Abraham
quería tener un hijo y esto estaba en la voluntad de Dios (Génesis, 15:3-4).
Abraham recibió la promesa de un hijo a los 75 años y la misma se cumplió (en
Isaac) cuando tenía 100 años (Génesis, 21:5). Pero en el medio aparecieron las
dudas y Abraham (de 86 años) tuvo un hijo con Agar, la esclava de su esposa
Sara (que era estéril), al que llamo Ismael (Génesis, 16:15-16). Abraham obtuvo
en la carne (con sus propias fuerzas) lo que Dios ya le había prometido.
Consecuencia
no deseada: Ismael fue el padre de la raza árabe (los ismaelitas), que han sido
y todavía son los enemigos acérrimos de Israel (Génesis, 16:12).
Moisés
¿Quién puede
dudar de la importancia de Moisés en la historia de la redención?.
[+] El Éxodo
es símbolo de la redención y Moisés es un precursor de Jesús;
En cierto
modo, el ministerio de Moisés prefigura el ministerio de Jesucristo: (1) se
procuró destruir tanto a Moisés como a Jesús cuando eran niños (2) tanto Moisés
como Jesucristo ministraron como profetas, sacerdotes, reyes y pastores y (3)
sufrieron con el pueblo de Dios, liberaron al pueblo de la esclavitud e
introdujeron un pacto.
[+] Dios
encomendó a Moisés que sacara a Israel de Egipto;
Éxodo, 3:10
Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi
pueblo, los hijos de Israel.
[+] Dios
hablaba “cara a cara” con Moisés:
Números,
12:7 No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. 12:8 Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y verá la
apariencia de Jehová.
[+] Moisés
profetizo al Mesías:
Deuteronomio,
18:15 Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová
tu Dios; a él oiréis;
Pero
normalmente vemos el “modelo terminado” de Moisés como profeta, sacerdote y
pastor y no reparamos en sus “antecedentes”:
[+] Siendo
una persona salva ¿has sentido que no calificas - por tus pecados - para servir
a Dios?.
Moisés tampoco
calificaba porque fue un homicida y prófugo de la justicia:
Éxodo, 2:11
En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y los vio
en sus duras tareas, y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos,
sus hermanos. 2:12 Entonces miró a todas partes, y viendo que no parecía
nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena. 2:13 Al día siguiente
salió y vio a dos hebreos que reñían; entonces dijo al que maltrataba al otro:
¿Por qué golpeas a tu prójimo? 2:14 Y él respondió: ¿Quién te ha puesto a
ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al
egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo, y dijo: Ciertamente esto ha sido
descubierto. 2:15 Oyendo Faraón acerca de este hecho, procuró matar a
Moisés; pero Moisés huyó de delante de Faraón, y habitó en la tierra de Madián.
[+] Siendo
una persona salva y sabiendo que tienes un llamado ¿has puesto excusas para
servir a Dios?.
Moisés
también:
Éxodo, 3:11
Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque
de Egipto a los hijos de Israel?
Éxodo, 4:1
Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán
mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová.
[+] Siendo
una persona salva y sabiendo que tienes un llamado ¿sientes que no eres apto
para cumplir con el mismo?.
Moisés
también:
Éxodo, 4:10
Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil
palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el
habla y torpe de lengua.
Los eruditos
coinciden en que Moisés, muy probablemente, era tartamudo (“tardo en el habla y
torpe de lengua”).
[+] Siendo
una persona salva y sabiendo que tienes un llamado ¿has querido huir de tu
llamado pidiéndole a Dios que levante a otro?.
Moisés
también:
Éxodo, 4:13
Y él dijo: ¡Ay, Señor! envía, te ruego, por medio del que debes enviar.
[+] Siendo
una persona salva y habiendo aceptado tu llamado ¿te pareció que era demasiada
la carga que Dios puso sobre ti?.
A Moisés
también:
Números, 11:11
Y dijo Moisés a Jehová: ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿y por qué no he
hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre
mí? 11:12 ¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo engendré yo, para que me
digas: Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que mama, a la tierra de
la cual juraste a sus padres? 11:13 ¿De dónde conseguiré yo carne para dar
a todo este pueblo? Porque lloran a mí, diciendo: Danos carne que
comamos. 11:14 No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es
pesado en demasía. 11:15 Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me
des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi
mal. 11:16 Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme setenta varones de
los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus
principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí
contigo. 11:17 Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del
espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del
pueblo, y no la llevarás tú solo.
Si bien es
cierto que Dios no nos dará más carga que la que podamos llevar (1 Corintios,
10:13), aun así, a veces podemos sentirnos agobiados. Como Moisés, lo que
tenemos que hacer es planteárselo al Señor, quien realizara los ajustes
necesarios para que salgamos de ese estado de agobio.
Jacob
¿Quién puede
dudar de la importancia de Jacob en la historia de la redención?.
Jacob fue
hijo de Isaac quien, a su vez, fue hijo de Abraham. O sea que Jacob fue nieto
de Abraham y, por lo tanto, heredero del pacto.
De los hijos
de Jacob surgieron las doce tribus de Israel:
Los hijos
que Jacob tuvo con Lea fueron: RUBEN, SIMEON, LEVI, JUDA, ISACAR y ZABULON.
Pero Raquel era estéril. Entonces Raquel dio su sierva (Bilha) a Jacob, de
donde nacieron DAN y NEFTALI. Y Lea también dio su sierva (Zilpa) a Jacob, de donde
nacieron GAD y ASER. Finalmente, Raquel, que era estéril, le da dos hijos a Jacob:
JOSE y BENJAMIN. JOSE, quien luego fuera vendido como esclavo por sus hermanos,
tuvo, a su vez, dos hijos en Egipto: EFRAIN y MANASES. Y de aquí salen los
nombres de las doce tribus de Israel: RUBEN, SIMEON, JUDA, ISACAR, ZABULON,
DAN, NEFTALI, GAD, ASER, BENJAMIN, EFRAIN y MANASES. No están LEVI (su herencia
fue el sacerdocio) ni JOSE, que se abrió en dos tribus: EFRAIN y MANASES (sus
hijos).
El nombre
Jacob, en hebreo, significa:
[a]
engañador astuto;
[b] ser más
listo;
[c] tomador
del talón; y
[d] el que
suplanta;
Pero luego
Dios le cambia el nombre (Génesis, 35:10) de Jacob (engañador astuto) por el de
Israel (el que pelea con Dios y vence).
Pero antes
de concentrarnos en el “modelo terminado” de Jacob analicemos algunas de sus
actitudes.
[+] Siendo
una persona salva ¿has deseado algo que también estaba en la voluntad de Dios y,
por no esperar los tiempos de Dios, has intentado obtenerlo a tu modo?.
Jacob
también:
Estaba en la
voluntad de Dios que, siendo menor que Esaú, Jacob recibiera la bendición de la
primogenitura:
Génesis,
25:23 y le respondió Jehová: Dos naciones hay en tu seno, Y dos
pueblos serán divididos desde tus entrañas; El un pueblo será más fuerte
que el otro pueblo, Y el mayor servirá al menor. 25:24 Cuando se
cumplieron sus días para dar a luz, he aquí había gemelos en su vientre. 25:25
Y salió el primero rubio, y era todo velludo como una pelliza; y llamaron su
nombre Esaú. 25:26 Después salió su hermano, trabada su mano al calcañar
de Esaú; y fue llamado su nombre Jacob. Y era Isaac de edad de sesenta años
cuando ella los dio a luz.
Pero Jacob
actuó de manera desleal dos veces para que se cumpliera esta profecía.
Dejemos que
el propio Esaú nos cuente lo que le hizo Jacob:
Génesis,
27:36 Y Esaú respondió: Bien llamaron su nombre Jacob, pues ya me ha suplantado
dos veces: se apoderó de mi primogenitura, y he aquí ahora ha tomado mi
bendición.
[1] Primero,
Jacob se apodero de la primogenitura de Esaú:
Génesis, 25:29
Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado, 25:30 dijo a
Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado.
Por tanto fue llamado su nombre Edom. 25:31 Y Jacob respondió: Véndeme en
este día tu primogenitura. 25:32 Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a
morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura? 25:33 Y dijo Jacob:
Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su
primogenitura. 25:34 Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las
lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la
primogenitura.
[2] Luego,
Jacob tomo la bendición de Esaú:
Por no
esperar el tiempo de Dios, Jacob obtuvo su bendición de manera ilegítima
cuando, manipulado por su madre Rebeca, robo a Esaú la bendición de la
primogenitura, engañando a su padre Isaac (ciego, viejo y enfermo), haciéndose
pasar por Esaú (Génesis, 27:1-40).
Consecuencia
no deseada: Jacob debió huir de Esaú para que este no lo matara (Génesis,
27:41) y debió vivir en el exilio (Génesis, 28:1-5), donde fue engañado por su suegro
Laban (Génesis, 29:25) y jamás volvió a ver a su madre Rebeca.
David
¿Quién puede
negar la importancia del Rey David en la historia de la redención?.
[+] Del
linaje de David vino el Mesías:
A Jesús lo
llamaban “hijo de David”:
Marcos,
10:47 Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: Jesús,
Hijo de David, ten misericordia de mí! 10:48 Y muchos le reprendían para
que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!
El Evangelio
según San Mateo comienza con una genealogía que sigue el legítimo linaje
ancestral de Jesús por toda la descendencia paternal (ascendencia de José),
como era la costumbre de los judíos. Aunque José no era el padre natural de
Jesús, si fue su padre legítimo. Como Dios había prometido que el Mesías sería
un descendiente de Abraham (Génesis, 12:3, 22:18, Gálatas, 3:16) y David (2º
Samuel, 7:12-19, Jeremías, 23:5), Mateo reconstruye el linaje legítimo de Jesús
hasta esos dos nombres, a fin de demostrarles a los judíos que Jesús tenía la
genealogía apropiada para llenar los requisitos como el Mesías. La palabra
“Cristo” (del griego “cristos”) y su equivalente hebreo “Mesías”, significan
“el Ungido” (Daniel, 9:25-26).
Mateo
establece que Jesús fue descendiente legítimo de David al seguir la genealogía
de José, que era de la casa de David. Aunque Jesús fue concebido por el
Espíritu Santo, estaba formalmente registrado como hijo de José y era, por lo
tanto, hijo legítimo de David.
Mateo, 1:16
y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el
Cristo.
En la
genealogía se protege el nacimiento virginal de Jesús. Obsérvese que la frase “engendro
a” se emplea a todos los nombres hasta llegar a José pero, entonces, se altera
la declaración: no se hace referencia a José como el que engendro a Jesús sino
como el “marido de María”, de la cual nació Jesús.
[+] David
fue llamado el “dulce cantor de Israel”:
2 Samuel,
23:1 Estas son las palabras postreras de David. Dijo David hijo de
Isaí, Dijo aquel varón que fue levantado en alto, El ungido del Dios
de Jacob, El dulce cantor de Israel:
[+] El Espíritu
Santo fluía en la música de David:
1 Samuel,
16:23 Y cuando el espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David tomaba
el arpa y tocaba con su mano; y Saúl tenía alivio y estaba mejor, y el espíritu
malo se apartaba de él.
[+] David
fue un hombre conforme al corazón de Dios:
1 Samuel,
13:14 Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón
conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre
su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó.
Hechos,
13:22 Quitado éste, les levantó por rey a David, de quien dio también
testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi
corazón, quien hará todo lo que yo quiero.
[+] A raíz
de lo anterior, Dios le prometió a David que siempre habría un descendiente
suyo en el trono de Israel:
Salmos,
89:34 No olvidaré mi pacto, Ni mudaré lo que ha salido de mis labios. 89:35 Una vez he jurado por mi santidad, Y no mentiré a David. 89:36 Su descendencia será para siempre, Y su trono como el sol delante de
mí.
2 Samuel,
7:16 Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu
trono será estable eternamente. 7:17 Conforme a todas estas palabras, y
conforme a toda esta visión, así habló Natán a David.
1 Reyes, 2:4
para que confirme Jehová la palabra que me habló, diciendo: Si tus hijos
guardaren mi camino, andando delante de mí con verdad, de todo su corazón y de
toda su alma, jamás, dice, faltará a ti varón en el trono de Israel.
Finalmente,
a pesar de que el linaje de David en el trono de Israel se interrumpió cuando
Judá cayó bajo el dominio babilónico en 586 a.C., esta promesa de Dios se
cumplió en Jesucristo quien es Rey Eterno de Israel, descendiente de la Casa de
David.
[+] David
conquisto Jerusalén, llamada “Jebús”:
2 Samuel,
5:6 Entonces marchó el rey con sus hombres a Jerusalén contra los jebuseos que
moraban en aquella tierra; los cuales hablaron a David, diciendo: Tú no
entrarás acá, pues aun los ciegos y los cojos te echarán (queriendo decir:
David no puede entrar acá). 5:7 Pero David tomó la fortaleza de Sion, la
cual es la ciudad de David. 5:8 Y dijo David aquel día: Todo el que hiera
a los jebuseos, suba por el canal y hiera a los cojos y ciegos aborrecidos del
alma de David. Por esto se dijo: Ciego ni cojo no entrará en la casa. 5:9
Y David moró en la fortaleza, y le puso por nombre la Ciudad de David; y
edificó alrededor desde Milo hacia adentro.
[+] David
recupero el Arca y la llevo a Jerusalén:
2 Samuel,
6:14 Y David danzaba con toda su fuerza delante de Jehová; y estaba David
vestido con un efod de lino. 6:15 Así David y toda la casa de Israel
conducían el arca de Jehová con júbilo y sonido de trompeta. 6:16 Cuando
el arca de Jehová llegó a la ciudad de David, aconteció que Mical hija de Saúl
miró desde una ventana, y vio al rey David que saltaba y danzaba delante de
Jehová; y le menospreció en su corazón. 6:17 Metieron, pues, el arca de
Jehová, y la pusieron en su lugar en medio de una tienda que David le había
levantado; y sacrificó David holocaustos y ofrendas de paz delante de Jehová.
[+] Fue
David el que compuso por lo menos la mitad de los 150 Salmos que componen el
libro, muchos de ellos proféticos:
Un caso
ejemplar es el Salmo “mesiánico” N° 22 donde David profetiza los sufrimientos
de Jesucristo en la cruz:
Salmos,
22:1 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? 22:7 Todos los
que me ven me escarnecen; Estiran la boca, menean la cabeza, diciendo: 22:8 Se
encomendó a Jehová; líbrele él; Sálvele, puesto que en él se complacía.
22:14 He sido derramado como aguas, Y todos mis huesos se descoyuntaron; Mi
corazón fue como cera, Derritiéndose en medio de mis entrañas. 22:15 Como
un tiesto se secó mi vigor, Y mi lengua se pegó a mi paladar, Y me has puesto
en el polvo de la muerte. 22:16 Porque perros me han rodeado; Me ha
cercado cuadrilla de malignos; Horadaron mis manos y mis pies. 22:17 Contar
puedo todos mis huesos; Entre tanto, ellos
me miran y me observan. 22:18 Repartieron entre sí mis vestidos, Y sobre
mi ropa echaron suertes.
¿Cuándo le
paso todo esto a David?. Claramente es un Salmo profético acerca de los padecimientos
de Cristo en la cruz.
Estos son
solo algunos de los méritos bien ganados de David y no hemos dicho una sola
palabra acerca de cómo derroto a Goliat (1 Samuel, 17:1-58) librando a Israel
de los filisteos y de cómo espero el tiempo de Dios para ascender al trono de
Israel (2 Samuel, 5:1-5), negándose dos veces a matar a Saúl (1 Samuel,
24:1-22, 1 Samuel, 26:1-25).
Pero, a
pesar de este “modelo terminado” que podemos ver de David y que surge de las
mismas Escrituras, David tuvo algunos inconductas graves.
[+] Siendo
una persona salva ¿has pecado y, al mismo tiempo, has procurado ocultar ese
pecado cometiendo otro pecado incluso mayor?.
David
también:
En 2 Samuel,
11 se nos relata lo siguiente:
Betsabé era
la esposa de un soldado (Urías, heteo) del ejército de David. Mientras Urías
estaba de campaña (en la guerra), David cometió adulterio con su esposa
Betsabé. Betsabé queda embarazada y se lo comunica a David, quien hace volver a
Urías de la guerra (aunque la guerra todavía continuaba) y lo alienta a que
vaya y “duerma” con su esposa (para “tapar” el embarazo). Urías se niega
argumentando que el no podía ir alegremente a dormir con su esposa mientras
“sus hermanos estaban en el fragor de la batalla”.
Ante tamaño
acto de dignidad de Urías, David lo envía nuevamente a la guerra con una carta
que debía entregar a Joab (el general de los ejércitos de David), en la que
David sugería a Joab que ponga a Urías en lo más álgido de la batalla, donde
seguramente moriría. Este fue casi un asesinato por encargo de parte de David,
para quedarse definitivamente con Betsabé.
David
cometió un doble pecado: adulterio (se acostó con la mujer de otro), seguido de
homicidio. Dios saco a la luz el pecado de David por medio del profeta Natán (2
Samuel, 12). Aun así, Dios lo perdono, pero el niño que fue engendrado en
adulterio murió. No obstante, este no fue el único castigo que tuvo que
soportar David. Aunque luego engendro con Betsabé a Salomón (a quien amo Dios),
la vida familiar de David estuvo, hasta su muerte, signada por asesinatos,
violencia, intrigas, violaciones y tragedias de todo tipo, lo cual indica que
ningún pecado queda sin castigo, se trate de quien se trate.
Mateo, 1:6
Isaí engendró al rey David, y el rey David engendró a Salomón de la que fue
mujer de Urías.
En el libro
de Mateo queda registrada la afrenta del pecado cometido por David al aclarar
(y recordar) que David engendro a Salomón “de la que fue mujer de Urías”,
cumpliéndose, una vez más, la Palabra de Dios:
Proverbios,
6:32 Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento; Corrompe su alma el
que tal hace. 6:33 Heridas y vergüenza hallará, Y su afrenta nunca será
borrada.
[+] Siendo
una persona salva ¿has desobedecido a Dios por confiar en tus propias fuerzas y
en tus logros anteriores?.
David
también:
En 2 Samuel,
24 se nos relata el censo que David hizo del pueblo:
2 Samuel
24:9 Y Joab dio el censo del pueblo al rey; y fueron los de Israel ochocientos
mil hombres fuertes que sacaban espada, y los de Judá quinientos mil
hombres.
Y esto encendió
la ira de Dios:
2 Samuel,
24:1 Volvió a encenderse la ira de Jehová contra Israel, e incitó a David
contra ellos a que dijese: Ve, haz un censo de Israel y de Judá.
Y David reconoció
su pecado:
2 Samuel,
24:10 Después que David hubo censado al pueblo, le pesó en su corazón; y dijo
David a Jehová: Yo he pecado gravemente por haber hecho esto; mas ahora, oh
Jehová, te ruego que quites el pecado de tu siervo, porque yo he hecho muy
neciamente.
Y acepto el
castigo de Dios:
2 Samuel,
24:11 Y por la mañana, cuando David se hubo levantado, vino palabra de Jehová
al profeta Gad, vidente de David, diciendo: 24:12 Ve y di a David: Así ha
dicho Jehová: Tres cosas te ofrezco; tú escogerás una de ellas, para que yo la
haga. 24:13 Vino, pues, Gad a David, y se lo hizo saber, y le dijo:
¿Quieres que te vengan siete años de hambre en tu tierra? ¿o que huyas tres
meses delante de tus enemigos y que ellos te persigan? ¿o que tres días haya
peste en tu tierra? Piensa ahora, y mira qué responderé al que me ha enviado. 24:14
Entonces David dijo a Gad: En grande angustia estoy; caigamos ahora en mano de
Jehová, porque sus misericordias son muchas, mas no caiga yo en manos de
hombres. 24:15 Y Jehová envió la peste sobre Israel desde la mañana hasta
el tiempo señalado; y murieron del pueblo, desde Dan hasta Beerseba, setenta
mil hombres. 24:16 Y cuando el ángel extendió su mano sobre Jerusalén para
destruirla, Jehová se arrepintió de aquel mal, y dijo al ángel que destruía al
pueblo: Basta ahora; detén tu mano. Y el ángel de Jehová estaba junto a la era
de Arauna jebuseo. 24:17 Y David dijo a Jehová, cuando vio al ángel que
destruía al pueblo: Yo pequé, yo hice la maldad; ¿qué hicieron estas ovejas? Te
ruego que tu mano se vuelva contra mí, y contra la casa de mi padre.
¿Por qué se
encendió la ira de Dios debido al censo que hizo David?. Por causa del orgullo
de David y su falta de confianza en Dios, lo cual se manifestó:
[1] en su
liderazgo de un pueblo poderoso y numeroso; y
[2] en su
vanagloria y jactancia de sus grandes logros y su fuerza;
David se
estaba apoyando en la capacidad humana y en las grandes cifras en lugar de
apoyarse en el poder y en la justicia de Dios.
[+] Siendo
una persona salva ¿has tenido problemas para perdonar a alguien o has sentido
odio o ira contra otros?.
David
también:
Prácticamente
en su lecho de muerte, David encomienda asesinatos vindicatorios a su hijo y
sucesor Salomón:
El primer
asesinato por encargo es para Joab, general de David:
1 Reyes, 2:5
Ya sabes tú lo que me ha hecho Joab hijo de Sarvia, lo que hizo a dos generales
del ejército de Israel, a Abner hijo de Ner y a Amasa hijo de Jeter, a los
cuales él mató, derramando en tiempo de paz la sangre de guerra, y poniendo
sangre de guerra en el talabarte que tenía sobre sus lomos, y en los zapatos
que tenía en sus pies. 2:6 Tú, pues, harás conforme a tu sabiduría; no
dejarás descender sus canas al Seol en paz.
El segundo
asesinato por encargo es a Simei, hijo de Gera, quien había maldecido a David
con “maldición fuerte”:
1 Reyes, 2:8
También tienes contigo a Simei hijo de Gera, hijo de Benjamín, de Bahurim, el
cual me maldijo con una maldición fuerte el día que yo iba a Mahanaim. Mas él
mismo descendió a recibirme al Jordán, y yo le juré por Jehová diciendo: Yo no
te mataré a espada. 2:9 Pero ahora no lo absolverás; pues hombre sabio eres, y
sabes cómo debes hacer con él; y harás descender sus canas con sangre al Seol.
Resulta
contradictorio y un poco chocante que las últimas instrucciones de David para Salomón,
en su lecho de muerte, sean asesinatos por encargo. En el caso de Simei, está
el agravante que David había jurado por Jehová que no lo mataría.
David fue un
rey guerrero, por lo que sus manos estaban manchadas de demasiada sangre. Por
esto no pudo edificar el Templo de Dios, lo cual si hizo su hijo Salomón:
1 Crónicas,
28:3 Más Dios me dijo: Tú no edificarás casa a mi nombre, porque eres hombre de
guerra, y has derramado mucha sangre.
Dios ya se
lo había anticipado a David cuando hizo pacto con el:
2 Samuel,
7:12 Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré
después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré
su reino. 7:13 El edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre
el trono de su reino. 7:14 Yo le seré a él padre, y él me será a mí hijo.
Y si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de hombres, y con azotes de hijos
de hombres; 7:15 pero mi misericordia no se apartará de él como la aparté
de Saúl, al cual quité de delante de ti.
Elías
Es innegable
la importancia del profeta Elías en la historia de la redención. Junto con Moisés,
son los dos personajes preeminentes del AT, a tal punto que al AT se le llama
también “la ley y los profetas”.
Lucas,
16:16 La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de
Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él.
Mientras que
la ley está indisolublemente ligada a Moisés, el cargo u oficio profético, si
bien el primero en ejercerlo fue Samuel, está indisolublemente ligado al profeta
Elías. Cabe recordar, además, que Elías y Moisés son los que aparecen con
Jesucristo en la transfiguración relatada en Mateo, 17:1-13.
A Elías le
tocó en suerte ejercer su ministerio profético en el reino de Israel del norte,
cuya capital era Samaria, en la más que complicada época del rey Acab y su esposa
Jezabel, quien condujo a Israel a la más absoluta apostasía.
Elías tuvo
poder para:
[a] hacer
descender fuego del cielo (1 Reyes, 18:36-40);
[b] cerrar el
cielo a fin de que no haya lluvia durante tres años y medio (1 Reyes, 17:1); y
[c] abrir el
cielo a fin de que volviera a llover (1 Reyes, 18:41-46);
A pesar de
semejantes demostraciones de poder, Elías era, en opinión de Santiago, no
demasiado distinto de nosotros:
Santiago,
5:17 Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró
fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años
y seis meses. 5:18 Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo
su fruto.
Hasta aquí,
el “modelo terminado” de Elías. ¿Pudo, un hombre en el que el poder de Dios se
manifestó de una manera tan contundente, haber sufrido zozobras hasta el punto
de desear morirse?. Veamos.
[+] Siendo
una persona salva ¿tuviste ganas de morirte o de que Dios te quitara la vida,
luego de haber experimentado en primera persona - como Elías - el poder de Dios en tu vida?.
Elías
también:
1 Reyes, 19:1
Acab dio a Jezabel la nueva de todo lo que Elías había hecho, y de cómo había
matado a espada a todos los profetas. 19:2 Entonces envió Jezabel a Elías
un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a
estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos. 19:3
Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba,
que está en Judá, y dejó allí a su criado. 19:4 Y él se fue por el
desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando
morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que
mis padres.
[+] Siendo una persona salva ¿tuvo Dios que fortalecerte para que siguieras tu camino?.
A Elías
también:
1 Reyes,
19:5 Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí luego un ángel
le tocó, y le dijo: Levántate, come. 19:6 Entonces él miró, y he aquí a su
cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió y
bebió, y volvió a dormirse. 19:7 Y volviendo el ángel de Jehová la segunda
vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino te
resta. 19:8 Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella
comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de
Dios.
[+] Siendo
una persona salva ¿tuvo que sacarte Dios personalmente de la “cueva” en la que
decidiste aislarte?.
A Elías
también:
1 Reyes, 19:9
Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de
Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? 19:10 El respondió: He
sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de
Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a
tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida. 19:11 El
le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová.
[+] Siendo
una persona salva ¿le contaste tus problemas a Dios como si él no los
conociera?.
Elías
también:
1 Reyes, 19:14
El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque
los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han
matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme
la vida.
[+] Siendo
una persona salva, habiéndole contado tus tristezas y habiéndote consolado ¿te
ha dado Dios nuevas instrucciones?.
A Elías
también:
1 Reyes,
19:15 Y le dio Jehová: Ve, vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco;
y llegarás, y ungirás a Hazael por rey de Siria. 19:16 A Jehú hijo de Nimsi
ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás
para que sea profeta en tu lugar.
Porque la
obra de Dios debe continuar.
Pablo
Demás esta
hablar de la importancia del apóstol Pablo en la historia de la redención.
Pablo no solo fue el autor más prolífico del NT, sino que, además, fue gracias
a el que se expandió el cristianismo en el mundo antiguo, durante sus cuatro
grandes viajes misioneros, donde fundo las iglesias de Asia.
[+] Pablo es
el perito arquitecto, que coloco los pilares doctrinales de la iglesia;
1 Corintios,
3:10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito
arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo
sobreedifica. 3:11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que
está puesto, el cual es Jesucristo.
[+] Pablo no
aprendió su evangelio de ningún hombre, sino que le fue revelado por
Jesucristo;
Gálatas,
1:11 Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es
según hombre; 1:12 pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno,
sino por revelación de Jesucristo.
[+] Una vez
recibida la revelación, Pablo fue y les predico a los apóstoles;
Gálatas, 2:1
Después, pasados catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando
también conmigo a Tito. 2:2 Pero subí según una revelación, y para no
correr o haber corrido en vano, expuse en privado a los que tenían cierta
reputación el evangelio que predico entre los gentiles.
[+] A Pablo
le fue revelado el misterio del Evangelio;
Romanos,
16:25 Y al que puede confirmaros según mi evangelio y la predicación de
Jesucristo, según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde
tiempos eternos,
Consistente
en:
1 Corintios,
15:3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo
murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 15:4 y que fue
sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;
[+] A Pablo
le fue revelado que el Espíritu Santo mora en el creyente;
1 Corintios,
3:16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en
vosotros?
1 Corintios,
6:19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está
en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
[+] A Pablo
le fue revelado que el Espíritu Santo se recibe por la fe;
Gálatas, 3:2
Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de
la ley, o por el oír con fe?
[+] A Pablo
le fue revelado que el Espíritu Santo, además, es sellado en el creyente;
Efesios,
1:13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio
de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el
Espíritu Santo de la promesa, 1:14 que es las arras de nuestra herencia
hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.
[+] A Pablo
le fue revelado el misterio del Rapto de la iglesia;
1 Corintios,
15:51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos
transformados, 15:52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la
final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados
incorruptibles, y nosotros seremos transformados.
1 Tesalonicenses,
4:15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que
vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los
que durmieron. 4:16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de
arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo
resucitarán primero. 4:17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos
quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al
Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
Este es el
“modelo terminado” de Pablo. Pero Pablo no siempre fue el de sus Epístolas.
Veamos.
[+] Pablo
persiguió a la iglesia de Jesucristo;
Hechos, 8:3
Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a mujeres,
y los entregaba en la cárcel.
Gálatas,
1:13 Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo,
que perseguía sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba;
[+] Pablo
aprobó la muerte por lapidación de Esteban;
Hechos, 7:59
Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi
espíritu. 7:60 Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes
en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió. 8:1 Y Saulo
consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra la
iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de
Judea y de Samaria, salvo los apóstoles.
[+] Siendo
una persona salva ¿sientes que tuviste un pasado demasiado oscuro como para que
Dios pueda usarte?.
Pablo
también.
Palabras finales
Podríamos
también citar el caso de Sansón quien, luego de haber desobedecido
sistemáticamente a Dios, terminó siendo incluido en el capítulo 11 de la
Epístola a los Hebreos, reservado a los “héroes de la fe”:
Hebreos,
11:32 ¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de
Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los
profetas; 11:33 que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia,
alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, 11:34 apagaron fuegos impetuosos,
evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en
batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.
El objeto
del presente estudio no es hacer “apología del pecado”, ya que hay una
bendición especial para aquellos que no “estuvieron en camino de pecadores”:
Salmos, 1:1
Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino
de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
Solo se ha
pretendido demostrar que los grandes hombres y mujeres de la Biblia, a quienes
solemos colocar en un pedestal, fueron hombres y mujeres no demasiado distintos
de nosotros (Santiago, 5:17).
Hay un
relato que circula por internet y que grafica como nada esta idea y es el siguiente:
Jacob era un
engañador. Pedro negó a Jesús tres veces. David cometió adulterio y homicidio.
Noé se emborrachó. Jonás huyo de su llamado. Pablo persiguió a la iglesia.
Gedeón era inseguro. Miriam era chismosa. Marta atrapada por los afanes de la
vida. Tomás era incrédulo. Sara era impaciente. Elías era temperamental. Moisés
era tartamudo. Zaqueo era pequeño. Abraham era muy viejo y Lázaro estaba
muerto.
Sin embargo,
todas estas personas figuran como amigos de Dios y fueron usados por Él.
Algunos incluso están en el "Salón de la Fama" de la Fe (Hebreos, 11).
Dios no
llama a los perfectos sino que perfecciona a los que llama.
QUE DIOS LOS
BENDIGA A TODOS!!!
Marcelo D.
D’Amico
Maestro de
la Palabra - Ministerio REY DE GLORIA