jueves, 18 de abril de 2019

EL AMOR EN LA BIBLIA


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Introducción

El amor es un sentimiento abstracto y universal que experimentamos todas las personas de diversas maneras. El amor puede ser interpretado de diferentes maneras según el contexto y la relación sentimental a la que se haga referencia.

En la Antigüedad los griegos se dedicaron a buscar distintas maneras de entender y explicar qué es el amor y cómo lo vive el ser humano.

En consecuencia, surgieron un gran número de relatos como las comedias, tragedias, épicas y líricas, repletos de pasión, atracción, obsesión, ternura, complicidad, interés y sensualidad, a fin de contextualizar el amor.

Según los griegos, el amor es el sentimiento responsable de muchas de nuestras acciones, decisiones y estados de ánimo.

Por ello, propusieron cuatro tipos o clasificaciones de amor a modo de explicar este sentimiento tan complejo que todos hemos experimentado cuando amamos. Estos son: Eros, Storgé, Philia y Ágape.

El amor “Eros”

El amor “Eros” representa el amor pasional y erótico. En la mitología griega, Eros es el dios que simboliza el amor romántico, la pasión e impulsividad. Puede ser el primer paso para llegar a un amor más profundo y duradero si se sabe canalizar su intensidad.

Este tipo de amor se caracteriza por experimentar la atracción física, sexual e instintiva. Se relaciona con el amor efímero, el que se genera al principio de la relación e idealiza el momento mezclando el deseo y atracción sexual.

El amor Eros al ser altamente impulsivo y carnal puede conllevar a las infidelidades.

El amor “Storgé”

Los griegos clasificaron como “Storgé” al amor fraternal, amistoso y comprometido. Es un amor que crece a lo largo del tiempo y se relaciona con las relaciones familiares y de amistad, por ello se caracteriza por ser un amor leal e, incluso, protector.

A diferencia del amor Eros, este no es pasional ni impulsivo y se puede dar entre personas o personas y mascotas.

Un ejemplo de este tipo de amor es el de una amistad que se ha ido construyendo poco a poco a través de los años y en la cual se destaca el compromiso y lealtad de los amigos. También se puede mencionar las demostraciones de cariño entre familiares.

El amor “Philia”

Se denomina como “Philia” al amor que existe entre amigos, el amor al prójimo, que busca el bien común y se expresa a través del respeto, solidaridad, cooperación y compañerismo. Se dice que es uno de los amores más bonitos que existen.

Philia es un amor que se caracteriza por ser desinteresado y que se basa en el compañerismo, que se alegra cuando el otro es feliz y está bien. No involucra un amor pasional ni atracción sexual.

Ejemplo de Philia son aquellas amistades de vieja data, leales y comprometidas, en las que muchas veces se comparte más tiempo con los amigos que con las parejas, sin que eso indique otro tipo de amor que no sea el fraternal.

El amor “Ágape”

Los griegos denominaron como “Ágape” al amor más puro e incondicional que existe. Se refiere a un amor que es generoso, consciente de sus deberes, un amor espiritual y profundo, cuya prioridad es el bienestar del ser amado.

El amor Ágape se caracteriza por ser universal, es decir, es el amor que se tiene a una persona, animal, naturaleza, deidad (devoción religiosa). No es pasional, incluso, quienes aman de esta manera están dispuestos a apartarse de la relación por el bien del ser amado.

El amor Ágape no busca su placer propio, al contrario, encuentra satisfacción al dar amor. Por ello, es considerado como un amor sensible, tierno, cuidadoso y amable.

El amor en la Biblia

El amor al que mayormente hace referencia la Biblia es al “amor Ágape”, que es el amor de Dios.

Según Pablo, lo que caracteriza a este amor es:

1 Corintios, 13:4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 13:5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 13:6 no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. 13:7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 

Pablo coloca este amor por encima de cualquiera de los dones del Espíritu y de cualquier acto individual de despojo en favor de los demás:

1 Corintios, 13:1 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 13:2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. 13:3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.

1 Corintios, 13:8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.

El apóstol Juan, por su parte, nos habla de cómo se manifestó este “amor Ágape” de Dios para con nosotros:

1 Juan, 4:7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 4:8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. 4:9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.

Finalmente, dos de estos tipos de amor aparecen en los siguientes pasajes del Evangelio de Juan, cuando Jesucristo (ya resucitado) le pregunta a Pedro si lo ama, tres veces:

Juan, 21:15 Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. 21:16 Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. 21:17 Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.

La pregunta más importante que Pedro jamás tuvo que contestar fue si él tenía un devoto amor por su Señor. Aquí se emplean dos palabras griegas para amor:

[1] La primera es “agapao” (Ágape), que significa un amor inteligente y determinado, sobre todo de la mente y la voluntad;

[2] La segunda es “fileo” (Philia), que implica un caluroso afecto natural de las emociones, que es un amor afectivo más personal;


QUE DIOS LOS BENDIGA A TODOS!!!

Marcelo D. D’Amico

Maestro de la Palabra – Ministerio REY DE GLORIA