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¿Por qué Pablo menciona tanto la cruz?.
Pablo dice: lejos está de
mí gloriarme en la resurrección. Lejos está de mí gloriarme en la divinidad del
Verbo. Lejos está de mí gloriarme en la eternidad del verbo. Lejos está de mí
gloriarme en todos esos aspectos. Solo en una cosa me gloriare: en la cruz de
Jesucristo.
Gálatas, 6:14 Pero lejos este de mi gloriarme, sino
en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a
mí, y yo al mundo.
1 Corintios, 1:17 Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el
evangelio; no con sabiduría de palabras, para que se haga vana la cruz de
Cristo.
Para que no se haga vana
la cruz.
1 Corintios, 1:18 Porque la palabra de la cruz es locura
a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder
de Dios.
La palabra de la cruz es
locura.
1 Corintios, 1:23 pero nosotros predicamos a Cristo
crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles
locura.
Predicamos a Cristo
crucificado.
Gálatas, 3:1 ¡Oh gálatas insensatos! ¿Quién os
fascino para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue
ya presentado claramente entre vosotros como crucificado?.
¿Por qué Pablo se gloria
tanto en la cruz?. La cruz era una cuestión negativa. Era algo maldito.
Deuteronomio, 21:22 Si alguno hubiere cometido algún
crimen digno de muerte, y lo hiciereis morir, y lo colgareis en un madero. 21:23 no dejareis que su cuerpo pase la
noche sobre el madero; sin falta lo enterraras el mismo día, porque maldito por
Dios es el colgado; y no contaminaras tu tierra que Jehová tu Dios te da por
heredad.
Filipenses, 2:8 y estando en la condición de hombre,
se humillo a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Las cuestiones en las que Pablo
pudo haberse gloriado y no se glorió:
Su espiritualidad (la de Pablo):
Jeremías, 9:23 Así dijo Jehová: No se alabe el sabio
en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en
sus riquezas. 9:24 Más alábese en
esto el que se hubiera de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová,
que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas
quiero, dice Jehová.
Y Pablo estaba autorizado
para gloriarse en ese sentido.
La eternidad del Verbo:
Se dice que Cristo nació
en Belén. Cristo no nació nunca. El que nació fue Jesús. Cristo siempre
existió, el Verbo. Él fue inmolado desde el principio del mundo. Antes que Abraham
fuese yo soy!!!.
Proverbios, 8:22 Jehová me poseía en el principio, ya de
antiguo, antes de sus obras.
Colosenses, 1:16 Porque en él fueron creadas todas las
cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e
invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo
fue creado por medio de él y para él. 1:17 Y
él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en el subsisten.
Por él fueron hechas todas
las cosas y él es antes de todas las cosas. Pedro le dijo: tú tienes palabras
de vida eterna, palabras de alguien que nunca nació, que nunca morirá, que
siempre existió. De existencia eterna.
El nombre de Jesús:
Los apóstoles sabían
sacarle jugo al nombre de Jesús. Conocían la dinamita y la potencia que había
en ese nombre. Y en ese nombre invadieron el imperio romano. Conquistaron el mundo
con ese nombre. Pablo confiesa que había sido enemigo de ese nombre, pero que
había sido derrotado por ese nombre. Y ahora estaba dispuesto a ir a Roma por
ese nombre. Los apóstoles fueron amenazados por predicar en ese nombre. Y
fueron encarcelados y azotados por ese nombre. Pero salieron gozosos de haber
sufrido por ese nombre.
El Señorío de Cristo:
1 Corintios, 1:31 para que, como está escrito: El que se
gloria, gloríese en el Señor.
Pero hemos predicado un
evangelio aguachento. De ruegos, de ofertas….., un evangelio de promesas sin
demandas. De privilegios sin responsabilidades. De resurrección sin el
calvario………….
La oratoria de Jesús:
Nunca un hombre hablo como
él, se dijo. Por los pulpitos del Antiguo Testamento, habían pasado los mejores
oradores de la historia: Platón, Aristóteles, Sófocles. Buda, Confucio, Lao
Tse. Grandes filósofos. Lenguas de oro para hablar. Habían pasado nada menos
que Isaías, Salomón. La reina de Saba vino a escuchar su sabiduría y quedo
pasmada. Pero Jesús dijo que había uno más sabio que Salomón, que era él. El
desafió al Antiguo Testamento. La gente decía: jamás hablo un hombre como este.
Pero si habían escuchado a Salomón, habían escuchado a Isaías (quien no se
encanta leyendo Isaías: el quinto evangelio). Pero ¿Por qué Cristo era superior?.
Porque todos los profetas decían: Oye Israel, así dice el Señor. Pero Cristo
nunca dijo así, porque él era el Señor. El decía: Oísteis que fue dicho a los
antiguos: no te perjuraras, no harás un juramento falso. Mas yo os digo: no
juréis, ni por el cielo, que es el trono de Dios, ni por la tierra, que es el
estrado de sus pies, ni por Jerusalén, que es la ciudad del gran rey, ni por tu
cabeza juraras porque no puedes hacer un cabello blanco negro. Oísteis que fue
dicho a los antiguos: no cometerás adulterio. Mas yo os digo: cualquiera que
mire una mujer codiciándola, no siendo su esposa, adultera con ella en su
corazón.-
La singularidad de Jesús:
Jesús era un ser
incomparable. Comparados con Jesús, todos los grandes hombres son un barro.
¿Qué pasa con las luces de la calle cuando sale el sol?. No alumbran más. Todos
los grandes hombres han muerto, pero Jesús se pasea entre los sepulcros, vivo y
glorioso. Nunca fue a la escuela, pero todos los libros hablan de él. Nunca un
profesor tuvo más alumnos que él. Nunca un general tuvo más soldados dispuestos
a morir por él, que Jesucristo de Nazaret. Solo dos veces cruzo la frontera.
Sin embargo, el país más humilde, por haber contado con su sola presencia, se
lo llama Tierra Santa.
La resurrección de Jesús:
Pablo podía haberse
gloriado en la resurrección de Jesús. Si vamos al Louvre, en Paris, encontramos
las cenizas de Napoleón. Si vamos al Capitolio, en EEUU, encontramos las
cenizas de George Washington. Pero si vamos a Jerusalén, no encontramos nada,
porque el resucito. En los sepulcros de los grandes hombres, hay epitafios que
dicen “aquí yace el gran hombre, el gran poeta, el gran filósofo”. Pero el
sepulcro de Cristo no tiene ningún epitafio. Solo dos ángeles, hermosos, vivos,
inteligentes, que dicen: no está aquí ¿por qué buscáis entre los muertos al que
vive?.
En todas estas cosas podía
haberse gloriado Pablo y no se glorió.
Razones por la que Pablo se gloria en la cruz:
La primera es porque Dios,
en la cruz, logro hacer lo que jamás se le paso al diablo por la cabeza. Jamás
el diablo imagino que Dios sería tan audaz. Dejar que su hijo muriese. El
diablo jamás pensó que Dios llegaría tan lejos. En la cruz, Dios logro hacer lo
imposible: lograr perdonar al hombre, sin quebrantar su ley, sin desdecirse.
Dios había dicho: el alma que pecare, morirá. El día que comas lo prohibido,
morirás. Sellado con el sello del rey. La paga del pecado era la muerte. Dada
estaba la sentencia. Pero Dios amaba al hombre y no quería que el hombre
pereciese, queriendo que todos procedan al arrepentimiento. ¿Cómo hacerlo?.
¿Cómo salvar al hombre sin desdecirse, sin quebrantar su propia ley?. Solo
había una manera: la cruz.
La mejor manera de poner
una idea grande en una cabeza chica es usar una comparación. Dos amigos se
criaron juntos. Y uno se hizo delincuente y el otro juez. Y un día el
delincuente cometió una fechoría y justo, por esas cosas de la vida, fue
juzgado por su propio amigo de la infancia. El delincuente pensó entonces: el
me perdonara, porque somos amigos. Pero el juez lo condeno a pagar una multa.
El delincuente comenzó a llorar. “Mi amigo me traiciono”, pensó. Pero el juez
se bajó del estrado, se sacó la toga, saco la billetera y le pago la multa. Lo
condeno y lo salvo. Eso hizo nuestro Dios: nos condenó, pero bajo del cielo, en
la forma de Jesús, y pago la multa en la cruz. Nos condenó y nos salvó. Por eso
es que Pablo se gloria en la cruz.
La creación de la cruz, en
la mente de Dios, ya estaba en la teología:
Salmos, 103:12 Cuanto está lejos el oriente del
occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.
El oriente y el
occidente…., alejo nuestros pecados (ahí tenemos el palo horizontal).
Efesios, 4:8 Por lo cual dice: Subiendo a lo alto
llevo cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres. 4:9 Y eso de que subió ¿qué es, sino que
también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra?.
Subió arriba de todos los
cielos y bajo a la parte más baja de la tierra (ahí tenemos el palo vertical),
formando la cruz de la misericordia.
Pablo dice: para que
conozcamos la altura, la profundidad y la anchura de la cruz.
No hay amor más grande que
el que enseña la cruz. Puedes ver a Jesús, clavado en la cruz, entre el cielo y
la tierra, diciendo “Padre ¿por qué me has abandonado?”. ¿Piensas que Dios no
quería librarlo de toso eso, de los golpes, de los escupitajos y de las
ignominias?. Pero de tal manera amo Dios al mundo, que dejo que su Hijo muriera
por nosotros……
El maquinista accionaba la
palanca para levantar y bajar el puente. Cuando pasaban los barcos, lo
levantaba y cuando pasaba el tren lo bajaba. Su hijo vino a dejarle la comida.
Luego, jugando se cayó al agua y comenzó a pedir auxilio. Decía, sálvame
papito, sálvame. Imagínense el corazón de ese padre. Pero ahí venia el tren,
con miles de personas. Si salvaba al hijo, todos perecían. Y el padre,
llorando, bajo el puente, mientras el hijo moría. De tal manera amo Dios al
mundo…….
Al pie de la cruz, podría
escribirse estos dos letreros:
1) Así amo Dios al hombres;
2) Este es el precio que Dios pago por la
salvación de tu alma;
La cruz nos habla de
simetría. De la simetría del amor de Dios. Eran dos palos: uno horizontal y
otro vertical, formando una cruz. Un palo hacia arriba: amor a Dios. Un palo
hacia abajo: amor a mí mismo. Uno a la derecha: amor a los simpáticos. Uno a la
izquierda: amor a los impíos. Pero nosotros hemos hecho una cruz con un solo
palo: la cruz del egoísmo. Cuanta gente pasa necesidades y no hay un hermano
que le tienda la mano. No hay misericordia. El prójimo, para nosotros, no tiene
rostro…….
Por esto Pablo se gloria
en la cruz.
Pablo se gloria en la
cruz, porque la cruz nos habla de que tenemos que sufrir. Normalmente se
predica un evangelio de promesas sin demandas, de privilegios sin
responsabilidades, de resurrección sin el calvario.
La prosperidad que se
predica, es media prosperidad, es media verdad. Es real: Dios quiere
bendecirnos en esta vida. Quiere bendecirnos, también, en la futura. Pablo dijo
que estaba entrenado para la hartura y también para pasar necesidades, hambre.
Se estar en todas las situaciones, dijo.
Filipenses, 1:29 Porque a vosotros os es concedido a
causa de Cristo, no solo que creáis en él, sino también que padezcáis por él.
1 Pedro, 4:12 Amados, no os sorprendáis del fuego de
prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese. 4:13 sino gozaos por cuanto sois
participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación
de su gloria os gocéis con gran alegría. 4:14 Si
sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el
glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de
ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. 4:15 Así que, ninguno de vosotros padezca
como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno. 4:16 pero si alguno padece como cristiano,
no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello. 4:17 Porque es tiempo de que el juicio
comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el
fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?. 4:18 Y: Si el justo con dificultad se
salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador?. 4:19 De modo que los que padecen según la
voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien.
El sufrimiento es natural
al Evangelio, porque el calvario nunca logro pavimentarse. El calvario es
áspero. Ahí nadie te aplaude. Todos te escupen y abofetean. Nadie te felicita.
Hay muchos “turistas del calvario” que, en lugar de llevar la cruz, quieren que
la cruz los lleve a ellos. Quieren una cruz elegante, con escalera para subir,
almohada para descansar y clavos de goma.
Si la cruz nos recuerda
que tenemos que sufrir, recordemos que había tres cruces en el calvario. Y los
tres no eran santos: había dos malhechores que también tenían cruz. No solo
Jesús tenía cruz, sino que los bandidos también. Y un ladrón creyó en Cristo y
no escapo de la cruz. Y el otro no creyó y tampoco escapo de la cruz. ¿Por
qué?. Porque la cruz es el símbolo del sufrimiento. Nadie se escapa de llevar
una cruz en esta vida. Esta tierra ha sido llamada “el valle de las lágrimas”.
Cuando llegamos aquí, llegamos llorando (por la palmada inicial del médico) y
cuando nos vamos, dejamos llorando a otros. El sufrimiento es necesario.
Un hombre se quejaba
porque sufría mucho. Parece que a Dios se le paso la mano con él, con la cruz
que le había dado. El hombre dijo: si yo pudiese ver a Dios, le pediría que me
la cambiase. Y una noche tuvo un sueño. Vio a Jesús y dijo: voy a aprovechar
para decirle que me cambie la cruz. Señor: parece que la cruz que usted me dio
es muy pesada ¿podría cambiármela?. El Señor le dijo: ahí están las demás
cruces, toma otra que te guste. El hombre tiro su cruz ahí, en medio de las
otras cruces. Eligio primero una y no le gusto. Dijo: esta es muy liviana y la
deshecho. Luego eligió otra, pero era muy pesada. Dijo: con esta no llego ni a
la luna y mucho menos al cielo. Y entre tanto que eligió y deshecho, eligió una
que le quedaba justo y dijo: con esta me quedo Señor. Y el Señor se rio y le
dijo: esta es la misma cruz que tenías y que pediste cambiar.
Porque Dios no dará más
carga que la que podamos llevar……
Esa (y no otra) es la cruz
que tu tiene que llevar.
Esto es curioso. Tres
cruces. Un malhechor se arrepintió y no escapo de la cruz. No, no. Tiene que
continuar con la cruz. El otro no se convirtió y también siguió con la cruz.
Esto es simbólico y es fantástico. Aquel que creyó, entonces ¿qué diferencia
tiene con el que no creyó, si los dos tuvieron cruz?. La diferencia es que uno
salto al paraíso y el otro al infierno. Entonces hay una cruz maldita y otra
bendita.
Cuando Moisés saco a
Israel de Egipto, atravesaron el desierto. Ya en el desierto, a causa de que
muchos murmuraban contra Moisés, Dios envió una plaga de serpientes, de cobras.
Salían de la arena, de todas partes y picaban a casi todos. Y morían. Moisés
oro a Dios pidiendo misericordia y Dios le dijo que fabricara una serpiente de
bronce sobre un asta y que todo aquel que la mirara, cuando fuese mordido,
sanaría, solo por mirarla, solo por la fe.
Números, 21:4 Después partieron del monte de Hor,
camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por
el camino. 21:5 Y hablo el pueblo
contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que
muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio
de este pan tan liviano. 21:6 Y
Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y
murió mucho pueblo de Israel. 21:7 Entonces
el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y
contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oro
por el pueblo. 21:8 Y Jehová dijo
a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre un asta; y cualquiera que
fuere mordido y mirare a ella, vivirá. 21:9 Y
Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre un asta; y cuando alguna
serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía.
Pablo, por su parte,
también nos muestra la salvación por fe. A Dios no se lo busca con la cabeza,
sino con el corazón.
Juan, 3:14 Y como Moisés levanto la serpiente en
el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado. 3:15 para que todo aquel que en él cree, no
se pierda, más tenga vida eterna.
Para ser perdonado
gratuitamente por la fe.
Pablo, también se gloria
en la cruz, porque con la cruz quedamos al nivel de los Israelitas.
Los judíos, los israelitas
tenían todos los privilegios religiosos. Nosotros, para ellos, éramos perros.
No es bueno, dijo Jesús, tomar el pan de los hijos y dárselo a los
perrillos!!!. Así eran tratados los gentiles.
Romanos, 3:1 ¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿o
de que aprovecha la circuncisión?. 3:2 Mucho,
en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de
Dios.
La salvación viene de los
judíos, de Israel. Los patriarcas son de ese pueblo. Para más remate: el Señor
vino también de ahí. Ellos tenían todos los privilegios.
Romanos, 9:4 que son israelitas, de los cuales son
la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las
promesas. 9:5 de quienes son los
patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre
todas las cosas…..
Juan, 4:22 Vosotros adoráis lo que no sabéis;
nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.
Efesios, 2:11 Por tanto, acordaos de que en otros tiempos
vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por
la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. 2:12 En aquel tiempo estabais sin Cristo,
alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza
y sin Dios en el mundo. 2:13 Pero
ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido
hechos cercanos por la sangre de Cristo. 2:14 Porque
él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared
intermedia de separación. 2:15 aboliendo
en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en
ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos uno solo y nuevo hombre, haciendo
la paz. 2:16 y mediante la cruz
reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las
enemistades. 2:17 Y vino y
anuncio las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que
estaban cerca. 2:18 porque por
medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.
Pero con la cruz, la cosa
cambio. Nosotros, que no valíamos nada, ahora quedamos mejor que el propio
Israel. Éramos perros incircuncisos. Sin Cristo, alejados de la ciudadanía de
Israel y ajenos a los pactos de la promesa, los pactos abrahámicos, davídicos y
salomónicos. Sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero, por la sangre de
Cristo, hemos sido hechos cercanos y esa sangre fue derramada en la cruz. De
los dos pueblos hizo uno, de modo que nos dejó al mismo nivel. Nos fundió con
Israel. De los dos, nació un solo y nuevo hombre. Y, mediante la cruz, reconcilio
a ambos en un solo cuerpo.
Pablo, además, se gloria
en la cruz, por la “radioactividad” de la cruz. Cristo murió para reconciliar
las cosas en la tierra y en el cielo.
El cielo estaba sucio:
Hebreos, 1:10 Y: Tú, oh Señor, en el principio
fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. 1:11 Ellos perecerán, más tu permaneces; y
todos ellos se envejecerán como una vestidura.
Todo el universo estaba
envejeciendo, por causa del pecado.
Job, 15:15 He aquí, en sus santos no confía, y ni
aun los cielos son limpios delante de sus ojos. 15:16 ¿Cuánto menos el hombre, abominable y
vil, que bebe la iniquidad como agua?.
Todo el universo fue
redimido por la sangre de Cristo en la cruz.
Colosenses, 1:20 y por medio de el reconciliar consigo
todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los
cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
El cielo estaba sucio.
Mediante las sangre de su cruz, reconciliar las cosas de la tierra y del cielo.
Las cosas del cielo…….
Hebreos, 9:23 Fue, pues, necesario que las figuras
de las cosas celestiales fuesen purificadas así; pero las cosas celestiales
mismas, con mejores sacrificios que estos.
Con mejores sacrificios
que estos (de animales).
Romanos, 6:6 sabiendo esto, que nuestro viejo
hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea
destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
Nuestro viejo hombre fue
crucificado conjuntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido.
Y como el resucito, nosotros también resucitamos.
Hebreos, 12:2 puestos los ojos en Jesús, el autor y
consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz,
menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Por el gozo puesto delante
de él, sufrió la cruz. Este es otro misterio.
La cruz era horrorosa. Los
crucificaban desnudos. Les daban posca (vinagre con hiel). Los traspasaban con
una lanza, para ver si estaban vivos o muertos. Y si no habían muerto, los
remataban a mazazos y martillazos. Les quebraban todos los huesos. Era terrible.
Ser crucificado desnudo. Imagínate: sin el taparrabo y todos mirando, porque
era costumbre para ellos eso. Se orinaban en la cruz. Esa era la vergüenza de
la cruz. Sufrió muerte y muerte de cruz.
Pero Jesús tenía miedo de
morir crucificado.
Hebreos, 5:7 Y Cristo, en los días de su carne,
ofreciendo ruegos y suplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar
de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente.
Él lo pensó muchas veces.
Fue oído por su Padre, a causa de su miedo reverente. El sufrió una cromidosis:
se le reventó el corazón. El pericardio está protegido por una pared de agua,
con otra glándula, que hace una especie de bloqueo para que el corazón no roce
con la carne. Pero, cuando el sufrimiento es muy intenso en una persona, se
rompe eso y la sangre se mezcla con el agua y es por eso que el sudaba gotas de
sangre. Esto se llama cromidosis.
Imaginen el siguiente
dialogo, entre el Padre y el Hijo:
Jesús dice: Padre, tendré
que tomar este cáliz de la muerte. En tu infinito entendimiento, no existe otro
modo de salvar al hombre. Digamos, un decreto de perdón. Que tal, Padre, si
matamos todos los animales, todos los ángeles, y salvamos al hombre, ya que tú
lo quieres tanto.
Hijo (contesta Dios) tú no
sabes, porque tú te despojaste de tu gloria (Filipenses, 2: 4 al 8) y te
hiciste siervo (Juan, 15:15) y el siervo no conoce las cosas de su Señor. Por
eso es que el Hijo no sabe (Mateo, 24:32).
Hijo, la gravedad de la
ofensa se mide en la calidad del que la hace y del que la recibe. Es una cosa
diferente ofender a un lustrabotas que a un juez. Entonces, por ofender a una
persona infinita, la multa debe ser infinita. Ni todos los toros bastaran para
el sacrificio (está escrito). Pero si tu mueres, Hijo, tu sí que puedes
salvarlos porque una gota de tu sangre no tiene pecado, así que imagínate si la
das toda. Porque ellos nacen y mueren contaminados por el pecado. Pero tu no.
Tu madre fue virgen, su cordón umbilical impidió que su sangre pasase para ti y
como no tenías la sangre de un padre humano, era mi sangre, sangre de Dios,
sangre divina que limpia de todo pecado. Es por eso que tu sangre los redime.
Una sola gota redime todos los mundos que pudiesen existir, porque es una
sangre infinita y eterna. ¿No te causa gozo, Hijo, todo esto?.
Si, Padre, me encanta
pensar en ello. Daré mi vida por ellos.
El, entonces, se sometió a
la cruz, por el gozo que le fue propuesto de tu felicidad. Por el gozo de tu
vida.
Como dice Hebreos, 12:12 Por el gozo puesto delante de él,
sufrió la cruz.
Lo anterior es una desgrabación
de una prédica del Dr. Darío Salas, conocido Escatólogo chileno:
QUE DIOS LOS BENDIGA A TODOS!!!.
QUE DIOS LOS BENDIGA A TODOS!!!.