martes, 17 de enero de 2012

JESUS, NUESTRO MESIAS (Profecias cumplidas del AT)


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Los siguientes pasajes de la Biblia (fundamentalmente, del denominado Antiguo Testamento) demuestran como casi todos los profetas (fundamentalmente Isaías) profetizaron acerca de la venida del Mesías. Y no solo esto, sino que también profetizaron acerca de que 'tipo' de Mesías vendría: un Mesías sufriente. Uno de los motivos, entre otros, por los cuales los israelitas, hasta el día de hoy, no creen en el mesianismo de Jesús, es el hecho de que ellos esperaban, en el momento en que apareció Jesús (y aun hoy), un Mesías que los libertara políticamente, un Mesías guerrero. No esperaban un 'libertador espiritual'. Es cierto, nuestro Señor Jesucristo va a gobernar también políticamente (durante mil años, y reinaremos con él), pero fue necesario que primero viniera a libertarnos espiritualmente, a salvarnos del pecado y de la condenación. Los siguientes pasajes de la Biblia demuestran como Jesús cumplió todas y cada una de las profecías acerca de la venida del Mesías. Las Sagradas Escrituras, en suma, demuestran (de manera implacable, creo yo), que el Mesías ya vino y que fue nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Jesús es el Hijo de Dios:

Proverbios, 30:4  ¿Quién subió al cielo y descendió? ¿Quién encerró los vientos en sus puños? ¿Quien ato las aguas en un paño? ¿Quién afirmo todos los términos de la tierra? ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su Hijo, si sabes?.

Vamos ahora a uno de los conocidos ‘salmos mesiánicos’:

Salmos, 2:7  Yo publicare el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendre hoy.

Enoc (Apócrifo), 1  Desde el principio el Hijo del Hombre estaba oculto. El Altísimo lo ha preservado.

El Hijo de Dios vino a la tierra para que los hijos de los hombres, creyendo en el Hijo del Hombre, fuéramos hechos hijos de Dios. El Hijo de Dios se hizo hijo de los humanos.

Daniel, 7:13  Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venia uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de Días, y le hicieron acercarse delante de él.

El Anciano de Días es Dios Padre.

Esdras (Apócrifo), 4  Y cualquiera que sea librado del mal pronosticado verá mis maravillas, porque mi Hijo, el Mesías, le será manifestado.

Marcos, 1:11  Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.

Mateo, 17:5  Mientras el aun hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.

Hebreos, 1:5  Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy, y otra vez: Yo seré a el Padre y él me será a mi Hijo?.

1 Crónicas, 17:11  Y cuando tus días sean cumplidos para irte con tus padres, levantare descendencia después de ti, a uno de entre tus hijos, y afirmare su reino. 17:12  El me edificara casa, y yo confirmare su trono eternamente.

Así hablo el profeta Natán al rey David.

Salmos, 89:26  El me clamara: Mi padre eres tú, Mi Dios, y la roca de mi salvación. 89:27  Yo también le pondré por primogénito.

Génesis, 3:15  Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tu le herirás en el calcañar.

Primera profecía con respecto al Mesías.  Después de que Adán y Eva pecaron, recibieron sentencia y también la serpiente: un descendiente de una mujer aplastaría la cabeza de la serpiente, vendría a la Tierra para vencer al Diablo. “Pondré enemistad entre tu simiente y la de la mujer”, le dice Dios  a la serpiente. Pero el que porta la simiente (semen) no es la mujer sino el hombre. Pero habla de un milagro: indica que la mujer es la portadora de la simiente. La simiente de la mujer no es otra cosa que el nacimiento virginal del Mesías, donde ningún varón tendría intervención. Génesis anticipa el nacimiento sobrenatural del Mesías.

Todos los héroes o patriarcas de Israel (Jacob, Isaac, Sansón, Samuel) nacieron de manera sobrenatural, de mujeres estériles y ellos no eran el Mesías.

¿Dónde nacería el Mesías?.

Tiene que ser en Israel. Pero, además, tiene que ser descendiente de Abrahán (pero no de Ismael, padre de los árabes) sino de la línea de Isaac y también de Jacob (pero no de Esaú, padre de los palestinos) y tiene que ser, además, de la tribu de Judá, de donde salieron los reyes (David, Salomón).

Miqueas, 5:1  Rodéate ahora de muros, hija de guerreros; nos han sitiado; con vara herirán en la mejilla al juez de Israel. 5:2  Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.

Betlehen:  Bet significa "casa" y Lehen significa "pan". En la casa del pan nacería el Mesías. Pero hoy, en Belén, casi no hay judíos  (amen de que el Mesías ya vino, para los que no creen y esperan uno, mal podría nacer hoy en Belén, ya que la población de Belén, en la actualidad, es netamente palestina y el Mesías debe ser judío).

Salmos, 110:1  Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra.

Jesucristo es el Señor. Jesús pregunto: ¿de quién es hijo el Mesías?. Le respondieron: de David. Jesús pregunto entonces: ¿y por qué David lo llama Señor? (en referencia a este Salmo 110  Dijo Jehová a mi Señor…..).

El Mesías nacería de una mujer virgen:

Isaías, 7:14  Por tanto el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamara su nombre Emanuel.

El pasaje anterior es de la Biblia Reina-Valera, donde se emplea la palabra "virgen". Pero la Escritura original no emplea esta palabra, sino la palabra "joven". ¿Qué significa una ‘joven’, entonces?. Hay dos palabras que vienen del hebreo y que pueden referirse a una joven: "almah" (doncella, mujer virgen y sin hijos, que nunca tuvo relaciones sexuales) y "betulah" (mujer joven pero no virgen).

La palabra original utilizada en Isaías, 7:14 es "almah".

Luego, cuando fue la traducción al griego, la palabra utilizada fue ‘partenos’ (virgen, mujer que jamás experimento relaciones sexuales, etc.). Esta palabra, además, proviene del idioma ugarítico, utilizado en el AT y que también significa virgen.

Moisés tuvo que haber hablado, también, acerca del Mesías:

Deuteronomio, 18:15  Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantara Jehová tu Dios; a él oiréis. 18:16  conforme a todo lo que pediste a Jehová tú Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la voz de Jehová mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para que no muera.

Esto había pedido el pueblo al propio Moisés, ya que cada vez que Dios se manifestaba sentían terror.

Deuteronomio, 18:17  Y Jehová me dijo: Han hablado bien en lo que han dicho. 18:18  Profeta les levantare de en medio de sus hermanos, como tu; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablara todo lo que yo le mandare. 18:19  Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que el hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.

Juan, 1:45  Felipe hallo a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret.

Hechos, 3:22  Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantara profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable. 3:23  y toda alma que no oiga a aquel profeta, será desarraigada del pueblo.

¿Cómo reconocer al Mesías?. ¿Qué credenciales presentaría?.

Los sabios de Israel pusieron 4 condiciones que debía cumplir el Mesías:

1) Sanar ciegos de nacimiento;
2) Limpiar leprosos;
3) Levantar muertos (resucitar cadáveres); y
4) Poder para perdonar pecados (algo que solo Dios puede hacer, y que le confiere al Mesías);

Demás estar decir que Jesús cumplió con estas 4 condiciones que los Rabinos pusieron en el Talmud.

Pero el Mesías seria despreciado:

Salmos, 22:6  Mas yo soy gusano, y no hombre; Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.

Isaías, 49:7  Así ha dicho Jehová, Redentor de Israel, el Santo suyo, al menospreciado de alma, al abominado de las naciones, al siervo de los tiranos: Verán reyes, y se levantaran príncipes, y adoraran por Jehová; porque fiel es el Santo de Israel, el cual te escogió.

Acá, Isaías habla de alguien escogido (por Dios) y que sería abominado por las naciones.-

Los sufrimientos del Mesías:

Isaías, 53:3  Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de el rostro, fue menospreciado y no lo estimamos.

Los judíos esperaban un Mesías guerrero, libertador político, económico y social. Cuando vino Jesús, a morir en un madero, en medio de dos malhechores  ¿qué habrán pensado  los que esperaban a un rey con corona de oro, que viniera a libertarlos del yugo romano?. Este no es el Mesías que nosotros queremos, queremos un Mesías rey, gobernante, no un libertador espiritual. Si eres el Mesías, bájate de esa cruz!!!!.

Pero Isaías habla de un siervo sufriente, de alguien despreciado y desechado. Este es el verdadero Mesías.

Lucas, 23:11  Entonces Herodes con sus soldados le menosprecio y escarneció, vistiéndole de una ropa esplendida; y volvió a enviarle a Pilato.

Salmos, 69:8  Extraño he sido para mis hermanos, y desconocido para los hijos de mi madre.

Antes de seguir, vale aclarar que nos toparemos con infinidad de versículos de los denominados ‘Salmos Mesiánicos’, donde el Rey David, más que hablar de el mismo, habla acerca de alguien más: el Mesías.

Jesús fue rechazado hasta por sus propios hermanos (o medio hermanos), ya que María (Miriam) tuvo luego hijos con José (esto, para el catolicismo, representa una blasfemia).

Esto se cumplió en:

Juan, 7:5  Porque ni aun sus hermanos creían en el.

Juan, 1:11  A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.

Salmos, 69:4  Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza los que me aborrecen sin causa.

Insistimos: ¿cuándo al Rey David le ocurrió esto?. Nunca. Está hablando (otra vez) del Mesías.-

Salmos, 109:5  Me devuelven mal por bien, Y odio por amor.

Juan, 15:18  Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros.

Salmos, 118:21  Te alabare porque me has oído, Y me fuiste por salvación.

Salmos, 118:22  La piedra que desecharon los edificadores Ha venido a ser cabeza del ángulo.

Salmos, 118:23  De parte de Jehová es esto, Y es cosa maravillosa a nuestros ojos. 118:24  Este es el día que hizo Jehová; Nos gozaremos y alegraremos en el.

Isaías, 6:8  Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviare, y quien irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí. 6:9  Y dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis. 6:10  Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos, para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y haya para el santidad. 6:11  Y yo dije: ¿Hasta cuándo, Señor? Y respondió el: Hasta que las ciudades estén asoladas y sin morador, y no haya hombre en las casas, y la tierra este hecha un desierto;

Dios, al ver como los judíos rechazaron a su Hijo, no se dio por vencido y abrió sus brazos, en misericordia, a todos los gentiles, por medio de Jesucristo. A raíz de esto, Dios endureció el corazón de Israel, como, en su momento, había endurecido el corazón de Faraón, que no dejaba salir a Israel de Egipto, aun haciendo Moisés muchos prodigios delante suyo.

Isaías, 8:14  Entonces él será por santuario; pero a las dos casas de Israel, por piedra para tropezar, y por tropezadero para caer, y por lazo y por red al morador de Jerusalén. 8:15  Y muchos tropezaran entre ellos, y caerán, y serán quebrantados; y se enredaran y serán apresados.

Isaías, 28:16  por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure.

Mateo, 21:42  Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en la Escrituras: La piedra que desecharon los edificadores, Ha venido a ser cabeza del ángulo?. El Señor ha hecho esto, Y es cosa maravillosa a nuestros ojos?. 21:43  Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él. 21:44  Y el que cayere sobre esta piedra será quebrantado; y sobre quien ella cayere, le desmenuzara.

El Mesías es la piedra: para unos, de edificación y, para otros, de tropiezo.

1 Pedro, 2:6  Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en él, no será avergonzado. 2:7  Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, La piedra que los edificadores desecharon, Ha venido a ser la cabeza del ángulo; 2:8  y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados.

Los católicos dicen que la piedra sobre la que esta edificada la iglesia es Pedro, pero esto no es así. Esa piedra es Jesús, el Mesías (lo dice el mismo Pedro).

Hechos, 4:11  Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Hechos, 4:12  Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

El propio Jesús dijo que el hombre insensato construye su casa sobre la arena. Luego viene la tempestad y la destruye. Pero el hombre sabio, que sabe que la tormenta llegara en algún momento, edifica su casa sobre la roca.

Romanos, 9:30  ¿Qué, pues, diremos? Que los gentiles, que no iban tras la justicia, han alcanzado la justicia que es por fe. 9:31  mas Israel, que iba tras una ley de justicia, no la alcanzo. 9:32  ¿Por qué? Porque iban tras ella no por fe, sino como por obras de la ley, pues tropezaron en la piedra de tropiezo, 9:33  como está escrito: He aquí pongo en Sion piedra de tropiezo y roca de caída; Y el que creyere en él, no será avergonzado.

Unidos contra el Mesías:

Salmos, 2:1  ¿Por qué se amotinan las gentes, y los pueblos piensan cosas vanas?. 2:2  Se levantaran los reyes de la tierra, Y príncipes consultaran unidos contra Jehová y contra su ungido, diciendo: 2:3  Rompamos sus ligaduras, y echemos de nosotros sus cuerdas.

Hubo un complot entre los líderes religiosos judíos y su rey (Herodes) y los líderes de los gentiles (Pilato). Los Fariseos y los Saduceos (dos sectas del judaísmo) estaban enemistados entre ellos, pero se unieron contra el Mesías. Herodes y Pilato eran enemigos acérrimos, y también se unieron contra el Mesías.

Lucas, 23:12  Y se hicieron amigos Pilato y Herodes aquel día; porque antes estaban enemistados entre sí.

La traición:

Salmos, 41:9  Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzo contra mí el calcañar.

Jesús fue traicionado por uno de sus discípulos: Judas Iscariote. Judas era el más anciano de todos los discípulos. Cuando los judíos celebran el servicio de Pesaj (Pascua), en el momento de servir los alimentos (el pan sin levadura y las hierbas amargas), lo hacen sirviendo el primer bocado a la persona más anciana, por el respeto que se merece. Y el Mesías le entrego el primer bocado a Judas, que se encontraba junto al Mesías, a su izquierda, precisamente para recibir el primer bocado. A la derecha del Mesías, se encontraba el discípulo más joven, que era Juan.

¿Qué significado tiene el pan, para el judío?. El mismo que la sangre para el gitano. Es un pacto de vida o muerte. Comer pan, en un pacto judío, representa un pacto eterno, de amistad.

Marcos, 14:10  Entonces Judas Iscariote, uno de los doce, fue a los principales sacerdotes para entregárselo. 14:11  Ellos, al oírlo, se alegraron, y prometieron darle dinero. Y Judas buscaba oportunidad para entregarle.

Zacarías, 13:7  Levántate, oh espada, contra el pastor, y contra el hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos. Hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas; y hare volver mi mano contra los pequeñitos.

Herido el pastor, son dispersadas las ovejas. Y esto ocurrió.

Marcos, 14:43  Luego, hablando el aun, vino Judas, que era uno de los doce, y con el mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los escribas y de los ancianos. 14:44  Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, ese es; prendedle, llevadle con seguridad. 14:45  Y cuando vino, se acercó luego a él, y le dijo: Maestro, Maestro. Y le beso. 14:46  Entonces ellos le echaron mano, y le prendieron. 14:47  Pero uno de los que estaban allí, sacando la espada, hirió al siervo del sumo sacerdote, cortándole la oreja. 14:48  Y respondiendo Jesús, les dijo:  ¿Cómo contra un ladrón habéis salido con espadas y con palos para prenderme?. 14:49  Cada día estaba con vosotros enseñando en el templo, y no me prendisteis; pero es así, para que se cumplan las escrituras. 14:50  Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron.

Judas, beso la barba de Jesús. Es costumbre judía besarle la barba a un rabino, en señal de respeto y de reconocimiento de la autoridad que este tiene.

Los discípulos, por su parte, huyeron todos. Judas traiciono, Pedro negó tres veces y los demás escaparon.

Zacarías, 11:12  Y les dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no dejadlo. Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata. 11:13  Y me dijo Jehová: Échalo al tesoro ¡Hermoso precio con el que me han apreciado! Y tome las treinta piezas de plata, y las eche en la casa de Jehová al tesoro.

De acuerdo a este versículo ¿a quién vendieron por 30 piezas de plata?. La profecía es de Zacarías y se la dicta Dios mismo. Y Dios mismo dice: “!Hermoso precio con el que me han apreciado!”. Pero esto le paso al Mesías. Esto significa que el Mesías es Dios mismo. El vendido fue el Mesías, pero la profecía es de Dios. ¿Y por qué 30 monedas de plata?. ¿Por qué no fueron 20 o 40?. Sucede que 30 piezas de plata era el precio que, en esos momentos, se vendía el esclavo más barato. Vendieron al Mesías al precio del esclavo más barato y él era el rescate de toda la humanidad.

Mateo, 26:14  Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes, 26:15  y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregare? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata.

Si los sacerdotes judíos de aquel tiempo, hubieran leído la profecía de Zacarías 11:12 y 13, hubieran pensado dos veces antes de cumplirla.

Judas recogió las 30 piezas de plata, pero sintió tal remordimiento que fue a devolverla. Pero ¿Qué se hizo con ese dinero?.

Zacarías, 11:13  Y me dijo Jehová: Échalo al tesoro ¡Hermoso precio con el que me han apreciado! Y tome las treinta piezas de plata, y las eche en la casa de Jehová al tesoro.

¿Pero qué destino le dieron a esa plata?.

Mateo, 27:3  Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, 27:4  diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tu! 27:5  Y arrojando las treinta piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorco. 27:6  Los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas al tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre. 27:7  Y después de consultar, compraron con ellas el campo del alfarero, para sepultura de los extranjeros. 27:8  Por lo cual aquel campo se llama hasta el día de hoy: Campo de sangre. 27:9  Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, según precio puesto por los hijos de Israel;

Pero la profecía no es de Jeremías, sino de Zacarías. ¿Hay un error en la Biblia?. ¿Mateo se equivoco?. De ninguna manera. Los judíos agrupan los libros de la Torah en pergaminos. Pero un pergamino no solamente tiene un libro. Puede abarcar hasta 6 o 7 libros, tranquilamente. Y el rollo titulado ‘Jeremías’, incluía las profecías de Ezequiel, Oseas, Daniel, Zacarías y Miqueas. Por tanto, en el rollo de ‘Jeremías’, estaba el libro de ‘Zacarías’, de modo que no existe contradicción alguna.

Isaías, 53:4  Ciertamente llevo el nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.

Aquí habla de un Mesías que viene, padece, sufre y muere en expiación por el pecado. Expiar quiere decir ‘quitar el pecado del medio’ (el pecado es una barrera), para que el pecador pueda acercarse libremente a Dios. El pecado forma una barrera entre Dios y el hombre. Y sin sangre no hay perdón de pecados.

Isaías, 53:10  Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, vera linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. 53:11  Vera el fruto de la aflicción de su alma, y quedara satisfecho; por su conocimiento justificara mi siervo justo a muchos, y llevara las iniquidades de ellos.

Acá habla de un hombre que muere, que da su vida y que, sin embargo, vivirá ‘largos días’. La resurrección del Mesías era una profecía de cumplimiento imprescindible. Vera el fruto de la aflicción de su alma y quedara satisfecho: que tantos creyentes en el mundo lo reconozcan como Señor y Salvador.

Salmos, 22:14  He sido derramado como aguas, Y todos mis huesos se descoyuntaron; Mi corazón fue como cera, Derritiéndose en medio de mis entrañas.

El Rey David no escribe este Salmo pensando en el mismo. Lo escribe pensando en alguien más y no es otro que el Mesías. Este es un ‘salmo mesiánico’.

Isaías, 52:13  He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto. 52:14  Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres; 52:15  así asombra él a muchas naciones; los reyes cerraran ante el su boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído.

Isaías, 53:1  ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quien se ha manifestado el brazo de Jehová? 53:2  Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en el, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. 53:3  Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de el rostro, fue menospreciado y no lo estimamos. 53:4  Ciertamente llevo el nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.

¿Quién cree este mensaje, que Jesús es el Mesías?. Pocos han creído.

Los judíos piensan que Jesús murió por rebelde. Que el busco su propia muerte, por descarriarse, por dejar la Torah, por enseñar otras cosas. Pero el Mesías no murió por el mismo: murió por nosotros. El Mesías no se apartó de la Torah, sino que vino a profundizarla.

En ‘El Zohar’ (el Libro del Esplendor), que es un libro que contiene literatura rabínica, SHIMON BAR IOJAI (un importante Rabino), habla de un Mesías sufriente, en el mismo sentido que lo hace Isaías.

Texto de El Zohar:

Cada sábado y cada neomenia, las almas del paraíso, abajo, visitan un lugar llamado Muros de Jerusalén, donde están apostados muchos otros ángeles custodios. Tal como está dicho: sobre tus muros, oh Jerusalén, he colocado centinelas (Isaías, 62:6). Ellos no pueden entrar en esta región, al no estar purificados y regresan al paraíso y ven de nuevo como los cuerpos de los culpables son castigados (existe el Infierno). Después, ven a los que sufren, a los que están enfermos y a los oprimidos por su fe. Tras ver a estos hombres apenados, van a contárselo al Mesías. Cuando las almas relatan las penas de Israel en el exilio y cuando le notifican al Mesías la gran cantidad de culpables existentes entre los israelitas, que no quieren reconocer a su Señor, el Mesías alza su voz en llanto por ellos, tal como está escrito y esta trastornado por nuestros crímenes, deprimido por nuestros pecados (Isaías, 53:5) y las almas vuelven inmediatamente a su lugar.

En el paraíso, hay un palacio llamado Palacio de los Enfermos. El Mesías entra en él y va llamando a todas las enfermedades, dolencias, sufrimientos y penas, para que vengan sobre su cuerpo y estas se vienen sobre él. Si no le hubiera sido encomendado sufrir sobre si mismo los castigos que merecen  israelitas (y todo el mundo), nadie podría soportar las penas infringidas por los pecados cometidos.

Por ello, añaden las Sagradas Escrituras: nuestras enfermedades sobrellevo y con nuestros dolores cargo (Isaías, 53:4).

Cuando Israel vivía en Tierra Santa, y ofrecía sacrificios, estaba a salvo de todas las enfermedades y de todas las penas por el merito de las ofrendas. AHORA, es el Mesías quien carga con el dolor y las penas de todo el mundo.

¿Quién dice todo esto?. SHIMON BAR IOJAI, en El Zohar.

Los propios Rabinos, en la literatura rabínica, describen a un Mesías Sufriente.

Salmos, 40:6  Sacrificio y ofrenda no te agrada; Has abierto mis oídos; Holocausto y expiación no has demandado. 40:7  Entonces dije: He aquí, vengo; En el rollo del libro está escrito de mí; 40:8  El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón.

Sacrificio y ofrenda no te agradan, dice el Rey David. “Cuando Israel vivía en Tierra Santa, y ofrecía sacrificios, estaba a salvo de todas las enfermedades y de todas las penas por el merito de las ofrendas”, dice, como vimos, el Zohar. Pero ahora no hay Templo en Jerusalén. Por esto, los Rabinos diseñaron un sistema ritual, de rezos, oraciones y plegarias, en el SIDUR y otros libros judíos, para tratar de recompensar las ofrendas y los sacrificios que se hacían en el Templo por los Sacerdotes, en honor al Eterno y para limpiar los pecados de la nación de Israel. Pero esto no vale.

Dios no quiere sacrificios de animales. Ya no los necesita, porque el Mesías se sacrifico por nosotros. Su sangre, su dolor, su agonía y su muerte, son más que suficientes. No es necesario sacrificar coderos en Pascua, en el día de Yom Kippur. La muerte del Mesías, es más importante que cualquier otro sacrificio. El sacrificio que quita el pecado del mundo es el del Cordero de Dios, no el del cordero de Israel (en Pascua, los judíos toman un cordero por familia, por todas las tribus de Israel). Ya no para salir de Egipto sino del pecado y para llegar no a la tierra prometida sino al cielo.

Por eso Dios permitió la destrucción del 2° Templo, porque ya no necesitaba sacrificios ni ofrendas.

1 Samuel, 15:22  Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y victimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. 15:23  Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.

Aquí, la profecía de Samuel era para el rey Saúl.

¿Pero que quiere Dios, entonces, si ya no quiere sacrificios ni ofrendas?. Obediencia, a él y a su Mesías. Que escuchemos a todos los profetas (desde Moisés) y que también escuchemos a su profeta y Mesías Jesucristo, que es nuestro camino al Padre.

Mateo, 20:28  como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.

Salmos, 22:14  He sido derramado como aguas, Y todos mis huesos se descoyuntaron; Mi corazón fue como cera, Derritiéndose en medio de mis entrañas. 22:15  Como un tiesto se seco mi vigor, Y mi lengua se pego a mi paladar, Y me has puesto en el polvo de la muerte.

Isaías, 52:14  Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres;

Cualquiera que pasara frente a la cruz de Jesús, en medio de los dos malhechores, lo menos que se iba a imaginar es que, en esa cruz, había un ser humano. El grado de tortura para Jesús fue mayúsculo y lo hizo por todos nosotros.

Jesús fue crucificado no por haber hecho nada malo. Él era inocente. Pero era necesario que esto fuera así, ya que el único que puede salvar a un culpable es un inocente. Imaginemos que han metido preso a un hombre, por haber cometido un delito. Imaginemos que luego viene otro hombre a pedir por la liberación de este que habían metido preso y, en medio de su pedido, confiesa que es asesino, violador, etc. Lo meten preso a él también, por delincuente confeso, porque un culpable no puede salvar a otro culpable.

Por eso se sacrificaban animales, para expiar el pecado. Porque lo animales son inocentes, no pecan. Esto se hacía para cubrir el pecado. Pero el sacrificio del Mesías ‘quita’ el pecado del mundo (no lo cubre).

1 Pedro, 3:18  Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;

Juan, 12:27  Ahora esta turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora.

Isaías, 50:5  Jehová el Señor me abrió el oído, y yo no fui rebelde, ni me volví atrás. 50:6  Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos.

De nuevo: Isaías no pasó por esto. El Mesías fue el que paso por esto. Isaías, al igual que el Rey David, profetizo lo que le sucedería al Mesías.

Miqueas, 5:1  Rodéate ahora de muros, hija de guerreros; nos han sitiado; con vara herirán en la mejilla al juez de Israel.

Marcos, 14:65  Y algunos comenzaron a escupirle, y a cubrirle el rostro y a darle de puñetazos, y a decirle: Profetiza. Y los aguaciles le daban de bofetadas.

Mateo, 27:30  Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza.

Lucas, 22:63  Y los hombres que custodiaban a Jesús se burlaban de él y le golpeaban; y vendándole los ojos, le golpeaban el rostro, y le preguntaban, diciendo: Profetiza, ¿Quién es el que te golpeo? Y decían muchas otras cosas injuriándole.

Éxodo, 20:16  No hablaras contra tu prójimo falso testimonio.

Jesús fue acusado de manera injusta. Lo llevaron a la muerte con falsos testimonios.

Salmos, 27:12  No me entregues a la voluntad de mis enemigos; Porque se han levantado contra mi testigos falsos, y los que respiran crueldad.

Mateo, 26:59  Y los principales sacerdotes y los ancianos y todo el concilio, buscaban falso testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte.

Mateo, 26:62  Y levantándose el sumo sacerdote, le dijo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican estos contra ti?.

Tergiversaron, de manera casi burlesca, las palabras del Mesías.

Marcos, 14:55  Y los principales sacerdotes y todo el concilio buscaban testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte; pero no lo hallaban. 14:56  Porque muchos decían falso testimonio contra él, mas sus testimonios no concordaban. 14:57  Entonces levantándose unos, dieron falso testimonio contra él, diciendo: 14:58  Nosotros le hemos oído decir: Yo derribare este templo hecho a mano, y en tres días edificare otro hecho sin mano. 14:59  Pero ni aun así concordaban en el testimonio.

Y aun así, los testimonios se contradecían. Es que la mentira nunca será la verdad. Pero Jesús permaneció callado, como todo un caballero. No se puso a gritar ni a contender. Guardo silencio.

Génesis, 49:8  Judá, te alabaran tus hermanos; Tu mano en la cerviz de tus enemigos; Los hijos de tu padre se inclinaran a ti. 49:9  Cachorro de león, Judá; De la presa subiste, hijo mío. Se encorvo, se echó como león, Así como león viejo: ¿quién lo despertara? 49:10  No será quitado el cetro de Judá, Ni el legislador de entre sus pies, Hasta que venga Siloh; Y a él se congregaran los pueblos.

Profecía que Jacob da a su hijo Judá. El mero hecho de que el Sanedrín no haya podido aplicar la pena de muerte (en la época del Mesías – Siloh – no podían hacerlo por estar bajo dominio romano), es una prueba clara de que el Mesías ya vino y que era Jesús. El cetro no sería quitado de Judá, hasta que viniera el Mesías (Siloh).

Isaías, 53:7  Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció y no abrió su boca. 53:8  Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación ¿quién la contara? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido.

Por única vez en la historia, se manda a un hombre a la pena de muerte no por algo que haya hecho, sino por algo que dijo: que él era el Mesías.

Mateo, 20:17  Subiendo Jesús a Jerusalén, tomo a sus doce discípulos aparte en el camino, y les dijo: 20:18  He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenaran a muerte; 20:19  y le entregaran a los gentiles para que le escarnezcan, le azoten, y le crucifiquen; mas al tercer día resucitara.

Juan, 18:28  Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era de mañana, y ellos no entraron en el pretorio para no contaminarse, y así poder comer la pascua. 18:29  Entonces salió Pilato a ellos, y les dijo: ¿Qué acusación tenéis contra este hombre? 18:30  Respondieron y le dijeron: Si este no fuera malhechor, no te lo habríamos entregado. 18:31  Entonces les dijo Pilato: Tomadle vosotros, y juzgadle según vuestra ley. Y los judíos le dijeron: A nosotros no nos está permitido dar muerte a nadie;

Mateo, 27:27  Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y reunieron alrededor de él a toda la compañía;

Marcos, 15:16  Entonces los soldados le llevaron dentro del atrio, esto es, al pretorio, y convocaron a toda la compañía. 15:17  Y le vistieron de purpura, y poniéndole una corona tejida de espinas, 15:18  comenzaron luego a saludarle: ¡Salve, Rey de los Judíos!

Isaías, 53:12  Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramo su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo el llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

Isaías, 53:7  Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció y no abrió su boca. 53:8  Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación ¿quién la contara? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. 53:9  Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.

Condenaron, en definitiva, a un inocente. Hubo una confabulación entre líderes religiosos judíos, gobernantes romanos y el pueblo, que fue manipulado por esos líderes. Se confabularon contra el Mesías y lo llevaron hasta su muerte.

Marcos, 15:9  Y Pilato les respondió diciendo: ¿Queréis que os suelte al Rey de los judíos? 15:10  Porque conocía que por envidia le habían entregado los principales sacerdotes. 15:11  Mas los principales sacerdotes incitaron a la multitud para que les soltase más bien a Barrabas. 15:12  Respondiendo Pilato, les dijo otra vez: ¿Qué, pues, queréis que haga del que llamáis Rey de los judíos? 15:13  Y ellos volvieron a dar voces: ¡Crucifícale! 15:14  Pilato les decía: ¿Pues qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aun más: ¡Crucifícale! 15:15  Y Pilato, queriendo satisfacer al pueblo, les soltó a Barrabas, y entrego a Jesús, después de azotarle, para que fuese crucificado.

Un inocente es condenado a muerte y un reo de muerte es puesto en libertad. Esta es la mejor muestra de lo que el Mesías hizo por nosotros. Barrabas represento a todos los humanos de este planeta.

Salmos, 22:7  Todos los que me ven me escarnecen; Estiran la boca, menean la cabeza, diciendo: 22:8  Se encomendó a Jehová; líbrele el; Sálvele, puesto que en él se complacía.

Salmos, 69:3  Cansado estoy de llamar; mi garganta se ha enronquecido; Han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios.

Salmos, 89:51  Porque tus enemigos, oh Jehová, han deshonrado, Porque tus enemigos han deshonrado los pasos de tu ungido.

Mateo, 27:39   Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza, 27:40  y diciendo: Tu que derribas el templo, y en tres días lo re edificas, sálvate a ti mismo; si eres el Hijo de Dios, desciende de la cruz. 27:41  De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los fariseos y los ancianos, decían: 27:42  A otros salvo, a si mismo no se puede salvar; si es el rey de Israel, desciende ahora de la cruz, y creeremos en el. 27:43  Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios. 27:44  Lo mismo le injuriaban también los ladrones que estaban crucificados con él.

Lucas, 23:35  Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvo; sálvese a sí mismo, si este es el Cristo, el escogido de Dios.

Salmos, 22:16  Porque perros me han rodeado; Me ha cercado cuadrilla de malignos; Horadaron mis manos y mis pies.

¿Cuando le paso al Rey David esto?. Nunca. Esto le pasó al Mesías y David, en este salmo, lo estaba profetizando.

Salmos, 22:17  Contar puedo todos mis huesos; Entre tanto, ellos me miran y me observan. 22:18  Repartieron entre si mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.

Según la creencia romana (y pagana) de entonces, llevarse la ropa de un condenado a muerte era símbolo de buena suerte. Por eso se la disputaron, echando suertes, con una especie de dados.

Zacarías, 13:6  Y le preguntaran:  ¿Qué heridas son estas en tus manos? Y el responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos.

Este pasaje de Zacarías, describe el momento en el cual el Señor Jesucristo baja al Monte de los Olivos, en su segunda venida, y el Monte de los Olivos se partirá por la mitad:

Zacarías, 14:2  Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad ira en cautiverio, mas el resto del pueblo no será cortado de la ciudad. 14:3  Después saldrá Jehová y peleara con aquellas naciones, como peleo en el día de la batalla. 14:4  Y se afirmaran sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al Oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartara hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur.

Y ahí al Mesías le preguntaran: que son esas heridas en tus manos y en tus pies y ahí el Mesías responderá: me la hicieron en casa de mis amigos. ¿Cuándo?. Cuando vino a morir hace más de dos mil años.

Lucas, 23:33  Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda.

Isaías, 53:12  Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramo su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo el llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

Fue crucificado en medio de los pecadores. Vieron tres cruces: en una estaba el Mesías y en otras dos (a su izquierda y a su derecha), dos malhechores. Siendo Santo, lo contaron entre los pecadores. Contaron las cruces y había tres.

Mateo, 27:38  Entonces crucificaron con él a dos ladrones, uno a la derecha, y otro a la izquierda.

Este pasaje de Mateo, explica Isaías, 53:12.

Marcos, 15:28  Y se cumplió la Escritura que dice: Y fue contado con los inicuos.

Salmos, 69:21  Me pusieron además hiel por comida, Y en mi sed me dieron a beber vinagre.

Cuando se hacían los sacrificios en el Templo, se empapaba al animal en vinagre para luego sacrificarlo. Era común, al cordero del Pesaj (el cordero pascual), empaparlo en vinagre, antes de sacrificarlo. Por eso Jesús es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

Marcos, 15:23  Y le dieron a beber vino mezclado con mirra; mas él no lo tomo.

Jesús, en la cruz, dijo: Dios mío, Dios mío ¿por qué me has desamparado?. ¿Porque Jesús dijo esto?. Muchos judíos (Rabinos, sobre todo), han justificado esta frase, argumentando que Dios lo había desamparado por blasfemo.

Salmos, 22:1  Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?.

El Rey David escribió esta frase en un Salmo y no solo que nunca blasfemo y sino que jamás hubiese blasfemado.

¿Por qué Dios, entonces, desamparo al Mesías, en ese momento tan angustioso?. El pueblo lo odio, sus discípulos lo dejaron solo: uno traiciono (Judas) y otro (Pedro) lo negó tres veces y encima el Padre, en su peor momento, le da la espalda.

Isaías, 53:6  Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargo en el pecado de todos nosotros.

Isaías, 53:10  Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, vera linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.

Isaías, 59:2  pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.

Dios, al ver tanto pecado y tanta maldad cargado en un solo hombre (el Mesías), le dio la espalda, porque Dios no tolera el pecado. Dios es Santo y en el Mesías estaba cargando todo el pecado de la humanidad. Si, por culpa nuestra, su propio Padre escondió de él su rostro. Su propio Padre, al ver tanto pecado cargado en el, con todo el dolor del universo, volteo de rostro para no mirarlo.

Salmos, 27:7  Oye, oh, Jehová, mi voz con que a ti clamo; Ten misericordia de mi, y respóndeme. 27:8  Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscare, oh Jehová. 27:9  No escondas tu rostro de mí.

Pero el Mesías dio el ejemplo más hermoso sobre algo que nos enseño: dar la otra mejilla, amar a los enemigos. No solo lo dijo sino que lo hizo:

Isaías, 53:12  Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramo su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo el llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

Salmos, 109:2  Porque boca de impío y boca de engañador se han abierto contra mi; 109:3  Con palabras de odio me han rodeado, Y pelearon contra mi sin causa. 109:4  En pago de mi amor me han sido adversarios; Mas yo oraba. 109:5  Me devuelven mal por bien, Y odio por amor.

Lucas, 23:34  Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen…..

Mateo, 5:38  Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. 5:39  Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. 5:40  y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa. 5:41  y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con el dos. 5:42  Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses. 5:43  Oísteis que fue dicho: Amaras a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. 5:44  Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen. 5:45  para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. 5:46  Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? 5:47  Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de mas? ¿No hacen también así los gentiles?. 5:48  Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.

Jesús era (y es) el Verbo, la palabra, la Biblia (la Torah) hecha persona. El cumplió, en la práctica, lo que predico. Jesús practico todo lo que enseño, en el momento en el que lo ultrajaron.

Números, 21:4  Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino. 21:5  Y hablo el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano. 21:6  Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel. 21:7  Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oro por el pueblo. 21:8  Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre un asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. 21:9  Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre un asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía.

La mayoría de los judíos que no creen en el mesianismo de Jesús, argumentan, entre otras cosas, que es porque este fue en contra de Moisés y su ley y acá podemos ver como murmuraban también  en contra del propio Moisés, sin contar las veces que los quisieron matar.

Así como despreciaron el Mana que caía del cielo, también despreciaron al otro Mana, el Pan de Vida que es Jesucristo.

Juan, 3:14  Y como Moisés levanto la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado. 3:15  para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.

Juan, 12:32  Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo. 12:33  Y decía esto dando a entender de qué muerte iba a morir.

Éxodo, 12:42  Es noche de guardar para Jehová, por haberlos sacado en ella de la tierra de Egipto. Esta noche deben guardarla para Jehová todos los hijos de Israel en sus generaciones. 12:43  Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Esta es la ordenanza de la pascua; ningún extraño comerá de ella. 12:44  Más todo siervo humano comprado por dinero comerá de ella, después que lo hubiereis circuncidado. 12:45  El extranjero y el jornalero no comerán de ella. 12:46  Se comerá en una casa, y no llevaras de aquella carne fuera de ella, ni quebrareis hueso suyo.

Números, 9:12  No dejaran del animal sacrificado para la mañana, ni quebraran hueso de él; conforme a todos los ritos de la pascua la celebraran.

Salmos, 34:20  El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado.

Juan, 19:31  Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí. 19:32  Vinieron, pues, los soldados, y quebraron las piernas al primero, y asimismo al otro que había sido crucificado con él. 19:33  Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas.

Zacarías, 12:10  Y derramare sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y miraran a mí, a quien traspasaron, y lloraran como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.

Adán representa al Mesías (El Mesías fue el segundo Adán). Dios sumió a Adán en un profundo sueño y le abrió un costado y de allí saco una costilla, con la cual formo a Eva. De ese costado del Mesías, que traspasaron, nació la Iglesia.

Juan, 19:34  Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua. 19:35  Y el que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice verdad, para que vosotros también creáis. 19:36  Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: No será quebrado hueso suyo. 19:37  Y también otra Escritura dice: Miraran al que traspasaron.

La cruz era una cuestión negativa. Era algo maldito.

Deuteronomio, 21:22  Si alguno hubiere cometido algún crimen digno de muerte, y lo hiciereis morir, y lo colgareis en un madero. 21:23  no dejareis que su cuerpo pase la noche sobre el madero; sin falta lo enterraras el mismo día, porque maldito por Dios es el colgado; y no contaminaras tu tierra que Jehová tu Dios te da por heredad.

Los judíos que no aceptan a Cristo como Mesías, sostienen que una de las razones por la que Jesús no era el Cristo, el Mesías, es que termino colgado en un madero, lo cual estaba maldito por Dios. El hombre está hecho por Dios a su imagen y semejanza. Si un hombre es colgado en un madero, es una deshonra para Dios. Pero Jesús pasó hasta por eso: se hizo maldición, para que nosotros alcancemos la bendición de Dios. Alguien tenía que pagar nuestra maldición.

Gálatas, 3:13  Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero).

Hebreos, 12:2  puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. 12:3  Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro animo no se canse hasta desmayar.

Cuando el Mesías murió, ocurrieron una serie de fenómenos naturales:

Amos, 8:9  Acontecerá en aquel día, dice Jehová el Señor, que hare que se ponga el sol a mediodía, y cubriré de tinieblas la tierra en el día claro.

Zacarías, 14:6  Y acontecerá que en ese día no habrá luz clara, ni oscura. 14:7  Sera un día, el cual es conocido de Jehová, que no será ni día ni noche; pero sucederá que al caer la tarde habrá luz.

Mateo, 27:45  Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.

Isaías, 53:9  Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.

Mateo, 27:57  Cuando llego la noche, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también había sido discípulo de Jesús. 27:58  Este fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mando que se le diese el cuerpo. 27:59  Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sabana limpia.

Salmos, 16:9  Se alegró por tanto mi corazón, y se gozo mi alma; Mi carne también reposara confiadamente. 16:10  Porque no dejaras mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción. 16:11  Me mostraras la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre.

Nuevamente el Rey David no habla de él mismo, sino de otra persona: el Mesías.

Oseas, 6:1  Venid y volvamos a Jehová; porque el arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendara. 6:2  Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitara, y viviremos delante de él.

Isaías, 53:10  Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, vera linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.

Este pasaje habla de la resurrección del Mesías (vera linaje y vivirá por largos días en  la eternidad).-

Juan, 20:9  Porque aun no habían entendido la Escritura, que era necesario que el resucitase de los muertos.

Lucas, 24:24  Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron. 24:25  Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! 24:26  ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? 24:27  Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.

Gracias Señor por semejante sacrificio.

Si quieres profundizar sobre este estudio, por favor no dejes de ver el siguiente video del Dr. David Diamond:






QUE DIOS LOS BENDIGA A TODOS!!!