martes, 25 de abril de 2017

APÓSTOL OSCAR DUFOUR: EL PACTO DE DIOS CON ABRAHAM

Te dejo un video donde el Apóstol Oscar Dufour profundiza acerca del pacto de Dios con Abraham y de las implicancias que el mismo tiene para nosotros.

Que lo disfrutes:





QUE DIOS LOS BENDIGA A TODOS!!!

APÓSTOL OSCAR DUFOUR: EL CRUCE DEL JORDAN

Te dejo un video del Apóstol Oscar Dufour, donde habla acerca del "cruce del Jordan" que debemos hacer cada uno de nosotros, antes de empezar a conquistar nuestra "tierra prometida" (las promesas que Dios nos hizo).

Que lo disfrutes:





QUE DIOS LOS BENDIGA A TODOS!!!

lunes, 24 de abril de 2017

APÓSTOL JUAN CARLOS CORIA: LA GLORIA VENIDERA DE LA IGLESIA

Te dejo un video donde el Apóstol Juan Carlos Coria habla acerca de la gloria venidera de la iglesia.

Que lo disfrutes:








QUE DIOS LOS BENDIGA A TODOS!!!

domingo, 23 de abril de 2017

APÓSTOL JUAN CARLOS CORIA: NO TE CONTAMINES

Te dejo un video donde el Apóstol Juan Carlos Coria nos recuerda la necesidad y obligacion que tenemos como cristianos de no "contaminarnos" con las cosas del mundo. Estamos para que el mundo se convierta a Cristo a traves nuestro y no para comvertirnos nosotros al mundo.

Que lo disfrutes:





QUE DIOS LOS BENDIGA A TODOS!!!

viernes, 21 de abril de 2017

APÓSTOL ROBERTO SAAVEDRA: CERRANDO EL CÍRCULO PROFÉTICO

Te dejo un video donde el Apóstol Roberto Saavedra habla acerca de cerrar el círculo profético en cada uno de nosotros, para que podamos llegar a nuestro "destino profético".

Que lo disfrutes:






DIOS LOS BENDIGA A TODOS!!!

martes, 18 de abril de 2017

APÓSTOL ROBERTO SAAVEDRA: LA SABIDURIA DE LO PEQUEÑO

Te dejo un video donde el Apóstol Roberto Saavedra predica acerca de la sabiduria de lo pequeño, basado en Proverbios, 30:24.

Que lo disfrutes:








QUE DIOS LOS BENDIGA A TODOS!!!

sábado, 8 de abril de 2017

¿QUIENES VAN AL CIELO?


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Introducción

Tenemos la tendencia a pensar que al cielo se van “los buenos” y que, por el contrario, al infierno se van “los malos”. Así las cosas, pensamos entonces que en el infierno esta “lo peor de lo peor”: asesinos seriales, violadores y asesinos de niños, genocidas históricos (Hitler, Stalin, etc.), Judas Iscariote, quien traiciono nada menos que al Señor, etc., y que el resto de nosotros, mal que mal y a comparación de todos los que acabamos de nombrar, podríamos llegar a irnos al cielo.

No es por nuestras obras

Jorge Luis Borges (el gran escritor argentino) alguna vez dijo (o escribió) lo siguiente: "El infierno y el paraíso me parecen desproporcionados. Los actos de los hombres no merecen tanto".

Para J. L. Borges, entonces, nadie es lo suficientemente malo como para merecer eternamente el infierno, ni lo suficientemente bueno como para merecer, también eternamente, el paraíso. En la expresión de Borges, claro está, subyace la idea de que en el fondo - para el -  no existe ninguno de esos dos lugares. Aunque Borges toda su vida declaro ser agnóstico (alguien que no puede afirmar ni negar la existencia de Dios porque considera que ese conocimiento es inaccesible para el entendimiento humano) su verdadero pensamiento estuvo siempre más cerca del ateísmo que de otra cosa, ya que alguna vez también declaro (o escribió) estar casi seguro acerca de la inexistencia de Dios.

No obstante, en la frase de Borges subyace también otra idea, más sutil y es la siguiente: los hombres se van al cielo o al infierno por sus actos (cuando dice: “los actos de los hombres no merecen tanto”). Como Borges, muchos otros, cristianos y no cristianos, creen también que el destino eterno de las almas de los hombres depende de los actos (buenos o malos) de estos.

Sino por la obra de Cristo

Nuestros amigos en la vida (lo sabemos) son pocos. Yo mismo, sin ir más lejos, he tenido, desde mis catorce o quince años hasta aproximadamente mis cuarenta, no más de dos (tal vez tres) amigos. Estos amigos que he tenido, eran ateos, de padres y abuelos ateos (el ateísmo era, en ellos, una cuestión de familia). A estos amigos ateos les he hecho, más de una vez, la siguiente pregunta: ¿qué harían ustedes si, después de muertos, se dan cuenta de que Dios existe, porque podrán verlo?. Ellos siempre respondían a esta pregunta de la misma manera: “bueno, si, después de muertos, nos damos cuenta de que Dios existe, porque podemos verlo, le pediríamos que nos juzgara por nuestras obras, por nuestros actos y no por si creímos o no en El”. En otras palabras: mis amigos ateos le pedirían (¿exigirían?) a Dios ser juzgados por sus actos, ya que la “cuestión de la fe” era para ellos una “cuestión irrelevante”.

Quienes así piensan cometen un error mortal porque, al contrario de lo que piensan, no son nuestras obras (buenas o malas) las que nos depositan en el cielo o en el infierno, porque:

[1] todos (conversos e inconversos) hemos pecado por lo que hemos sido destituidos de la gloria de Dios (Romanos, 3:23);

[2] aun después de ser salvos, los cristianos continuamos pecando (1 Juan, 1:8); y

[3] somos salvos por gracia, por medio de la fe y no por obras (Efesios, 2:8-9);

La causa de la salvación es la gracia (Efesios, 2:8) y la fe, que es “la convicción de lo que no se ve” (Hebreos, 11:1), es el medio para acceder a la gracia (Efesios, 2:8, Romanos, 5:2) y, esa fe, tiene que estar depositada en el Evangelio, es decir, en la obra de Cristo en la cruz:

1 Corintios, 15:3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 15:4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;

Y entonces ¿cuál es el punto?

La cuestión no es si nuestros actos son buenos o malos (vimos que, según Efesios, 2:8-9, la salvación no es por obras – por actos – “para que nadie se gloríe”) o si somos pecadores  o no (vimos que, según 1 Juan, 1:8, todos – aun los que somos salvos – seguimos pecando). La cuestión es si hemos aceptado la “solución de Dios” al problema de nuestra maldad. Nos vamos al cielo por ACEPTAR la obra de Cristo en la cruz o nos vamos al infierno por RECHAZAR esa misma obra.

Nada más se nos demandará.

Cualquier intento de lograr la salvación sin fe en el Evangelio (1 Corintios, 15:3-4) está destinado al fracaso. Los ateos, como hemos visto, pretenden eliminar de la ecuación el creer en Jesús (la fe) e insisten en ser juzgados exclusivamente por sus obras. Ellos serán satisfechos en su demanda. Serán juzgados, en efecto, por sus obras, serán hallados en falta y (he aquí el problema) sin estar cubiertos por la sangre redentora de Cristo, por lo que serán arrojados al lago de fuego (Apocalipsis,. 20:12-15).

Lo único que se les demandara es lo único que no habrán cumplido: el creer en Jesús. Algo que los ateos consideran irrelevante será cuestión de vida o, mejor dicho, de muerte a la hora señalada.

El infierno está lleno de asesinos, genocidas, pervertidos y demás y también está lleno de gente “buena” que, en vida, fracasó en aceptar a Jesucristo como Señor y Salvador.

 

DIOS TE BENDIGA!

Marcelo D. D’Amico

Maestro de la Palabra – Ministerio REY DE GLORIA