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Por el autor del blog:
Quiero hablarles de algo que siempre
ha atraído al hombre, por diferentes causas, y siempre ha traído para él, la
misma consecuencia: su propia destrucción y la destrucción de otros.
Empecemos por el principio ¿qué es el
ocultismo?.
El término ocultismo está tomado del latín
“occultus”, que significa “tapar, esconder o aquellas cosas que son ocultas o
secretas”. Una breve definición de ocultismo es “la práctica de lograr
conocimiento o poderes sobrenaturales fuera del Dios de la Biblia”.
A través
de estas prácticas, los ocultistas buscan ejercer influencia en circunstancias
presentes o futuras, en la vida de ellos o de otros. También, algunas personas
pretenden tener contacto con lo sobrenatural para adquirir poder.
¿Por qué hay tanto interés en el
ocultismo?.
Los expertos señalan varios factores:
1)
esta
profetizado en la Biblia que, en los últimos tiempos, va a
predominar la maldad y habrá un rebrote de las practicas ocultas, todo dentro
de un marco de “apostasía” y rechazo deliberado hacia Dios y hacia todo lo que
tiene que ver con Dios;
2)
el
desencanto con la iglesia y la religión organizada;
3)
la
curiosidad (hay una atracción hacia el ocultismo que apela a nuestro interés en
lo invisible; muchos comienzan con un juego inofensivo, pero esto suele llevar
a más);
4)
hay
una búsqueda de poder; las personas quieren tener control sobre el futuro, los
espíritus o sobre otras personas.
Entre las prácticas ocultas se
encuentran:
a)
el
satanismo;
b)
el
fetichismo;
c)
las
magias blanca y negra;
d)
el
espiritismo;
e)
la
teosofía;
f)
la
adivinación;
g)
la
brujería;
h)
la
metafísica; y
i)
muchas
más.
Categorías
de ocultismo:
Hay tres categorías principales en el
mundo del ocultismo:
1)
la
adivinación;
2)
la
magia; y
3)
el
espiritismo;
La adivinación es un intento de predecir el futuro y,
con él, moldear nuestra vida en consecuencia. Las artes de adivinación incluyen
la astrología, el zodíaco, las bolas de cristal, las cartas de tarot, la
quiromancia, la numerología y los horóscopos.
La segunda categoría es la magia o paganismo. Los que están en la magia intentan
controlar el presente mediante ceremonias, sortilegios y hechizos. Las artes
mágicas incluyen la hechicería, la magia blanca, la brujería, el satanismo, las
misas negras y los hechiceros.
Finalmente, tenemos el espiritismo. La palabra espíritu viene del latín “spiritus”,
cuyo equivalente griego es “pneuma” (respiro, soplo, exhalación, soplo vital,
espíritu; de aquí viene la palabra “neumático”). El sufijo “ismo” indica
doctrina filosófica, religiosa, etc. De ahí tenemos el término espiritismo. Los
que están involucrados en el espiritismo intentan comunicarse con los muertos y
recibir información o ayuda de ellos. El espiritismo involucra las tablas
guija, sesiones de espiritismo, necromancia y fantasmas. También, hay
individuos que a través de ritos tienen la facultad de invocar poderes del más
allá, que son espíritus malignos, ángeles caídos, o demonios.
Pero ¿qué dice la Biblia de todo esto?. ¿Dice algo?. Por
supuesto que sí (y con “nombre y apellido”, como siempre).
En primer lugar, Dios, como el
verdadero Padre que es, quiere siempre lo mejor para nosotros, sus hijos. Y,
ademas, es celoso. Esta escrito:
Éxodo, 20:4 No te harás imagen, ni
ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni
en las aguas debajo de la tierra. 20:5 No te inclinarás a ellas, ni las
honrarás; porque yo soy Jehová
tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos
hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
Cuando Satanás tuvo el descaro de
tentar a Nuestro Señor Jesucristo en el desierto, El le respondió:
Mateo, 4:10 Entonces Jesús le dijo:
Vete, Satanás, porque escrito está: Al
Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.
Por su parte, el Apóstol Pablo nos
recomienda pensar en cosas buenas:
Filipenses, 4:8 Por lo demás,
hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo
puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si
algo digno de alabanza, en esto pensad.
Deuteronomio 18, dice que las
prácticas de la hechicería, brujería, adivinación y necromancia son detestables
para el Señor y fueron estas prácticas las que motivaron el juicio de Dios
sobre los cananeos, utilizando Dios a Israel para aplicar la pena capital a
nivel nacional sobre ellos:
Deuteronomio, 18:9 Cuando entres a la
tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones
de aquellas naciones. 18:10 No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a
su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego,
ni hechicero, 18:11 ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los
muertos. 18:12 Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas
cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante
de ti. 18:13 Perfecto serás delante de Jehová tu Dios. 18:14 Porque estas
naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha
permitido esto Jehová tu Dios.
Por su parte, en Levítico podemos ver:
Levítico, 19:31 No os volváis a los
encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos. Yo
Jehová vuestro Dios.
Levítico, 20:6 Y la persona que
atendiere a encantadores o adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo pondré
mi rostro contra la tal persona, y la cortaré de entre su pueblo.
Levítico, 20:27 Y el hombre o la mujer
que evocare espíritus de muertos o se entregare a la adivinación, ha de morir;
serán apedreados; su sangre será sobre ellos.
Manasés, el Rey de Judá sacrificó a
sus hijos en el fuego y practicó la hechicería y la adivinación, provocando la
ira de Dios. Leamos los siguientes versículos:
2 Crónicas, 33:1 De doce años era Manasés cuando comenzó a reinar, y cincuenta y
cinco años reinó en Jerusalén. 33:2 Pero hizo
lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a las abominaciones de las
naciones que Jehová había echado de delante de los hijos de Israel: 33:3 Porque
él reedificó los lugares altos que Ezequías su padre había derribado, y levantó
altares a los baales, e hizo imágenes de Asera, y adoró a todo el ejército de
los cielos, y les rindió culto. 33:4 Edificó también altares en la casa de
Jehová, de la cual había dicho Jehová: En Jerusalén estará mi nombre
perpetuamente. 33:5 Edificó asimismo altares a todo el ejército de los cielos
en los dos atrios de la casa de Jehová. 33:6 Y pasó sus hijos por fuego en el valle de los hijos de Hinom; y
observaba los tiempos, miraba en agüeros, era
dado a adivinaciones, y consultaba a adivinos y encantadores: se excedió en
hacer lo malo ante los ojos de Jehová, hasta encender su ira.
Era tal abominación por el hecho que
Israel tuviera algún tipo de práctica pagana que Dios ordenó que quienes lo
hicieran, murieran por ello. Hoy en día no se mata a nadie por practicar
ocultismo y dominar los poderes oscuros del mal, pero el principio continúa
siendo el mismo: Dios dice que todo esto es abominación para Él.
Aunque actualmente no apedreamos
personas, El Señor todavía considera que estas cosas merecen su propia
sentencia de muerte. Hasta el punto de que la persona se mata en vida, se
contamina y trae consigo maldición para sí misma y sus generaciones venideras.
A menos, que se arrepienta y se aparte de su mal camino.
Dios claramente dice que nosotros
“Hijos de Dios”, su Pueblo, nada tenemos que ver con ninguna de esas categorías
del mundo de lo oculto.
Lo único que trae aparejado la práctica
de ocultismo es DESTRUCCION.
Yo sé porque lo digo, porque lo he
vivido y, de alguna manera, lo sigo viviendo.
No practiquen ocultismo, en ninguna de
sus formas. Y traten de acercarse a Dios, todo lo que puedan.
QUE
DIOS LOS BENDIGA A TODOS!!!