sábado, 25 de junio de 2016

LAS FALSAS DOCTRINAS



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Introducción

1 Timoteo, 4:1 Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;

Según el versículo anterior, los demonios crean doctrinas, es decir, doctrinas contrarias a la Palabra de Dios y esto llegara a su “clímax” conforme se vaya acercando el fin de los tiempos.

¿Qué es una doctrina?. Una “doctrina” puede ser definida como el “conjunto de ideas, enseñanzas o principios básicos defendidos por un movimiento religioso, ideológico, político, etc.”. La “doctrina bíblica”, entonces, puede ser definida como el “conjunto de ideas, enseñanzas o principios emanados de Dios y transmitidos por El a la humanidad a través de reyes, profetas, su Hijo Jesucristo y los Apóstoles”.

Dios nos ha hablado, entonces, a través de los reyes y profetas del AT, a través de su Hijo y finalmente a través de los Apóstoles del NT:

Lucas, 16:16 La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él.

Hebreos, 1:1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, 1:2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; 

2 Pedro, 1:19 Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; 1:20 entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, 1:21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.

Satanás es mentiroso y padre de mentira (Juan, 8:44), es decir, es el creador de todo argumento que se levanta contra la Palabra de Dios (que es la Verdad). El diablo es el autor intelectual de todas las ideologías y corrientes de pensamiento (que conducen inevitablemente al ateísmo) y religiones falsas (que fomentan una fe que no salva). Por todas estas "ideas" los hombres se han matado entre sí, desde siempre.

Cuando Satanás no puede lograr que los hombres se distraigan con sus mentiras (ideologías y corrientes de pensamiento [que conducen al ateísmo] y religiones falsas [que fomentan una fe que no salva]) entonces tratara de infiltrar el verdadero Evangelio de Cristo, creando "doctrinas de demonios".

Ana Méndez explica este proceso de envilecimiento de la verdad del Evangelio:

"Es importante recalcar que lo falso no es lo visiblemente opuesto a la verdad, sino una copia lo más parecida a ella, pero cuya esencia es la mentira y conduce inevitablemente al error. Por ejemplo, tomemos un billete falsificado. Si el que lo fabrico hiciese una reproducción totalmente diferente al verdadero, jamás podría engañar a nadie. Si, en cambio, logra robar el papel moneda, las tintas y los moldes originales, lo único por lo que se descubriría su falsedad seria por el número de serie y por las marcas especiales sensibles a ciertos rayos, con que los marca el banco emisor de billetes. Este, precisamente, es el principio de lo falso: usar la verdad hasta donde le sea posible para atraer a aquellos que más o menos creen conocerla. Una vez teniendo su confianza, es fácil introducir subrepticiamente un concepto falso que desvirtúe y cambie la esencia del mensaje".

Como veremos a continuación, es tal el poder de la Palabra de Dios que, normalmente, no hace falta más que un versículo para refutar cada falsa doctrina elaborada por Satanás y sus demonios.

Caín es “hijo del diablo”

En mi largo peregrinar a través de la web, sobre todo al principio de mi aventura (hace ya mas de 10 años), buscando información para estudiar y comprender la Biblia, he leído las más disparatadas doctrinas. Una de ellas sostiene que la serpiente (en verdad, Satanás) no solo convenció a Eva de comer el fruto del árbol prohibido de la ciencia del bien y del mal sino que, además, tuvo relaciones sexuales con ella con lo cual Caín literalmente sería el hijo de Satanás.

Esto está claramente refutado por el siguiente versículo:

Génesis, 4:1 Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón.

Por lo general, en la Biblia se emplea el verbo "conocer" para referirse a la relación marital y sexual.


La reencarnación

Otro ejemplo muy habitual de doctrina de demonios es la doctrina de la reencarnación. Este error ha llegado a afectar aun a algunos cristianos. Esta doctrina dice que los hombres mueren y reencarnan una y otra vez, hasta que su alma se perfecciona y no reencarna mas, al haber ido abandonando, vida tras vida, las pasiones carnales. En primer lugar, si esto fuera cierto, teniendo en cuenta que los hombres han venido reencarnando desde el principio, una y otra vez, debiéramos estar viviendo hoy en un mundo casi perfecto. Pero la realidad muestra que el mundo hoy, como nunca, está dominado por las pasiones carnales, la avaricia y la insolidaridad (entre otras tragedias). O sea, que esta doctrina se cae sola por aplicación del sentido común.

El temor a la muerte, en el mejor de los casos, o el amor al mundo y a las pasiones carnales en la mayoría de las situaciones, puede llevar a una persona (aun cristiana) a creer en esta doctrina. Pero la Biblia expone su falsedad. Creer que para llegar al cielo solo hay que reencarnar una equis cantidad de veces nos lleva a preguntarnos entonces ¿para que murió Cristo en la cruz?.

Abrazar la doctrina de la reencarnación implica:

[1] vaciar de propósito la cruz de Cristo; y

[2] amar el mundo y aborrecer el reino de Dios;

Por estas dos causas, aun creyendo el resto de la Biblia, las personas que abracen esta doctrina se irán al infierno.

Detrás de todo argumento que:

[a] aun otorgándole estatus de profeta, avatar o maestro (entre otros) ponga en duda la divinidad de Jesucristo; o

[b] insinúe que existen otras alternativas para llegar al cielo, vaciando de propósito la cruz de Cristo;

Están siempre Satanás y sus mentiras.

La Biblia expone la mentira de la doctrina de la reencarnación al decir:

Hebreos, 9:27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio.

Obviamente este versículo echa totalmente por tierra la (falsa) doctrina de la reencarnación, tan popular no solo en las (falsas) religiones orientales sino también en los círculos iniciáticos (la masonería) y todo lo que es la Nueva Era.

Respecto de la doctrina de la reencarnación, Ana Méndez cita el testimonio de una persona que recibió una revelación del Espíritu Santo sobre el origen de la supuesta reencarnación:

"En aquellos tiempos en que yo estaba en esos caminos, creía en la reencarnación. Cuando comencé a caminar con el Señor Jesucristo y conocí su palabra, que dice que el hombre muere una vez y después de esto el juicio, le pedí que me dijera de que manera podía yo enseñarle a la gente que creía en la reencarnación ya que esta no era la verdad. Una día, mientras yo lavaba los platos en mi casa, me hablo el Espíritu Santo y me dijo: mira, el espíritu del hombre es eterno, por lo tanto los espíritus inmundos (demonios) también lo son. Cuando el hombre muere, su espíritu vuelve a Dios que lo dio. El espíritu inmundo necesita un cuerpo físico para habitar y manifestarse y dice la palabra que cuando este sale del hombre (sea por su muerte o por liberación), vaga, buscando un lugar donde habitar (Mateo, 12:43-45). Entonces lo que sucede es que estos espíritus inmundos han conocido a distintas personas durante muchas épocas y luego vienen y le dicen a aquella en quien ahora habitan que esta tuvo vidas pasadas, señalándole nombres, lugares y situaciones. El diablo es un mentiroso y la reencarnación es una de sus grandes falsedades".

El infierno esta “vacío” o “inoperante”

Otro de los disparates doctrinales con los que me he topado es el que dice que “el infierno, ahora, esta vacio o inoperante”, es decir, “en el infierno ahora no hay nadie, ningún alma de ningún hombre, ya que (todos) los muertos están esperando el juicio ante el Gran Trono Blanco (Apocalipsis, 20:11-15) para ser juzgados”.

Esto es una “barrabasada” por varias razones:

[1] En Lucas, 16:19-31 Jesucristo cuenta la historia (real, no una parábola) de Lázaro el mendigo y el hombre rico en el “seno de Abraham”. La historia es sencilla y tiene dos personajes: un mendigo, que vivía a la intemperie, justo a la entrada de la casa de un hombre rico, que jamás le ofreció ayuda y que vivía en deleites. Mueren los dos y, mientras el mendigo va al “seno de Abraham” (un lugar en el mismo infierno - el primer paraíso - destinado a los justos muertos antes del sacrificio de nuestro Señor Jesucristo en la cruz), el rico va directo al infierno. Ambos lugares estaban cerquita, ya que el rico, estando en el infierno (atormentado en llamas) podía hablar con Abraham y, además, podía ver también a Lázaro, el mendigo.

[2] Aunque no es el tema de este post, habrá resurrección de muertos. La iglesia (los muertos en Cristo a lo largo de la era de la iglesia) resucitara en el rapto de iglesia (1 Corintios, 15:51-52, 1 Tesalonicenses, 4:15-17). Los muertos antes de Cristo (los justos del AT) resucitaran luego de la Gran Tribulación, en la Segunda Venida de Cristo (Daniel, 12:1-2). Los “santos de la Tribulación” (los mártires de - los que mueran durante - la Tribulación) resucitarán también luego de la Gran Tribulación, en la Segunda Venida de Cristo pero por aplicación de Apocalipsis, 20:4. Los únicos que resucitaran al final del reinado milenial (de 1000 años) de Cristo son los justos muertos durante ese reinado milenial y todos los impíos muertos a los largo de toda la historia (los malos resucitan todos juntos aquí). Estos dos grupos solamente enfrentaran el juicio ante el Gran Trono Blanco de Apocalipsis, 20:11-15. Apocalipsis, 20:15 dice: “Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”. Los que no se hallaran inscriptos en el libro de la vida son los impíos muertos a los largo de toda la historia ya que los justos muertos durante el reinado milenial (los únicos justos que resucitan aquí y que enfrentan el juicio ante el Gran Trono Blanco) si se encontrarán inscriptos en el libro de la vida. De otra manera, Apocalipsis, 20:15 no haría esa aclaración y diría algo así como “y todos los que enfrentaron el juicio ante el Gran Trono Blanco fueron lanzados al lago de fuego”. O sea: va a haber quienes enfrenten el juicio ante el Gran Trono Blanco y si se hallaran sus nombres inscriptos en el libro de la vida.

[3] Respecto del juicio ante el Gran Trono Blanco, Apocalipsis, 20:13 dice: “Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras”. La palabra griega “Hades” es equivalente a la palabra hebrea “Seol” y ambas son utilizadas para referirse al infierno. Apocalipsis, 20:13 dice que la muerte y el Hades (el infierno) entregaron los muertos que había en ellos. ¿Para qué?. Para ser juzgados ante el Gran Trono Blanco (Apocalipsis, 20:11-15). Si el infierno (Hades) entrego muertos que había en el, era porque esos muertos estaban ahí.

Como podemos ver, tanto el relato de Jesucristo sobre el “seno de Abraham” (Lucas, 16:19-31) como el pasaje de Apocalipsis, 20:13 echan por tierra el disparate doctrinal de que “infierno esta vacio”. Es más, solo con Apocalipsis, 20:13 (sin ayuda de nada mas) alcanza para refutar esta doctrina detrás de la cual no puede estar otro que Satanás.

La doctrina luciferina

El clímax de 1 Timoteo, 4:1 lo veremos cuando, en pleno gobierno del anticristo, se propague la “doctrina luciferina”.

Jack Kelley, el reconocido ensayista bíblico, lo explica maravillosamente bien:

Hay una creencia que siempre ha circulado y es tan antigua como la humanidad, pero que en los últimos días llegará a ser una religión que engañará a casi todas las personas. Esta se llama la “doctrina luciferina” (sustentada por los masones), y el entenderla nos ayudará a explicar porqué el mundo no se vuelve a su Creador en ese momento, el cual es el peor momento en la historia humana.

La “doctrina luciferina” se llama así, por supuesto, por Lucifer, un nombre en latín que significa el “portador de luz”. Esta doctrina sostiene que Lucifer es el Ángel de Luz, el buen tipo que está tratando de iluminar a la gente del mundo para prepararla para la evolución espiritual necesaria que traerá la paz a toda la humanidad. Según esta doctrina, nuestra evolución física ha terminado y todo lo que necesitamos hacer ahora es liberarnos de las ataduras del pensamiento Judeo-Cristiano para poder completar nuestra evolución espiritual y así entrar en la tan esperada era utópica (este es el pilar de la Nueva Era).

Pero Lucifer está siendo obstaculizado por el malo de Adonaí (en hebreo Señor) Quien, junto con Sus seguidores, está trabajando para frustrar el gran plan de Lucifer, previniendo de manera efectiva nuestra evolución espiritual. Para que la humanidad pueda llegar a esta Utopía, todas las personas que insisten en aferrarse a su obsoleta fe judeo-cristiana tienen que ser eliminadas.

La Gran Tribulación está caracterizada por la “doctrina luciferina” como el último gran esfuerzo del malo de Adonaí de destruir al “portador de luz” de la humanidad y prevenir nuestra ascensión a la Utopía, al mantenernos atados a Él.

Después de la desaparición de la iglesia (por el rapto), la Verdad estará muy escasa en la Tierra y todo el mundo será engañado al creer en esta “doctrina luciferina”, tal y como Pablo advirtió que sucedería (2 Tesalonicenses 2:9-12).

2 Tesalonicenses, 2:9 inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, 2:10 y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. 2:11 Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, 2:12 a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.

Así que naturalmente al creer que el Señor es el tipo malo, todas estas personas adoran a Lucifer con más intensidad, esperando que él sea quien prevalezca y ponga fin a sus sufrimientos (Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte… Proverbios 14:12). Por supuesto, Lucifer es también ampliamente conocido como Satanás o el diablo.

Todo lo anterior será cada vez más habitual conforme nos acerquemos a los últimos días. La segunda venida de Cristo (en sus dos fases: el rapto de la iglesia y su segunda venida propiamente dicha al final de los 7 años de la Tribulación) será precedida por una mayor dosis de satanismo, espiritismo, ocultismo, posesión de espíritus malos y engaño demoniaco, en el mundo y en la iglesia.

La única garantía de no caer en el engaño es la absoluta fidelidad a Dios y a la Biblia.


QUE DIOS LOS BENDIGA A TODOS!!!