Fuente: http://hemaal.wordpress.com/2010/08/04/el-cirujano-que-encontro-a-jesus-en-el-corazon-de-un-nino/
Mañana en la mañana abriré tu corazón
le explicaba el cirujano a un niño.
Y el niño interrumpió: ¿Usted
encontrará a Jesús allí?.
El cirujano se quedó mirándole, y
continuó: cortaré una pared de tu corazón para ver el daño completo.
Pero cuando abra mi corazón,
¿encontrará a Jesús ahí?, volvió a interrumpir el niño.
El cirujano se volvió hacia los
padres, quienes estaban sentados tranquilamente.
Cuando haya visto todo el daño allí,
planearemos lo que sigue, ya con tu corazón abierto.
Pero, ¿usted encontrará a Jesús en mi
corazón? La Biblia bien claro dice que Él vive allí. Las alabanzas todas dicen
que Él vive allí. ¡Entonces usted lo encontrará en mi corazón!.
El cirujano pensó que era suficiente y
le explicó: te diré que encontraré en tu corazón. Encontraré músculo dañado,
baja respuesta de glóbulos rojos, y debilidad en las paredes y vasos. Y aparte
me daré cuenta si te podemos ayudar o no.
¿Pero encontrará a Jesús allí también?
Es su hogar, Él vive allí, siempre está conmigo.
El cirujano no toleró más los
insistentes comentarios y se fue. Enseguida se sentó en su oficina y procedió a
grabar sus estudios previos a la cirugía: aorta dañada, vena pulmonar
deteriorada, degeneración muscular cardiaca masiva. Sin posibilidades de
trasplante, difícilmente curable. Terapia: analgésicos y reposo absoluto. Pronóstico:
tomó una pausa y en tono triste dijo: muerte dentro del primer año.
Entonces detuvo la grabadora. Pero,
tengo algo más que decir: ¿Por qué?, pregunto en voz alta. ¿Por qué hiciste
esto a él?. Tú lo pusiste aquí, tú lo pusiste en este dolor y lo has
sentenciado a una muerte temprana. ¿Por qué?.
De pronto, Dios, nuestro Señor, le
contestó:
El niño, mi oveja, ya no pertenecerá a
tu rebaño porque él es parte del mío y conmigo estará toda la eternidad. Aquí
en el cielo, en mi rebaño sagrado, ya no tendrá ningún dolor, será confortado
de una manera inimaginable para ti o para cualquiera. Sus padres un día se
unirán con él, conocerán la paz y la armonía juntos, en mi reino y mi rebaño
sagrado continuará creciendo.
El cirujano empezó a llorar
terriblemente, pero sintió aun más rencor, no entendía las razones. Y replicó: Tú
creaste a este muchacho, y también su corazón. ¿Para qué?. ¿Para que muera
dentro de unos meses?.
El Señor le respondió: Porque es
tiempo de que regrese a su rebaño, su tarea en la tierra ya la cumplió. Hace
unos años envié una oveja mía con dones de doctor para que ayudara a sus
hermanos, pero con tanta ciencia se olvidó de su Creador. Así que envié a mí
otra oveja, el niño enfermo, no para perderlo sino para que regresara a mí
aquella oveja perdida hace tanto tiempo.
El cirujano lloró y lloró
inconsolablemente.
Días después, luego de la cirugía, el
doctor se sentó a un lado de la cama del niño, mientras que sus padres lo
hicieron frente al médico.
El niño despertó y murmurando
rápidamente preguntó:
-¿Abrió mi corazón?
Si – dijo el cirujano-
-¿Qué encontró?, preguntó el niño.
Tenías razón, allí encontré a Jesús.
QUE DIOS LOS BENDIGA A TODOS!!!